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Otra decepción

Sep 24, 2015

Cuando perfilaban las antorchas su luz más libertaria, y cuando parecía que cobraba vigor el reclamo popular por la CICIH y era obvio que fracasaban los intentos toscos del gobierno por desprestigiar al movimiento y por seducirlo con propuestas falsas, emergió en el horizonte cierto fantasmagórico lucero que enviaba la OEA para remediar los males inmediatos y políticos de los hondureños.

Hubo quienes le depositaron su confianza ya que era la posibilidad de un proceso de diálogo urgentemente necesitado antes de que las cosas fueran de mal a peor. El príncipe de los engaños, Biehl del Río, convocó a aliados gubernamentales y protestantes, a comprados e independientes, a resistencia y acomodados, y otorgó a cada cual cinco minutos de gloria expositiva. Luego recogió los bártulos y con los testimonios grabados partió a las frías tierras del norte, donde es frío el corazón, para hacer consultas y maquinar los siguientes pasos.

Semanas luego retornó con un plan bien adobado, cuya suma declaración fue, en síntesis: “Honduras ocupa diagnósticos”… ¡Diagnósticos, augusta maravilla!, largos, técnicos e inquisitivos estudios sobre las dolencias del alma de la patria y sus arritmias contestatarias, los súbitos impulsos de redención que la asaltan, la ira contenida, la repulsa y el asco ante los corruptos, la injusticia legitimada, para lo que discretamente proponía se contratara con millones de dólares a su oficina regional ubicada en Washington, tras lo cual los hondureños disfrutaríamos de vida en paz y felicidad…

No existió diálogo. El “facilitador” ––que ignoramos lo que facilitó–– escuchó adormiladamente, extrajo sus personales conclusiones y se largó a diseñar un plan pirujo, inventado sobre la base de sus propios intereses, no con las exigencias de los ciudadanos. Nunca sentó a la mesa a los contendientes para dirimir posiciones, jamás fungió como moderador o conciliador, la tribuna fue exclusivamente suya y hubo ausencia absoluta de debates, polémica, discusión acerca de peticiones y principios y, lo peor, no hay actas públicas de lo tratado. El tal “diálogo” ni siquiera consiguió los propósitos de la convocatoria, aproximar a los hondureños en torno a un fin común, y más bien los empujó a atrincherarse como fuerzas opuestas pues lo que Biehl del Río hizo fue burlarse del decoro de los indignados adoptando posiciones a favor de la postura gobiernista, desdeñar la posibilidad de la CICIH, criticar a políticos dirigentes de la oposición y jugar vulgarmente, con humor etílico, con que si era una SEXY la que necesitábamos los hondureños…

En varias e históricas ocasiones las amadas patrias de Latinoamérica han sido escenario de cantinfladas políticas y protocolarias, pero esta gestada por OEA conquista el máximo galardón, muy merecidamente, de ridiculez y esterilidad.

Tampoco nos extrañemos. La conducta de OEA siempre coqueteó en nuestras tierras con la burguesía apátrida, así como disimuló la corrupción e impunidad de los políticos de turno. Y no pudo ser distinto hoy, cuando la oligarquía local está urgida de avales internacionales.

La historia de la OEA ––en cuanto organización pluriestatal–– registra escasos instantes de respeto pues fue a menudo cómplice en el atropello a las soberanías latinoamericanas. Recuérdese si no a la Guatemala de Árbenz Guzmán, la Cuba de Castro, el asediado régimen de Allende, la Grenada de Bishop, la Nicaragua del FSLN, El Salvador del FMLN en armas, el fallido diálogo tras el golpe de Estado de 2009 y otros en que respondió más a políticas ajenas que al legitimo anhelo de los pueblos.

Su “facilitador” recientemente enviado más bien allanó el camino para que el régimen que desgobierna opere sus programas proselitistas y siga hacia su propia y dictatorial “vida mejor”, del mismo modo que avaló la represión oficial contra los sectores que no sólo rehuyeron sentarse ante el cubierto de plata de la mesa convocada sino que fijaron con precisión que no puede denominarse diálogo a las conversaciones y acuerdos de un solo sector del ancho espectro de la conflictividad nacional.

