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Conmemoran 32 años de desaparición forzada del “sacerdote de los campesinos”

Sep 18, 2015

“El Padre Lupe (Guadalupe Carney), era nuestro guía y amigo, a tal grado que cultivaba la tierra, dormía y comía con nosotros los campesinos. Nos llevaba la palabra de Dios, a nuestras casas o nuestras milpas”, indicó  Juan Gómez, en la conmemoración de los 32 años de la desaparición forzada del sacerdote jesuita.

En los actos de conmemoración  desarrollados ayer en el instituto Ernesto Ponce del sector de Guaymas, El Negrito, Yoro, se llevó a cabo una tarde cultural  y la santa Eucaristía celebrada por el  sacerdote jesuita  Ismael Moreno, desde donde se recordó  la vida y obra del Padre Lupe, y  se llamó además a seguir sus pasos y memoria de lucha para continuar construyendo una sociedad más justa y equitativa.

El mensaje del Padre Lupe, como el de sus hermanos jesuitas molestó y sigue molestando a sectores de poder económico-político, y fue esta  misión apegada al evangelio de Jesús, que lo  llevó a que dictaduras militares y el gobierno de Suazo Córdova (1982-1986),  le montaran una fuerte persecución y criminalización por estar al lado de las familias campesinas empobrecidas.

La  máxima expresión del fascismo gubernamental se concretó  el 16 de septiembre  de 1983  cuando por órdenes del general Alvares Martínez, un escuadrón de militares  desapareció en las montañas de Olancho,  al Padre Lupe, junto al doctor José María Reyes Mata, Oswaldo Castro Ruiz, José Alfredo Duarte Rodríguez, Jorge Maldonado Padilla y José Armando Moncada Ferrufino.

Un padre bueno, sencillo y de lucha

En la homilía y en los testimonios se dijo que no es fácil para los más empobrecidos vivir con esperanzas, si les falta la tierra para cultivarla,  si no hay  salud, educación y justicia. “El padre Guadalupe era de corazón bueno, sencillo, su lucha y entrega”,  dijo el Padre Ismael Moreno.

“Hacemos memoria histórica de los 32 años del desaparecimiento físico del Padre Guadalupe Carney, producto de la represión que ejercían los gobiernos hondureños y norteamericanos de los años ochenta,  con unas  fuerzas armadas, que respondían a los intereses de una hegemonía oligárquica, que no vacilaba en  interponer su poder para quitar de en medio a las personas, grupos y organizaciones que luchaban por un pedazo de tierra, defender los bienes naturales y sus propios derechos humanos”, se manifestó al inicio de la misa.

Treinta y dos años después, reunidos las familias campesinas y otras personas que llegaron de diferentes sectores, le dieron  gracias a Dios,  porque con su  presencia  se revivió  el recuerdo de ese hombre que fue testigo en el plano histórico y religioso, de ofrendar su vida por la gente campesina, por quien guardaba un especial cariño.

Los actos de conmemoración  se desarrollaron precisamente en  Guaymas, zona de lucha, empeño y esfuerzo, con la presencia de muchas personas que conocieron personalmente, trataron de cerca y fueron iniciados en la organización, por el recordado padre Lupe.

Su lucha sigue vigente 

A  32 años de la desaparición física del “sacerdote de los campesinos”  es  considerado como  un rayo de luz que se convierte en un profeta permanente para más de 350 mil familias campesinas que luchan por el derecho a la tierra, para vivir y producir arroz, frijoles, arroz, maíz y demás alimentos.

“Lo que vivió el Padre Lupe, es lo que hoy continúa: la represión, la persecución y asesinatos  contra campesinos que están a la orden del día solo reviven ese mismo sistema que desapareció físicamente al sacerdote hace 32 años”, dijo Irma Lemus, sub coordinadora del observatorio de derechos humanos en el Bajo Aguán.

Recordó que solo en el departamento de Colón han sido asesinados en los últimos 8 años más de 135 campesinos, casos que siguen en total impunidad. Además manifestó  que el Padre Lupe ha sido el principal ejemplo de lucha por la tierra no solo en los lugares que  anduvo sino en todo el país.

El sacerdote del campesinado 

En 1961 lo destinaron a trabajar en la misión sacerdotal en el departamento de Yoro, y fue hasta mediados de los años 70 que se convirtió en el sacerdote de los campesinos y las campesinas. Por amor renunció a su  nacionalidad como estadounidense y se hizo hondureño, viviendo en el país como un campesino más.

Nació en Chicago, en el norte de los Estados Unidos en 1924, con el nombre de James Carney. Participó activamente en la Segunda Guerra Mundial como miembro del ejército de su nación, y cuando salió determinó que nunca usaría la violencia de las armas ni siquiera en defensa propia.

Ingresó a la Compañía de Jesús en 1948 y en 1958, siendo todavía un seminarista jesuita, conoció la misión de los jesuitas en el departamento de Yoro, en una experiencia de dos meses,  para que luego desde  1961   recorriera  los pueblos más pobres de los departamentos de Yoro y Colón.

“Porque en medio de la pobreza no se puede enseñar el Padre Nuestro”, decía el Padre Lupe, al referirse a la excluyente y precaria situación que atravesaban las familias campesinas en las diversas regiones del país.

