Migración en el ojo del huracán; se investigan sus vínculos con redes criminales

21:00
10
Junio
2014
Tegucigalpa – Honduras cuenta con 11 fronteras terrestres, cinco aéreas y ocho marítimas donde hay presencia de la Dirección General de Migración y Extranjería en la cual se han detectado tentáculos del crimen que mueven el tráfico humano y documenta falsamente a personas entre otros quehaceres al margen de la ley.
– Desde la “virgen del pasaporte” pasando por los “chinazos” y “los besitos a Julie” Honduras enfrenta un endeble sistema migratorio.

– El presidente Hernández ordenó que se intervenga esa dependencia y se proceda a una reestructuración.

– La medida abarca también a la Policía de Fronteras ya que reportes de inteligencia del Estado indican que los agentes se prestan a la trata de personas.

 

En Honduras, a lo largo de la historia han sonado escándalos vinculados con la actividad migratoria y el tráfico de pasaportes: vale recordar el de la llamada “virgen del pasaporte”, un regalo presidencial otorgado por el empresario español José María Ruiz Mateos, en los inicios de la era democrática actual, al ex presidente Roberto Suazo Córdova. Se trataba de una imagen de la virgen del Perpetuo Socorro y cuyo precio se cotizó con el otorgamiento de un pasaporte hondureño.

Luego vinieron, en diferentes gobiernos, “el pasaportazo I” y “el pasaportazo II”, más adelante “el chinazo”, el affaire de “besitos para Julie” y en fin una serie de actos bochornosos que aunque dejaron huellas de deshonor no fueron penados con el peso de la ley.

Actualmente, con la intervención ordenada por el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), adscrita a la Secretaría Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, se ha iniciado un proceso para adentrase en presuntas redes delictivas que funcionan desde su interior o se coluden con el crimen.

En ese sentido, Hernández ordenó al ministro de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, Rigoberto Chang Castillo, que proceda inmediatamente a intervenir la Dirección Nacional de Migración y Extranjería.

La dependencia encargada de documentar con pasaportes a la ciudadanía, así como atender los permisos migratorios, de residencia y otros parece ser otra de las endebles piezas que desbaratan los sistemas de seguridad nacional e individual en Honduras.

Existe confabulación

“Pedí a los órganos de inteligencia que me hicieran una investigación preliminar y sin duda en el paso de las fronteras a lo largo de la rutas, existen hondureños, unos que son parte del gobierno, otros no, pero que son parte de esta actividad ilícita como es la trata de personas”, arguyó el mandatario, quien también ordenó proceder de inmediato a hacer una restructuración.

“Estas personas que cometen ilícitos no pasarían si no hubiera gente de Migración que por omisión o acción, esté confabulada con esto”, agregó.

El dato está vinculado con el cada vez más alto tráfico de ciudadanos de diversas partes del planeta que cruzan tierras hondureñas en su ruta hacia los Estados Unidos.

Honduras es principalmente un país fuente y también ruta de tránsito para hombres, mujeres, y menores de edad sujetos a la trata de personas, al tráfico de indocumentados y al trabajo forzoso.

Las mujeres y menores de edad hondureños están usualmente sujetos a la trata sexual en los centros urbanos y turísticos como Tegucigalpa, San Pedro Sula e Islas de Bahía, según un informe anual sobre la trata de personas 2013, donde Honduras se ubica en el nivel 2 de vigilancia.

Policía de fronteras, otra pieza rota en el eslabón

Debido a que la trata de personas se relaciona con los puntos fronterizos, el gobernante también pidió que se intervenga la Dirección de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI) conocida como Policía de Fronteras.

“No existiría este problema si policías de fronteras no se prestaran a eso o agarramos individualmente a cada uno de ellos o si es sistemático, habrá que cerrar esa unidad porque no los está dando los resultados que necesitamos”, advirtió el gobernante.

En ese sentido, “el Estado trabajará con la comisión, pero de inmediato empezaremos con la restructuración y que en pocos días se den resultados concretos, judicializando los casos y hacer cumplir la ley”, añadió.

El mandatario también ordenó la intervención de los centros penales ya que desde el interior de los mismos se continúan ordenando y dirigiendo hechos criminales.

Tema de seguridad nacional

Para el ex fiscal general adjunto y ex presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Roy Urtecho, la intervención de la Dirección de Migración y Extranjería está bien hecha sí el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad conoce que hay funcionarios de esa dependencia que están coludidos con las mafias que se dedican al tráfico de humanos.

Indicó que se trata de un tema que implica la seguridad nacional del Estado y no se puede desconocer que la criminalidad organizada falsifica documentos de identidad.