Partió el diz que “facilitador” y dejó intactas las dinámicas de inestabilidad y repulsa ciudadana. No solamente clausuró rutas inéditas sino que confirmó, sin quererlo, que las propuestas palaciegas son mal camino y que las calles indignadas deben oponerse a legitimar acuerdos con cúpulas viciosas. La senda libertaria no existe sin movimiento indignado y menos contra el mismo, ya que representa la más íntima voluntad ciudadana.

Puertas al campo 

Las puertas de la voluntad colectiva hondureña deben permanecer abiertas para generar diálogos e iniciar debates nacionales en que intervengan todos los sectores de la sociedad y donde cada propuesta se respete como igual; sólo el consenso puede allanarlas o descartarlas.

La base de tal diálogo incluyente exige la instalación de la CICIH, la renuncia del Fiscal General y su adjunto, investigación y enjuiciamiento de personas relacionadas con el saqueo al IHSS, incluyendo al presidente Hernández y su equipo de trabajo cercano, transformaciones a la Ley Electoral, escogencia ––sin interferencias ni manipulaciones–– de la Corte Suprema de Justicia, la derogación del decreto reeleccionista y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente originaria, popular y democrática que redacte una nueva Constitución contentiva de un moderno y humanista pacto social.

Para tal proceso conviene el acompañamiento de autoridades internacionales confiables, tipo ONU y CELAC, y requiere asimismo la asistencia de todos los sectores nacionales, incluyendo el oficial, aunque sin preponderancia ni coordinación del Ejecutivo ni de quienes designe, así como sin la presencia ––hecho ahora tragicómico— de cierta inoportuna y mal representada OEA.

Para el pueblo hondureño esta debe ser la última y grosera decepción permitida. Cualquier otra propuesta conciliadora debe provenir exclusivamente de las organizaciones populares, las que deben asumir la dirección de los acontecimientos, nutrirlos con el mejor pensamiento político y precisar con exactitud los objetivos que el desarrollo histórico de la nación exige… Y a los malos facilitadores que se los lleve el País de Indignados.

 

Septiembre 24, 2015

 

ISMAEL MORENO, sj

DARÍO EURAQUE

RODOLFO PASTOR FASQUELLE

VÍCTOR MEZA

EDUARDO BÄHR

PATRICIA MURILLO

WILFREDO MÉNDEZ

HUGO NOÉ PINO

HELEN UMAÑA

EFRAÍN DÍAZ ARRIVILLAGA

MAURICIO TORRES MOLINERO

RAMÓN ENRIQUE BARRIOS

JULIO ESCOTO

Fuente: http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/coberturaespecial/indignados-e-indignadas/item/2406-otra-decepci%C3%B3n

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HONDURAS: NO HAY TAL ODIO, CARDENAL RODRÍGUEZ M.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Rodolfo Cortés Calderón

Lo que hay en un gran sector del pueblo hondureño es INDIGNACIÓN por la burla a que lo han sometido desde tiempos inmemoriales los corruptos políticos, oligarcas, militares y clérigos de las cúpulas Católica, Evangélica y Protestante. Así de sencillo Cardenal ÓSCAR ANDRÉS RODRÍGUEZ MARADIAGA. No puede haber tal odio en personas sencillas, indefensas, marginadas que sólo han recibido de los poderes fácticos humillación. Ya imaginamos las angustias y vergüenzas que vive FRANCISCO, el obispo de Roma, con clérigos de la clase de los obispos de Tegucigalpa aliados a gobiernos tan corruptos como los de PORFIRIO LOBO SOSA  y JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ. El pueblo hondureño por antonomasia es generoso, caritativo, solidario y quienes han destilado y vaciado odio hacia ellos son los sectores corruptos con los que ustedes han estado coludidos destruyendo sus esperanzas.

A continuación acotaremos y responderemos sólo algunos párrafos de lo dicho a un periódico nacional por el Cardenal Rodríguez M.:
1) «Nuestra Honduras está enferma, está enferma de odio. No podemos seguir así, el odio solo engendra más odio y violencia, no podemos seguir repitiendo la página horrible de un hermano que mata a su hermano, la página de Caín y Abel, todos somos hijos de Dios”
R/ Los enfermos de odio son los oligarcas que ustedes apoyan y que están llenos de  avaricia, ostentación, derroche e impunidad. No han dicho una sola frase de los muertos y el saqueo de las instituciones del Estado, incluyendo el inclemente despojo del IHSS.