El padre Guadalupe, logró cumplir con el propósito de dar su vida por los pobres, de imitar los pasos de Jesús que sin importar la amenaza de la muerte,  creyó que ésta comienza cuando el pueblo empieza resucitar, como lo estamos haciendo hoy a 30 años de su martirio, recordando y comprometiéndonos con continuar con el sueño de él, luchar por una reforma agraria.

Recuerdos

El campesino Francisco Gómez del sector de Guaymas, municipio de El Negrito, Yoro, caminó junto al Padre Lupe y lo recuerda como un hombre enérgico, disciplinado, organizador de masas y con un profundo amor por los campesinos y campesinas.

“Nos dejó enseñanzas fuertes y profundas, especialmente en la unidad, disciplina y la organización. En aquellos tiempos, estábamos en una zona de conflictos, él apoyó el proceso de la segunda recuperación de las 5 mil hectáreas de tierra para los campesinos de Guaymas y estuvo apoyando la más grande recuperación de tierras de esa misma zona”.

Una década impunidad e intolerancia

Más de 180 personas  fueron víctimas de las desapariciones forzadas ocurridas en los años ochenta según un informe elaborado en 1993 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El escenario de terror en esa década era un hecho: se había creado para destruir todo intento de reclamo social y legitimar cualquier violación, con el apoyo de la fuerza militar hondureña, que gozaba de un extenso historial de impunidad e intolerancia.

En aquella época cobró mucho protagonismo el general Gustavo Álvarez Martínez, jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras (1982-1986), de una línea muy dura que promovía las desapariciones, las torturas y los asesinatos selectivos.

La “Doctrina de Seguridad Nacional”, alentada por Estados Unidos en la región y apoyada por el presidente en ese momento Roberto Suazo Córdoba y el general Álvarez Martínez en Honduras, con el pasar de los años, dejó una huella de, al menos, 160 mil muertos en Centroamérica.

Fuente: http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/noticias/item/2394-conmemoran-32-a%C3%B1os-de-desaparici%C3%B3n-forzada-del-%E2%80%9Csacerdote-de-los-campesinos%E2%80%9D

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Padre Guadalupe sigue vivo en la lucha del pueblo por la tierra

Sep 12, 2014

La lucha del padre Gua­dalupe Carney, SJ, sigue más vigente que nun­ca en un país donde existen más de 350 mil familias cam­pesinas sin tierra, sometidas a una crisis agraria y alimen­taria de grandes dimensiones. La represión, la persecución y asesinatos que están a la orden del día solo reviven ese mismo sistema que desapareció físicamente al sacerdote hace 31 años.

El pasado 27 de agosto, fue asesinada la dirigente popular y campesina Margarita Murillo, quien se convirtió en la víctima campesina número 140, asesinadas en los últimos tres años y medio en nuestro país de acuerdo a datos que manejan organizaciones campesinas. Cuando esto sucede es como que, el padre Guadalupe, que amó tanto al pueblo campesino, sea asesinado de nuevo. Sin embargo, también hay luces de organización campesina que mantienen vivo a este sacerdote que le apostó a la capacitación y acompañamiento a las personas más desposeídas, víctimas de la exclusión.

A 31 años del desaparecimien­to físico del padre Guadalupe, la Reforma Agraria se presenta con nuevos enfoques, nuevos elementos y como una cues­tión de urgente necesidad. El acaparamiento de tierras, la promoción de los monoculti­vos como palma africana, caña de azúcar, banano y la indus­tria minera e hidroeléctrica si­túan el tema de la tierra en el centro del debate.

“Las plantaciones, los embalses para la construcción de represas hidroeléctricas, minerías a cielo abierto, concentran y quitan la tierra a las familias campesinas e indígenas, desplazándolas hacia los cinturones de miseria y hacia el éxodo masivo, son parte del modelo económico que está relegando la agricultura y la alimentación de los pueblos”, manifestó el ingeniero Gilberto Juárez, especialista en desarrollo rural al periódico A Mecate Corto en el marco del 30 aniversario de desaparecimiento del Padre “Lupe”.

Las víctimas de esta grave vio­lación se ocultan bajo el fenó­meno “natural” de la pobreza, sabiendo que hay victimarios que se lucran del hambre y de comerciar con los recursos naturales, haciendo creer sus mentiras basadas en los mitos que se han acuñado sobre que la tierra es más productiva y generadora de empleo cuando está en poder del gran capital, de acuerdo a Gilberto Juárez.

El sacerdote de los empobrecido

Guadalupe Carney nació en 1924 en Chicago, Estados Unidos. Su nombre original es James Francis Carney, partici­pó activamente en la Segunda Guerra Mundial como miembro del ejército estadounidense.

En 1948 ingresó a la Compañía de Jesús y aun siendo semina­rista conoció la misión de los jesuitas en Honduras. Tras su ordenación en 1961, sus supe­riores lo destinan al trabajo en la parroquias de Minas de Oro, Sulaco y posteriormente en El Progreso, Yoro.

Su cercanía con los campesi­nos lo llevó a renunciar a su nacionalidad norteamericana y adoptar la hondureña, pero en noviembre de 1979 miembros del ejército nacional lo cap­turan y expulsan del país por una decisión gubernamental.

