Tegucigalpa, Honduras
Las señas comunes en las maras y pandillas son los grafitis y los tatuajes. Los primeros son mensajes que plasman en superficies planas y los otros en sus cuerpos, lo que para sus integrantes representa alguna emoción que han vivido o una actividad violenta.
La comunicación que los mareros y pandilleros, principalmente los de la MS-13 y la M-18, usan, es lo que se denomina “caló”.
Según un experto en el tema, no es más que una combinación de palabras en español con inglés, un vocabulario propio de los integrantes de esas organizaciones ilícitas.
En el caso de los grafitis, el vocabulario lo traducen en imágenes gráficas y, generalmente, lo hacen en superficies planas como paredes o en piedras, entre otras.
A esos espacios los denominan “el diario de la calle”, algo bastante popular en cualquier barrio o colonia donde los integrantes de maras y pandillas pueden estampar lo que puede ser una firma.
Ellos (los mareros) también lo llaman “placazo”.
Según un oficial de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), eso les sirve a las maras y pandillas para indicar su presencia en determinado barrio o colonia, así como para delimitar el territorio de control donde opera determinada agrupación.
Además, los utilizan para advertir a otros grupos, prevenir invasiones o conflictos, así como desafiar a otras maras, retarlas o insultarlas.
Los tatuajes
En las principales unidades de inteligencia de la Policía Nacional existe personal certificado en muchos temas de importancia que han sido sujetos de investigación.
En la FNA hay oficiales expertos en conocimientos de las maras y pandillas que a través de procesos investigativos han logrado conocer lo que significa cada uno de los tatuajes que presentan los integrantes de las dos principales asociaciones ilícitas.
Generalmente, los tatuajes los usan la Mara 18 y la MS y en algunas ocasiones los de la banda criminal de Los Chirizos.
Es más común en los dos primeros grupos, porque muchos vienen desde Estados Unidos hasta llegar a los distintos barrios y colonias de ciudades del país.
Las plegarias
Entre los tatuajes mas comunes, el experto detalló uno que muestra dos manos en actitud reverente que, por lo general, los creyentes que asisten a iglesias ponen las manos de frente con los dedos hacia arriba implorando al Ser Supremo y Divino.
En el mundo de las maras ese es un mensaje subliminal.
Ellos lo hacen para simular o hacer creer a los demás que son religiosos, pero no es así.
El significado en esas organizaciones es “perdona madre mía por mi vida loca”.
Esta frase significa que hay momentos normales en la vida del marero o pandillero que le permiten reflexionar correctamente en torno a las acciones que ha realizado en el transcurso de su propia vida.
Como resultado surge el cargo de conciencia porque se da cuenta que está haciendo algo incorrecto que va contra la moralidad y las buenas costumbres, incluso, hasta quitar la vida de una o varias personas.
Reconoce el daño que hace a la sociedad y es en ese momento que desea salirse de la agrupación ilícita, pero no puede hacerlo porque si renuncia y se aleja de la mara o pandilla tomarían como represalia quitarle la vida a la madre de él, que es su ser más preciado.
“Para conservarle la vida a la madre, decide continuar en la agrupación ilícita, de la cual solo le queda expresar esta frase, ‘perdona madre mía por mi vida loca’”, expresó el experto en investigación.
Es por esta razón, dijo, que los jóvenes deben reflexionar antes de ingresar a una agrupación, porque esto lo llevan muchos de los pandilleros, desde cabecillas hasta los novatos.
Yin yang
El oficial, también explicó lo de un tatuaje conocido como el yin yang, una figura en forma de rueda dividida en dos partes, una blanca y otra oscura con dos ojos opuestos.
Muchos orientales lo denominan el yin yang, que representa el bien y el mal.
Es muy utilizado por las mafias asiáticas, pero en Honduras es de uso común en los mareros y pandilleros.
Es de uso común, tanto en la Mara 18 como en la MS.
Estos jóvenes manifiestan que ellos dominan todo debido a que sobrepasan el equilibro que existe entre el bien y el mal, lo que logran a través de la fuerza, la violencia y la muerte.