2) «Honduras es de todos» y que «no cabe la ideología del pensamiento único». R/ Es correcto Honduras es de todos pero ustedes y los oligarcas se quedan siempre con la tajada más grande; cada día que pasa Honduras es menos de los hondureños y ustedes actúan como cómplices. Y por qué no habla o critica a su infame y salvaje ideología (sistema) capitalista que se ha apoderado de toda la institucionalidad hondureña y tiene como pordiosero al pueblo.

3) El también arzobispo de Tegucigalpa considera que en el presente siglo el mundo no abre los brazos a los inmigrantes, sino que al contrario, «edifica muros en todas partes» emulando la edad media, cuando se levantaban «ciudades amuralladas para no recibir a nadie».

R/ En Honduras no hubieran emigrantes,  si la oligarquía que Ud. defiende  no despojara a los campesinos de sus tierras; no entregara a las empresas  transnacionales sus bienes naturales; abriera fuentes de trabajo y no saquearan los dineros de la SAG, del TASÓN y de los institutos de previsión para establecer proyectos productivos o negaran a los trabajadores  salarios justos, sus pensiones y jubilaciones. A la oligarquía hondureña sólo le interesan los dólares de los emigrantes, de los retornados obligados nada.

4) Agregó que en lugar de destruir, los hondureños se deberían dedicar a edificar con el amor, el diálogo y el respeto mutuo.

R/ Los únicos que edifican y comparten con amor en Honduras son las clases desposeídas, marginadas y empobrecidas, contrario a lo que hace la clase oligarca, avara y sedienta de poder que se dedica a esquilmar los fondos y bienes naturales de los pobres y que usted defiende.

5)»¿Hasta cuándo vamos a seguir observando el tiempo mal gastado e insultante de los que no respetan a su prójimo y utilizan las redes sociales para denigrar, matar el nombre y la fama de los demás y, en fin de cuentas, sembrar odio? Eso es complicidad con el mal», acotó.

R/ Imaginamos que esto es en referencia a los señalamientos públicos de testaferro que le hacen a su Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, JUAN JOSÉ PINEDA FASQUELLE, por los 30 millones de Lempiras que anualmente recibirá del gobierno de Honduras,–de un total de 1,000 millones de Lempiras que supuestamente recibirá– para realizar “proyectos invisibles” (¿campaña electoral del partido Nacional?) denunciado por varios medios de comunicación. No sabe usted Cardenal que el Estado de Honduras es laico y aconfesional desde que Francisco Morazán fue Jefe de Estado.

Las iglesias jerárquicas tanto Católica como Protestantes desde tiempos antiguos han estado ligadas a los poderes imperiales, pero también dictatoriales, sino recordemos como apañaron el fascismo de MUSSOLINNI, HITLER y FRANCO. Estas dos iglesias y otras, recibieron y reciben aun en Alemania de parte del Estado anualmente millones de Euros por acallar el Holocausto Nazi, que implicó el asesinato de millones de personas comunistas, judíos y socialistas. En Alemania desde aquella época los ciudadanos pagan impuestos que se entregan a las iglesias para obtener su silencio. Por eso es que estas iglesias, principalmente la Católica alemana es tan rica y poderosa que es capaz de poner y quitar gobiernos y poner Papas, como Eugenio Pacelli -PÍO XII (1939-1958), Karol Wojtyla -JUAN PABLO II (1980-2005) y Joseph Ratzinger-BENEDICTO XVI (2005-2013); haber influido en la caída de los gobiernos soviéticos (URSS) y haber impuesto como presidente de Polonia a LECH WALESA.  

En 1933 Alemania tenía alrededor de  60 millones de habitantes, de los cuales el 66% eran Protestantes y 33% Católicos y en el siguiente documento podemos confirmar la influencia que tuvo la iglesia Católica en la geopolítica europea de aquellos años.