Carney se trasladó a una pa­rroquia en Nicaragua y ahí siguió trabajando con cam­pesinos durante los primeros años del gobierno sandinista. No obstante, continuaba man­teniendo profundos lazos con Honduras. En 1983, se con­virtió en capellán de un grupo de 96 guerrilleros hondureños del Partido Revolucionario de los Trabajadores de América Central que se entrenaba en Nicaragua.

Su misión era regresar a Hon­duras y lanzar una ofensiva para conseguir la reforma agraria y justicia social. Este grupo armado entró en Hon­duras en julio de 1983 y fue rápidamente derrotado por las tropas hondureñas, con apoyo logístico de EE.UU. Al­gunos miembros del grupo resultaron muertos, otros fue­ron capturados.

Como consecuencia de esta labor profética enmarcada en la opción preferencial por los pobres, el 16 de septiembre de 1983 el Padre Guadalupe fue declarado desaparecido, hecho por el cual se respon­sabiliza a tropas norteameri­canas y hondureñas destaca­das en la zona de El Aguacate, departamento de Olancho. A la fecha, la ubicación de sus restos se mantiene en la in­certidumbre.

En su autobiografía el Padre Lupe “Sólo dígame Lupe” cuestionó: “¿Por qué los campesinos son tan pobres en este valle tan rico? ¡Son agri­cultores sin tierra! Nos rebela­mos contra esto, aunque nos llamen comunistas, aunque nos maten. Tenemos que des­pertar a nuestra gente, decir­les que se organicen, ayudar­les a cambiar la situación”.

Nunca usó la violencia

Los que conocieron al padre “Lupe” aseguran que él nun­ca tomó las armas y por el contrario siempre fue fiel a su pensamiento de no optar por las armas, esto sobre todo porque al participar como ciu­dadano norteamericano en la segunda Guerra mundial se apartó del uso de las mismas ante la crudeza de la realidad de la guerra.

Es verdad que él viajaba con la columna guerrillera pero lo hizo como de Capellán ya que como manifestaba “si los ejércitos represores tienen un capellán con mucha más ra­zón estos hombres patriotas merecen también uno”.

En los últimos cinco años se ha agudizado el conflicto en el Bajo Aguán, donde las campe­sinas y campesinos reclaman una real y efectiva Reforma Agraria, frente al acapara­miento de los terratenientes quienes amparados al conflic­to político y al papel injeren­cista de las fuerzas armadas dificultan la solución de los problemas.

En el Valle de Sula se sigue viendo la desigualdad con la que están distribuidas las tierras. En el resto del país, esta misma inequidad está expulsando gente del campo a la ciudad y el éxodo sigue hacia países del norte.

Fuente: http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/noticias/item/1326-padre-guadalupe-sigue-vivo-en-la-lucha-del-pueblo-por-la-tierra

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Ejército hondureño y Pentágono mintieron sobre desaparición del Padre Guadalupe y Reyes Mata

 

Artículo |     September 17, 2013 – 2:17pm
     

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. Familiares y amigos del Padre Guadalupe Carney, José María Reyes Mata y David Arturo Báez Cruz y  otros compañeros de la columna revolucionaria que ingresó por el departamento de Olancho hace unos 30 años, denunciaron que la cúpula del ejército  y del gobierno hondureño de esa época sobre el destino de José María  Reyes Mata y sus compañeros de columna, no hay ninguna justificación para el asesinato extrajudicial del doctor José María Reyes Mata después de que había sido tomado prisionero.

En el Segundo informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Leo Valladares Lanza denominado “En Búsqueda de la Verdad que se nos Oculta”, emitido en 1993, señala que el Padre Carney sirvió como capellán a un grupo de aproximadamente cien personas, entre hombres y mujeres, pertenecientes al Partido de Trabajadores Revolucionarios de Centro América (PTRC), quienes atravesaron a pie la frontera de Nicaragua hacia Honduras, aproximadamente el 19 de julio 1983.

Agrega el informe que la presencia de Carney en este grupo fue confirmada en las notas del diario del líder del grupo, Dr. José María Reyes Mata, quien narra el viaje de los guerrilleros a una región montañosa de Honduras. Cuando Reyes Mata fue ejecutado por los soldados hondureños, su diario fue recuperado, aunque algunas páginas faltaban.

Una traducción en inglés del diario preparado por el Servicio Extranjero de Información Audiovisual (FBIS), fue desclasificado por la CIA. El diario hace varias veces referencias a «Mario», seudónimo con el que se conoció al Padre Carney.

Reyes Mata fue asesinado después de ser capturado

El gobierno de Estados Unidos de esa época no dijo que Reyes Mata había sido asesinado después de ser capturado, un hecho que afirma un  informe desclasificado en poder de los denunciantes, que leyeron un comunicado de prensa titulado  “A 30 años de la desaparición de nuestros seres queridos”, el cual fue leído por Melba Reyes, hermana de José María Reyes Mata.

“Puesto que los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos sabían que el ejército hondureño había mentido acerca de Reyes Mata, ¿por qué ellos y la Embajada de Estados Unidos no llevaron a cabo su propia investigación seria sobre la desaparición de los dos ciudadanos estadounidenses Carney y Báez Cruz como era y es su deber según las leyes de los Estados Unidos, las normas internacionales y en especial la normatividad de los Derechos Humanos?, cuestionaron ante periodistas de distintos medios de comunicación que llegaron a la sede del COFADEH en Tegucigalpa.