“De esta manera se imponen ante las personas que no pertenecen a estas agrupaciones y que pretenden interrumpir la actividad ilícita que ellos realizan”.
La telaraña
Otro tatuaje es la telaraña. Está formada por líneas y círculos; dentro de las maras y pandillas representa poder y expansión.
En primer lugar, el poder que ejerce la agrupación en cada uno de sus integrantes, y en segundo la expansión que pretenden hacer en las ciudades o departamentos.
Esos tatuajes son comunes en los hombros, en las rodillas, en las partes más visibles.
Alambre de púas
También está el alambre de púas de va en las partes cilíndricas del cuerpo como el brazo, antebrazo, piernas o rodillas y hasta en el cuello.
Los miembros de las maras lo hacen porque significa sometimiento y esclavitud.
El integrante está sometido, permanentemente, y eso lo conlleva a ser un esclavo de por vida.
“Mientras se vive, va a pertenecer, va a vivir, va a actuar para su agrupación; él está consciente y de esta manera se le adoctrina.
Los tres puntos
Por otra parte, el oficial explicó lo que significan los tres puntos, que son muy comunes.
Estos, explicó, forman una figura geométrica que se llama triángulo. Puede estar dirigido hacia distintos rumbos, pero el significado es el mismo.
Los tres puntos significan la frase “mi vida loca”, porque en el caso de los mareros es una vida al margen de las leyes que no concuerda en la cultura general; él lo hace violentando las buenas costumbres, quebrantando las leyes o reglamentos que rigen un país, en este caso, en Honduras.
Es un tatuaje de uso general, lo pueden andar los integrantes de la Salvatrucha y la M-18.
Guadalupe
Otro tatuaje que es común en los dos grupos es la imagen de la Virgen de Guadalupe, patrona de los mexicanos.
Esta la llevan plasmada el 90 por ciento de los pandilleros de la 18, porque sus principales fundadores son de origen mexicano. El otro 10 por ciento los de la MS.
La escogen como símbolo propio, porque aunque anden en actividad ilícita, el ser humano, por naturaleza, siempre invoca a un ser supremo, aunque vaya a matar, a violar o a hacer cualquier actividad ilícita, siempre sienten la necesidad de pedir protección.
En el tatuaje siempre hay figuras adicionales que pueden ser estrellas o rayas que resaltan los números o letras de cada agrupación.
Jesucristo
Es común en los salvatruchas la figura de un Jesucristo con una corona en la cabeza y la barba larga. Ellos la han creado de manera subliminal. Si se ve detenidamente la corona, en la parte superior siempre estará representada la letra M y en lo ondulado de la barba está la S con lo que se conjuga MS, que son las siglas de la Mara Salvatrucha.
El 90 por ciento de los salvatruchas usan ese tipo de tatuajes que es exclusivos de ellos.
Números
Otras figuras son XV3, una combinación de números romanos y arábigos que conforman el número 18, así como otras en letras.
También está el número 13 de la Mara Salvatrucha que pueden ser en números arábigos y romanos, así como en letras.
El oficial de inteligencia recomienda a los jóvenes que es importante conocer los tatuajes en caso que decidan hacerse uno, porque pueden simular un tatuaje parecido a las maras y pandillas, lo que les podría traer repercusiones negativas.
“El simple hecho de andar un tatuaje alusivo a una agrupación de estas y cruzar por un territorio que esté en poder de otra agrupación es una ofensa porque anda identificándose o promoviendo alguna agrupación diferente”.
Otros
Además, hay otra variedad de tatuajes-lápidas con una cruz y las letras RIP que significa descanse en paz, entre otros.
Lo que el oficial dejó muy claro es que no todos los tatuajes son alusivos a las maras y pandillas.
Hay muchos que son artísticos o pueden ser cosméticos. De repente, una dama que parió por cesárea decide ocultar la cicatriz con un tatuaje.
También puede ser una mariposa, una serpiente y otra gran variedad de uso general.
Fuente: http://www.elheraldo.hn/pais/743447-331/los-tatuajes-en-las-maras-un-submundo-tenebroso