En la página WEB  ¿ES POSIBLE LA PAZ?,  Encontramos el artículo llamado El NAZISMO Y LA IGLESIA CATÓLICA: UNA ALIANZA OLVIDADA, que señala: “Hoy hablamos a menudo del nazismo, hay infinidad de filmes, documentales y artículos sobre ello. Aparentemente parece haber una buena información sobre ese tema, aunque en realidad estamos ante otro caso donde abunda la cantidad y escasea la calidad. Hasta tal punto es así que si alguien de aquella época, cualquier alemán y especialmente los dirigentes políticos y económicos de aquel momento, viese lo que se comenta ahora sobre su momento histórico, seguramente no entendiesen que se estaba hablando realmente de lo que allí aconteció. Digo todo esto porque hoy se presenta al nazismo en gran medida descontextualizado, descontextualizado de sus principales promotores e impulsores, social, histórica, económica y religiosamente, cuando todos estos factores tuvieron una importancia capital en su desarrollo y llegada al poder. Especialmente olvidados son dos de estos aspectos que más contribuyeron a que todo esto se pudiese dar, me refiero a las facetas económica y religiosa, cuyos poderes, el económico y el religioso, empujaron y posibilitaron para que el partido nazi dominase Alemania y más tarde Europa.

Sobre el apoyo desde sus orígenes al movimiento nazi por parte del mundo de los negocios y posteriormente en pleno poder, ya elaboré dos artículos que recomiendo su lectura para entender cómo ocurrió este suceso histórico: La influencia del poder económico en el auge del nazismo y Las corporaciones y el fascismo: una vieja alianza.

Sobre la influencia del poder religioso en el progreso del nazismo, enfocado aquí a la ayuda de la Iglesia católica, hablaremos en este artículo.

En la no fácil llegada al poder político por parte del partido nazi en Alemania, tuvo que luchar contra poderosos rivales, uno era tan insalvable que parecía no haber opción. Se trataba de la unión política entre políticos moderados, tanto del partido socialista como del partido católico, que rechazaban cualquier extremismo. Esto hacía inviable que los nazis pudiesen controlar el Parlamento. No obstante, el problema del partido católico parecía tener una solución, y de hecho esto ya había sido resuelto con éxito en otro lugar donde triunfó el fascismo, en Italia. Allí, los fascistas, en confabulación con la jerarquía eclesial, anularon al partido católico, permitiendo la llegada al gobierno de Benito Mussolini.

Visto este precedente histórico, Hitler, que era cristiano, a diferencia de Mussolini, buscó un acercamiento a la jerarquía católica. Hasta tal punto cedieron los nazis que prometieron algo que a la Iglesia le había costado mucho conseguir en Alemania, donde sus relaciones siempre habían sido difíciles debido a sus posturas intransigentes en política y religión, esta promesa era la firma de un Concordato.

Hitler prometió que la Iglesia católica tendría una especial posición de privilegio en el Nuevo Reich si el Vaticano usaba su influencia para asegurarle el voto del Partido del Centro [el partido católico]. El Vaticano acordó, y Hitler hizo una promesa adicional de que en la declaración inaugural de su Gobierno haría una declaración pública que efectivizaría el privilegio prometido.

Así, el 23 de marzo de 1933 el partido católico votó en el Parlamento por Hitler.

Ya en abril, mayo y junio de ese año se llevaban a cabo las negociaciones del Concordato. Tal era el apoyo, que el prelado Kaas, líder del partido católico, en su estancia en Roma durante este proceso de negociación describiría a Hitler como:

…el portador de elevados ideales quien hará todo lo que es necesario para librar la nación de la catástrofe.

Estas declaraciones recordaban a la de los altos dignatarios católicos en favor de Mussolini cuando les salvo de la quiebra y les dio y restauró propiedades y poder.


En este ambiente de concordia entre nazis e Iglesia católica, Hitler diría:

De la manera como vemos en el Cristianismo el firme fundamento de la vida moral, así es nuestro deber cultivar relaciones amistosas con la Santa Sede y desarrollarlas.

El Papado ejerció entonces su poderosa influencia, ordenando a su clero instruir a los católicos sobre el buen camino emprendido por los nazis, convirtiendo a aquellos de dudosas intenciones y carácter violento en un referente al que apoyar y votar. Los resultados electorales mostrarían este cambio ejercido por el poder eclesial en las opiniones de los alemanes, los nazis aumentarían sus votos, su poder y su respetabilidad.

Otro aspecto poco ejemplar y bastante silenciado, es que Hitler hizo un trato con el Vaticano en el que pedía a la Iglesia que no interfiriera ni protestara contra la persecución que ya tenían en marcha los nazis contra los comunistas, los socialistas y los judíos, e incluso contra miembros díscolos de la propia Iglesia. Curiosamente todos ellos eran enemigos tradicionales e históricos de Roma (la jerarquía eclesial), los judíos especialmente también, no fue por ello difícil a los nazis utilizarlos como chivo expiatorio, ya que así habían sido usados durante siglos en el mundo cristiano. Desde los orígenes del cristianismo se persiguió al judaísmo, a pesar, y seguramente por eso, de que Jesús de Nazaret fuese exclusivamente judío y no cristiano.