Agregaron que el entonces embajador estadounidense en Honduras, John Dimitri Negroponte indicó que los funcionarios de Estados Unidos no tenían ninguna razón para dudar de la versión del ejército hondureño sobre los hechos y que por lo tanto no hicieron su propia investigación, no la harían, y no buscarían los restos de los dos ciudadanos estadounidenses.

Exigieron también que los gobiernos de Honduras y estados Unidos revelen todo lo que saben sobre las circunstancias de esas desapariciones y la participación de personal hondureño y norteamericano en todas las desapariciones forzosas de esa década.

Melba Reyes manifestó que “nos han mentido reiteradamente y por muchas versiones que escuchamos en esa época, el embajador de ese entonces dijo que confiaba plenamente en el ejército hondureño”.

En Honduras podremos construir un futuro de reconciliación y de paz  en la base de la verdad y la justicia, nosotros queremos paz y reconciliación basada en la verdad, expresó.

Para ella los datos que contiene el documento desclasificado por los Estados Unidos permite confirmar que la versión oficial que nos dio la alta oficialidad de las Fuerzas en Honduras no era cierta, “pues mi hermano fue capturado vivo y ejecutado por el Comandante de las Fuerzas Especiales de ese momento, antes solamente teníamos rumores, pero ahora está en un documento del Pentágono y estamos  considerando llevar a cabo juicios en Honduras contra los responsables”.

La hermana de Reyes Mata  dijo que para los familiares de las víctimas hay esperanza y esta nunca debe morir, una cosa que tenían en común ambos era una gran esperanza y un profundo amor al pueblo de Honduras, eso lo recogemos como familiares y sigue viva hasta encontrar la verdad sobre su muerte para la familia y la memoria histórica de las nuevas generaciones.

Por su parte el padre jesuita José Mulligan, amigo del padre Guadalupe y quien ha emprendido desde la desaparición de él una investigación sobre el caso todavía hay tiempo para que la embajadora actual Lisa Kubiski rectifique lo actuado por el ex embajador John Dimitri Negroponte que no porque no hicieron nada por este caso.

Ante la pregunta de los periodistas de qué sigue después de conocer este informe desclasificado Mulligan señaló que lo que sigue es la exigencia de verdad, exigencia y justicia, la demanda continúa, tanto las autoridades locales como de Estados Unidos más temprano que tarde dar una respuesta sobre la exigencia de los familiares, eso vendría a reparar el daño que le ha causado al pueblo de Honduras.
Paralelamente a la conferencia de prensa realizada en Honduras en Washington familiares y amigos del padre Guadalupe, están tratando de entrevistarse con la embajadora Lisa Kubiske , que está en los Estados Unidos .

“Están ocultando mucho, y lo hacen porque de alguna manera hay participación de oficiales gringos de quienes los oficiales hondureños buscaron luz verde de lo que harían con los detenidos de esa fecha”, dijo Mulligan.

Pero para el padre jesuita ya es tiempo de investigar por parte de  los EUA,  especialmente en el gobierno de Obama que hay más interés por loa derechos humanos y todavía hay tiempo para encontrar la verdad.

En la conferencia de prensa también estuvo Bertha Oliva, Coordinadora General del COFADEH quien señaló que  si existieran fiscales y jueces que hicieran un proceso independiente el solo hecho de conocer esta desclasificación será razón suficiente para emitir requerimientos fiscales contra los responsables.

En  el momento de estas desapariciones forzadas estaba como Comandante de esa operación el militar Luque Portillo y los militares Francisco Lima Bueso, actual asesor del ministro de seguridad, Arturo Corrales, Ramón Hernández Chávez, así como López Corea y Juan Blas Peña Paz, quienes fueron los interrogadores. Mientras quien dirigía el gobierno era Roberto Suazo Córdova y el jefe de las FFAA era Gustavo Álvarez Martínez.

¿Qué dice el documento desclasificado?

DOCUMENTO DESCLASIFICADO DE EEUU CONTRADICIENDO UN INFORME DEL EJÉRCITO HONDUREÑO
SOBRE LAS DESAPARICIONES DE CIUDADANOS DE HONDURAS Y ESTADOS UNIDOS

El 8 de Marzo de 2012, el Departamento de Defensa (conocido en los medios de prensa como “el Pentágono”), y en concreto, la Agencia de Inteligencia de Defensa y el Comando de Inteligencia y Seguridad del Ejército Norteamericano),autorizó la entrega al Padre Joseph E. Mulligan, S.J., de un parcialmente desclasificado Informe de Inteligencia (adjunto a esta declaración) que contradice una declaración de prensa del ejército hondureño,de 1983, en la  que afirmó que un líder revolucionario había muerto en combate.

El Informe norteamericano, con fecha del 9 de Diciembre de 1983, dice: “Contrario a comunicados oficiales del ejército hondureño, el líder guerrillero Dr. José María REYES Matta [sic], seudónimo Pablo MENDOZA, fue capturado vivo por elementos del Escuadrón de Fuerzas Especiales cerca del área de Nueva Palestina (1419N/8537W), región de Río Patuca a mediados de septiembre 1983.