En ese sentido, consideró que se debe investigar también si al interior de organismos como el Registro Nacional de las Personas (RNP), hay funcionarios que se prestan para falsificar el documento de identidad de los hondureños u otórgaselo fraudulentamente a ciudadanos extranjeros o si más bien es que el crimen organizado cuenta con especialistas para suplantar la cédula de identidad.

“Se puede afirmar que hay extranjeros que entran y salen del país que no son hondureños, pero poseen una identificación hondureña”, comentó Urtecho.

Un hecho que dejó al descubierto la vulnerabilidad en la seguridad del Estado, ocurrió a inicios de mayo pasado cuando los órganos de seguridad, capturaron al colombiano Ever Enrique Uñate Viaña (alias “Barrabás” o “La Negra”), acusado de ser cabecilla de la banda criminal Los Rastrojos.

El colombiano ingresó a Honduras a través de un punto ciego haciéndose pasar como un prominente empresario y luego realizó varios movimientos en la zona noroccidental del país, utilizando documentación falsa.

Entre la documentación falsa que se le decomisó figura una cédula de identidad de Venezuela, con su fotografía y con el nombre de Óscar Enrique Zamora Mendoza, así como una tarjeta de identidad de Honduras con el nombre de David Galo Reyes.

Se pudo comprobar que la identidad venezolana no cuenta con los sellos de seguridad de aquel país y que el material utilizado en ambas identidades no es original.

Sin embargo, el carnet de residencia para permanecer en Honduras sí es original, por lo que se investiga cómo pudo obtener dicho documento, ya que el mismo solamente es otorgado en la Dirección de Migración y Extranjería de Honduras, pero para ello se debe cumplir una serie de requisitos entre los cuales resalta una carta autenticada de la Policía Internacional (Interpol) y contar con hoja de antecedentes penales apostillados.

Contra Uñate Viaña, quien fue deportado a su país, pendían varias órdenes de captura por terrorismo, concierto para delinquir y sicariato, por lo que desde el 26 de octubre de 2011 está “fichado” en la Interpol como uno de los criminales con alerta migratoria internacional.

Las autoridades policiales hondureñas indicaron que se tenía conocimiento que Uñate Viaña había ingresado a Honduras por un “punto ciego”, ya que no figura en los registros de las aduanas.

Irregularidades mayúsculas

El analista político Edgardo Rodríguez, dijo haber vivido en carne propia las irregularidades en la Dirección de Migración y fue más allá al señalar que la corrupción no sólo se da con los pasaportes, ya que, a su juicio, dentro de esa dependencia operan mafias.

“Yo lo viví en el caso de la extensión de pasaportes, ajá con los permisos de residencia, ajá con el tráfico de ilegales (indocumentados) que a cada rato detienen aquí, cubanos, chinos, ecuatorianos; se están produciendo irregularidades mayúsculas en todo el gobierno pasado”, aseveró Rodríguez.

Relató que intentó obtener su pasaporte el año pasado y el antepasado, cuando le dijeron que no había libretas, pero si se lo extendían si pagaba dos mil lempiras por un documento por cinco años que tiene un costo de alrededor de 800 lempiras.

Indicó que a pesar que se denunciaron las irregularidades en esa dependencia. “No se quiso hacer nada; nosotros denunciamos hasta la saciedad esas irregularidades con los pasaportes y nunca se quiso hacer nada, hoy el presidente Juan Orlando Hernández ha ordenado la intervención de Migración y Extranjería por todas las irregularidades que se han detectado que ocurren ahí”.

Rodríguez confía en que una vez que se comprueben los malos manejos, se le deduzcan las responsabilidades desde los más altos puestos hasta los mandos intermedios y de abajo, que estén vinculados a actos al margen de la ley.

“Coyotes” actúan libremente

De su lado, el todavía director del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (Ihnfa), Felipe Morales, reveló que las personas que se dedican a la trata de personas, conocidos como “coyotes”, han venido operando en Honduras “a vista y paciencia de las autoridades”.

Recientemente, el fiscal general adjunto del Ministerio Público, Rigoberto Cuellar, señaló el delito de la trata de personas se ha convertido en una de las cuatro industrias delictivas que más ganancias económicas deja a los delincuentes, al tiempo que informó que en Honduras, sólo cuatro casos han sido enjuiciados por ese delito.

Por su parte, el ministro de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, Rigoberto Chang Castillo, indicó se reunirá con el director general de Migración y Extranjería, coronel retirado, Venancio Cervantes para iniciar el proceso.

Añadió que el objetivo de la reunión, será para “tomar ciertas medidas de manera urgente y explicarle las instrucciones que nos ha dado el presidente de la República, Juan Orlando Hernández”.

Según el funcionario, la intervención ordenada por el mandatario, es porque se involucra a empleados de esa dirección, como cómplices en el delito de tráfico de personas.

Fuente: http://www.proceso.hn/2014/06/10/Migrantes/Migraci.C.B/87685.html

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