“Después a Reyes le pegó un  tiro con una pistola oficial el Mayor ……………………….. (Comandante de Escuadrón) en presencia de oficiales hondureños no identificados.”

El “originador” de este Informe comentó: “La información arriba mencionada contradice reportes oficiales hondureños los cuales indican que Reyes fue matado junto con  cuatro compañeros en un tiroteo….”

El Dr. José María Reyes Mata fue el líder de una columna guerrillera revolucionaria hondureña que operó en Honduras en 1983. En septiembre de 1983, los voceros militares hondureños dijeron que habían matado a Reyes Mata en combate y mostraron una fotografía de su cadáver,  pero no presentaron sus restos.

El Padre James Carney (Padre Guadalupe), el capellán de esta columna revolucionaria, también desapareció; nunca se han encontrado sus restos. Los voceros militares hondureños afirmaron que no habían tenido contacto con él ni conocimiento de él, pero sugirieron que tal vez había muerto de inanición en la montaña.

David Arturo Báez Cruz, un nicaragüense que se había convertido en ciudadano estadounidense y luego había servido en los Boinas Verdes (Fuerzas Especiales de los EEUU),  principalmente en Panamá, antes de regresar a su natal Nicaragua, también entró en Honduras como asesor del grupo revolucionario del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanistas de Honduras (PRTC-H).
Báez fue mencionado en un telegrama de 1983 del Comando Sur de los EEUU e identificado como miembro del grupo guerrillero que fue muerto en acción en Honduras. Sus restos, como los de Reyes Mata y del Padre Guadalupe Carney, nunca se han encontrado.

Cinco años después de estos acontecimientos, un ex sargento del ejército hondureño, Florencio Caballero (ya fallecido), dijo a The New York Times (5 de Junio de 1988) que él había interrogado personalmente a Carney y que el sacerdote había sido torturado, ejecutado y tal vez lanzado desde un helicóptero.

En un artículo publicado en el diario hondureño, La Tribuna, el 20 de enero de 2002, Lucas Aguilera del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH) afirmó que vio al padre Carney vivo en una cárcel militar en Nueva Palestina en 1983, después de que el padre Carney había sido capturado. «Vi al sacerdote», dijo Aguilera. «Así que no me pueden decir historias sobre su muerte por inanición. (Lo capturaron…) y luego lo mataron. El Coronel Herminio Velásquez y el gobierno de Roberto Suazo Córdova saben exactamente lo que pasó».

Esto es muy importante, ya que los militares hondureños han negado alguna vez capturar al padre Carney, aunque presentaron sus vestimentas sacerdotales a sus familiares, diciendo que habían encontrado estos elementos en un cateo de armas.

El contenido y redacción del Informe de 1983, desclasificado y entregado al Padre Mulligan en marzo de 2012, sugieren que personal estadounidense estuvo presente en el interrogatorio de Reyes Mata: “Personal no identificado del G-2 y Fuerzas Especiales junto con _____________________Interrogaron a Reyes Matta.”

“…Reyes Matta hizo declaraciones alegando corrupción dentro de las Fuerzas Armadas de Honduras. En un momento señaló que el Comandante Naval, Coronel___________________ estaba involucrado en tráfico de drogas y contrabando_____________________  Reyes Matta afirmó que ambos ___________________y Mayor________________ habían sido investigados pero que____________________ no fue castigado porque era rico”. (id.)

El informe también cita una desafiante declaración de cuatro líneas que Reyes Mata dio durante su interrogatorio, afirmando que «después de mí habrá muchos (otros)…mejores que yo. Si muero, moriré por (la Revolución Hondureña)”.

Parece poco probable que Reyes Mata habría querido denunciar ante un grupo integrado únicamente por militares hondureños sobre la corrupción dentro de sus filas. Más bien lo más probable es que él estaba tratando de desacreditarlos ante los funcionarios estadounidenses presentes en el interrogatorio utilizando esa información que manejaba. (Cortesía Defensores en Línea).

Fuente: http://www.ellibertador.hn/?q=article/ej%C3%A9rcito-hondure%C3%B1o-y-pent%C3%A1gono-mintieron-sobre-desaparici%C3%B3n-del-padre-guadalupe-y-reyes-mata

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Padre Guadalupe: un hombre que sabe caminar en la historia

 Monday, 16 September 2013 20:18 Sandra Rodríguez

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El Progreso, Yoro.

Era práctico, de agenda corta, acción duradera y actual, enemigo de la muerte, amigo de la vida, sacerdote de los campesinos y capellán del ejército popular, que por amor, se hizo hondureño, viviendo como uno más y cultivando la tierra, porque en medio de la pobreza no se puede enseñar el Padre Nuestro.

A 30 años después, de la desaparición forzada del Padre Guadalupe (James France) Carney, s.j,  centenares de personas, se convocaron a seguir sus pasos y memoria de lucha para seguir construyendo una sociedad más justa y humana.

Hoy se recuerda que en 1983, más de 80 personas, entre ellos el padre Guadalupe Carney, el doctor José María Reyes Mata, Oswaldo Castro Ruiz, José Alfredo Duarte Rodríguez, Jorge Maldonado Padilla y José Armando Moncada Ferrufino, fueron desaparecido por militares en Olancho.

Para dicha conmemoración, el Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación – Honduras (ERIC-SJ), convocó a una movilización en la ciudad de El Progreso, Yoro, después a una Eucaristía concelebrada por los sacerdotes Juan José Colato, Ismael Moreno (director del ERIC),Marco Aurelio Lorenzo (Santa Bárbara), José Mulligan (Nicaragua) , Francisco Isnardi (Guatemala),  Rafael García (EEUU), y  Valentín Meléndez, superior de los Jesuitas.

En la homilía se dijo que no es fácil para los más pobres vivir con esperanzas, si les falta salud, educación y justicia, y que lo que la boca habla de lo que hay en el corazón, por lo que no se debe tener odio, rencor ni venganza.

Así vemos que el padre Guadalupe era de corazón bueno, sencillo, su lucha y entrega hoy tiene actualidad.

Vino a Honduras en 1958, por una experiencia vocacional, pero el 1961 lo destinan a trabajar en Yoro, y fue en a mediados de los años 70 que se convirtió en el cura de los campesinos, era su guía y amigo, a tal grado que cultivaba la tierra junto a los ellos y vestía igual que ellos.

En la presentación de dones, durante la misa, el pueblo observó el cáliz, libros, folletos, morral y estola que usaba el sacerdote.

Además, se hizo memoria, que el padre Guadalupe, en 1971 expresó a amigos y familia su desacuerdo con la forma en que su país natal, Estados Unidos trata de conquistar el mundo para su bien propio y económico, tratando de imponerles su  forma de vida.

En un evento conmemorativo se escuchan historias, anécdotas de personas que en su momento conocieron y compartieron con nuestros detenidos desparecidos por razones políticas, el profesor Héctor Antonio Mejía, de Yoro, dijo que el padre Guadalupe, le enseñó a manejar automóviles en 1963.

En su reingreso a Honduras, volvió vestido como campesino, y  su explicación fue que  “el Padre Nuestro no puede entrar en un estómago vacío, tenemos que organizar a nuestro campesino porque están muriéndose del hambre, los ricos están acaparando las tierras”, eso fue haciendo que “Lupe” –como pidió que lo llamaran- creara junto a la riqueza espiritual y sobre el camino de Jesús, un camino de libertad   y de reconquista de la tierra.

“Viajábamos a lugares muy distantes por lo que necesitábamos del carro, y él me dijo “yo tengo que descansar y vos me tienes que ayudar a conducir, era un hombre práctico de agenda corta, pero de una acción de vida tremendamente extensa que todavía, después de 30 años de su martirologio, lo estamos recordando como si fuera ayer”.

La noticia de la desaparición del padre Guadalupe  salió publicada en algunos medios de comunicación, el profesor “Tony” mantiene vivo el momento en que “Compré la prensa y abrí dos páginas, en una de ellas estaba un amigo, el doctor “Chema” Reyes  Mata, en otra un compañero campesino, del padre Guadalupe sólo miraba su estola, breviario y un copón de madera, la gráfica era en blanco y negro y me impactó”.

Haciendo un poco de memoria, compartió a defensoresenlinea.com que la noticia decía “desarticulado un grupo de rebeldes en Olancho, el ejército nacional se anota un triunfo más al desarticular una columna… diario La Prensa, más o menos el 17 de septiembre…”

El padre Guadalupe, logró cumplir con el propósito de dar su vida por los pobres, de imitar los pasos de Jesús que sin importar la amenaza de la muerte,  creyó que ésta comienza cuando el pueblo empieza resucitar, como lo estamos haciendo hoy a 30 años de su martirio, recordando y comprometiéndonos con continuar con el sueño de él, luchar por una reforma agraria.

Se decía que la columna había disparado contra ellos y que el ejército se había defendido, era un ejército de cobras, se habían especial ido en guerra de guerrilla, declaró don Antonio.

Los compañeros se habían organizado como ejército popular para iniciar alguna gestión de lucha por la tierra.

El padre Guadalupe nos decía “yo soy un revolucionario, soy un capellán del ejército popular, los ejércitos imperialistas tienen su capellán, jamás he asesinado a nadie, ni he apuntado a nadie ni lo voy hacer, soy enemigo de la muerte, si amigo de la vida”.

Él tenía la  condición de tranquilizarnos y de sentir que su lucha tenía una razón humana y de vida, eso nos animaba a nosotros que pensábamos y rezábamos por él todos los días, ya que era un hombre de mucha acción y decisión.

Al “sacerdote de los campesinos” lo consideran un rayo de luz que se convierte en un profeta permanente para más de 350 mil familias campesinas que luchan por el derecho a la tierra, para vivir y producir arroz, frijoles, arroz, maíz y demás alimentos.

Lamentan que en la actualidad  los agroindustriales se han apoderado de esos espacios, haciendo que los campesinos se vayan a la ciudad, a trabajar en la construcción o maquilas, por lo que no están en su ambiente, ni en su tierra.

Su temática sigue vigente

El Director del ERIC-SJ, padre Ismael Moreno, dijo que Guadalupe Carney, es un héroe, su memoria se mantiene viva porque su temática siendo vigente, ésa es la característica de un profeta, que sabe identificar en la historia aquellos factores que más tienen que ver con el llamado de Dios para transformar la historia de la sociedad.

Los temas que siguen vigentes son el de los derechos humanos, tenencia de la tierra y la organización social, popular y campesina.

Por eso la figura y memoria de Guadalupe Carney, se eleva cada vez más, las personas que no tienen compromiso con la historia se mueren y quedan en el pasado, mientras que personas como el padre Guadalupe, cada día se hace más actual, declaró Moreno.

También nos compartió que “fue el primer sacerdote que conocí en mi vida, la última vez que lo vi fue en julio de 1983, para mi es una responsabilidad poder actualizar su memoria cada año, porque es de las personas que saben caminar en la historia dejando huellas, y esa historia hoy la vemos en los 30 años.

Explicó que la historia oficial da cuentas de próceres oficiales, la historia real da cuenta de héroes vivos y reales.

Es por eso que la historia “Ha querido ser ocultada la historia del padre Guadalupe, y siempre se ha querido dar a conocer sólo la historia de líderes con discurso, con la retórica que los medios de comunicación dan realce, por eso en las comunidades de base -el pueblo pobre- , él sigue cada día más vivo y en la medida que pase el año la presencia y figura del p. Guadalupe, va ser una figura con un alcance nacional”, aseguró Ismael Moreno.

Amigos y familiares de desaparecidos  luchan por una mejor patria  

Al final del evento conmemorativo del 30 aniversario de la desaparición forzada del p. Guadalupe Carney junto a más de 80 personas, en Olancho, representantes de comunidades de los departamentos de  Yoro, Colón, Cortés, Santa Bárbara y Francisco Morazán, dieron palabras de agradecimiento y recuerdos de los compañeros desaparecidos al ser parte de la columna revolucionaria en 1983.

Melba Reyes, hermana de José María Reyes Mata, dijo que a 30 años de su desaparición o asesinato de estos compañeros, las familias siguen con el profundo amor que lees heredaron ellos por este pueblo, buscando que les digan la verdad de donde quedaron sus cuerpos y luchando y trabajando por construir esa nueva Honduras con la que ellos soñaron.

“Hoy más que nunca está vigente la lucha de nuestros hermanos Padre Guadalupe y Chema Reyes”, dijo la defensora de derechos humanos.

Melba, agregó que, en 1982 trabajé con él en la edición en español de su libro “metamorfosis de un revolucionario” y “así es la iglesia” les invito a que sigamos en la lucha con amor por un país de igualdad y vigencia de nuestros derechos.

Mostrando el paso de los años, un hombre dijo que, “Una vez, en el Bajo Aguán, el padre Guadalupe nos preguntó ¿a que vino a Cristo a este mundo? Cristo vino a cambiar este mundo, por un mundo mejor, este es un mundo de injusticias, luchemos por la transformación de una nueva sociedad”.

El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras,  COFADEH, quien registra 184 desapariciones forzadas, expresó su agradecimiento porque el pueblo recuerda y está presente en la lucha de esos jóvenes que fueron desaparecidos por sus ideales, dijo Nohemy Pérez, hermana de Samuel Pérez,  desaparecido en 1982.

Y el cantautor hondureño Héctor Lezama, dedicó la canción “Cristo Guadalupe”, al maestro, padre, amigo y revolucionario, Lupe, de modo que todos nos sintamos ser él, explicó.

La movilización unió no solo a grupos eclesiales, sino sindicatos, obreros, campesinos, jóvenes y mujeres que también creen en la lucha por la igualdad y un mejor país.

Fuente: http://www.defensoresenlinea.com/cms/index.php?option=com_content&view=article&id=2776:padre-guadalupe-un-hombre-que-sabe-caminar-en-la-historia&catid=37:mem-y-imp&Itemid=150

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A 30 años de desaparición del p. Guadalupe, sigue la búsqueda de justicia en Honduras

 Wednesday, 11 September 2013 20:00 Sandra Rodríguez

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Padre José Mulligan

Tegucigalpa.

La perseverancia en la búsqueda de justicia por casos de desapariciones forzadas, continúa; y eso se demostrará en una serie de eventos que se realizará este sábado 14 de septiembre en la ciudad de El Progreso Yoro, cuando se conmemore al sacerdote James Francis Carney, p.j. estadounidense, mejor conocido como “padre Guadalupe”.

 

El padre Guadalupe, junto  más de 80 personas, entre ellos el doctor José María Reyes Mata,   fue secuestrado el 15 de septiembre de 1983 por soldados del ejército de Honduras y presumiblemente ejecutado en la base del Aguacate, según información del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras.

“He venido a Honduras a participar en los eventos conmemorativos al padre Guadalupe y acompañantes, ya que es importante poner al frente su entrega a la causa, lucha y sacrificio por un cambio social en Latinoamérica” manifestó el Padre José Mulligan, s.j., quien desde 1986 vive en Nicaragua y mantiene una relación muy estrecha con Honduras.

Tuve la oportunidad de conocer al padre Guadalupe, en Detroit, Estados Unidos, él conversaba con sus sobrinos y familiares, les decía que pensaran en que estaban haciendo, dedicados hacer dinero y las repercusiones de su trabajo, que tomaran responsabilidad por las políticas de su gobierno, y hablaba con mucho amor de los pueblos donde hacia misión.

Muchos jesuitas lo conocían, hablan de él con amor, respeto y afecto, aun algunos sacerdotes muy conservadores no compartían su opción por la revolución, pero en Honduras el afecto es mayor.

Eso permite que no se deje en el olvido estos casos de lesa humanidad, en otros países a más de 40 años de violaciones de DDHH, se siguen juicios contra los violadores, hay que ser perseverantes, no solamente por razones históricas, sino por lo que se vive ahora, exigimos justicia hoy.

En tres décadas de desaparición forzada del padre Guadalupe, se supo de la declaración en el New York Times, donde el ex sargento hondureño Florencio Caballero, dijo haber visto al padre Guadalupe, capturado.

También Lucas Aguilera, del movimiento sindical, declaró en el diario La Tribuna que vio en una cárcel  de nueva Palestina al Padre Guadalupe.

Por lo que queda entre dicho que  murió de inanición en la selva, como era la versión del ejército hondureño, explicó el padre Mulligan, quien es un reconocido luchador social, trabaja desde hace años en Nicaragua con las Comunidades Eclesiales de Base, con el Voluntariado Jesuita Internacional, y por ende en otras organizaciones con gente pobre, además es un opositor al funcionamiento de la Escuela de las Américas, SOA.

Melba Reyes, hermana de José María Reyes Mata

El padre Guadalupe, no sólo adoptó un nombre fácil de mencionar en esta tierra, sino que tomó la nacionalidad hondureña, aun cuando era expulsado de esta tierra, en la que hizo práctica su opción preferencial por los pobres, hasta dar su vida en nombre de la liberación, declaró a defensoresenlinea.com, el p. Mulligan.

“Muchas veces, el trabajo de la iglesia en favor de los pobres es individual o asistencialista, (dando de comer o vivienda) pero creo que tenemos que hacer más, porque millones de personas se están muriendo de hambre y nunca ninguna iglesia va a poder ayudar a todos, pero si podemos tratar de cambiar los sistemas y estructuras injustas de la economía”.

En comparación al sistema social de hace 30 años, siempre es una lucha por sobrevivir, no he escuchado a la gente dando gracias a Dios por un cambio apreciable en sus condiciones básicas de vida, por lo que creo que sistema, no es un instrumento de cambio social, sino para preservar las estructuras de poder.

Agregó que, la lucha política-social de organizaciones de campesinos, obreros, ambientalistas, debe ser conjunta y organizada,  “porque si nos amamos unos a otros y amamos a las víctimas de la sociedad, hay que hacer algo por cambiar la situación”.

Si Jesús está siendo crucificado, hay que bajarlo de la cruz, no llorar por él, que representa  a  las víctimas, sino bajarlo. Hacer acciones por la búsqueda de justicia, manifestó Mulligan, haciendo remembranza de las palabras de Ignacio Ellacuría, s.j., rector de la UCA, asesinado en 1989.

Tenemos una deuda histórica con mi hermano “Chema”

A 30 años de búsqueda de verdad y justicia, hemos trabajado junto a la familia del padre Guadalupe y demás desaparecidos en septiembre de 1983, contamos con el acampamiento  del COFADEH, investigamos, buscamos testimonios e información para saber la verdad y como aconteció la desaparición de nuestros familiares, manifestó en la sala de “Memorias Vivas” del COFADEH, Melba Reyes, hermana de José María Reyes Mata.

Hemos encontrado  los restos de algunas personas, pero de mi hermano hay indicios e informaciones pero nada que revele la verdad.

Melba lamenta que su papá y mamá, murieron con la ilusión de conocer la verdad y dar con el paradero del luchador social Chema Reyes.

Recordó que Chema Reyes, andaba por los 40 años al momento de su desaparición, era un hombre que pensaba en la necesidad de justicia y que no existiera desigualdad en Honduras, lo que lo llevó a tomar una opción revolucionaria hasta internarse en las montañas hondureñas por un cambio en el país.

Mi hermano era médico de profesión y vocación, alegre, muy carismáticos y cariñoso con su familia y tenemos con él una deuda histórica, ya que dejó muchos escritos sobre su pensamiento político y social, y aún no lo hemos podido publicar.

Vamos a seguir luchando por la justicia y contra la desigualdad en ese país que cada día está  más hundido en la pobreza, casi un 70 de la población es víctima del sistema desigual, sistema de justicia deteriorado, no hay oportunidades especialmente para la juventud, hay mucha violencia institucionalizada y de todo tipo.

Así vemos que el legado de Chema Reyes,  es fuerte, hay que continuar la lucha por la justicia de manera pacífica, por una Honduras justa, igualitaria y mejor.

Septiembre es un mes que nos junta sentimientos, recordamos a mi hermano con alegría, con valor y esperanza que nos dejó con sus ideales, compartió Elba Reyes.

Fuente: http://www.defensoresenlinea.com/cms/index.php?option=com_content&view=article&id=2769:a-30-anos-de-desaparicion-del-p-guadalupe-sigue-la-busqueda-de-justicia-en-honduras&catid=37:mem-y-imp&Itemid=150

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