La «autoridad» [la Iglesia católica] que reclama ser la autoridad moral del mundo fue prácticamente la única que no profirió una sola palabra en defensa de los perseguidos, o de reproche a los Nazis. Sería bueno recordar que esta fue la misma «autoridad» que le pidió al pueblo español a que desobedeciera a su gobierno [durante la Segunda República], y que inició una revuelta armada en México llamando a una santa cruzada contra el comunismo.

El partido católico finalmente cedió a las presiones y órdenes del Vaticano para que no fuera un obstáculo al partido nazi, y el 5 de julio de 1933 se llevaba a cabo su disolución. Eugenio Pacelli, que sería el futuro Papa Pio XII y que había sido nuncio apostólico en Alemania, en Baviera, y ahora era Secretario de Estado del Vaticano, decía para calmar los ánimos de los católicos:

A causa de la exclusión de los católicos como un partido político de la vida pública de Alemania, cuánto más necesario es que los católicos, privados de representación política, encuentren en los pactos diplomáticos entre la Santa Sede y el Gobierno Nacional Socialista las garantías que puedan asegurar para ellos, por lo menos, el mantenimiento de su posición en la vida de la nación. Esta necesidad es sentida por la Santa Sede, no solo como un deber hacia sí misma, sino también como una responsabilidad solemne ante los católicos alemanes, para que estos no puedan desaprobar al Vaticano por haberlos abandonado en un momento de crisis.

Concluimos: históricamente todas las jerarquías religiosas han estado aferradas a los poderes mundanos (políticos, sociales y financieros) aunque siempre estén predicando  y haciendo bulla y satanizando de manera hipócrita el poder terrenal, sin embargo, siempre han vivido de los dineros de los pueblos y de los incautos en vez de dedicarse a “salvar” almas descarriadas y a construir una sociedad fraterna y justa que es su verdadero rol.

¡Juzgue usted!

23 de septiembre 2015

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‘The End of Power’ for LatAm’s Underworld

Moises Naim's 'The End of Power'

“From boardrooms to battlefields and churches to states, why being in charge isn’t what it used to be,” reads the front cover of best-selling book “The End of Power.” The same is true for underworlds across Latin America.

In his book, author Moises Naim lays out how and why power is seeping out of the hands of traditional elites and into those of upstarts around the world. Naim stresses that this process is occurring in a wide range of our most cherished institutions, from political parties to militaries to businesses and religions. However, a similar dynamic is also playing out within the confines of a much more nefarious realm: organized crime in Latin America.

Below, InSight Crime identifies four ways in which the changing nature of power outlined by Naim also applies to the region’s organized crime landscape.

1. The Fall of Big Power

Naim states that by the beginning of the twentieth century, power had become synonymous with size. “Whether we call it Big Business, Big Government, or Big Labor, this triumph of large, centralized organizations validated and reinforced the increasingly common assumption that big was best,” Naim writes.

The Big revolution didn’t take place in Latin American organized crime until the latter half of the 20th century, but when the movement hit, it quickly made up for lost time. Criminal organizations that emerged in the 1970s and 1980s such as the Guadalajara Cartel in Mexico and the Medellin Cartel in Colombia were large, highly organized structures capable of moving enormous quantities of cocaine and controlling multiple links of the drug supply chain.

But Big power is fading. In business, the dominance of powerful media companies such as the New York Times is eroding, even as the ability of large armies to protect national security interests is diminishing, Naim argues.

If anything, the fall of Big power has occurred at an even faster clip among organized crime syndicates in Latin America. Due in part to sustained security crackdowns, the powerful cartels that once dominated the Mexican and Colombian underworlds have fragmented. Once boasting a power base that often rivaled or outmatched that of the state, groups like the Gulf, Juarez and Tijuana cartels in Mexico and the Cali, Medellin and Norte del Valle cartels in Colombia are now either defunct or a shadow of their former selves.

It is worth noting that this diffusion of criminal power has not only taken place in Mexico and Colombia, although that is certainly where it has been most pronounced. For example, a series of arrests of high-level criminal bosses has also led to the fragmentation of Honduras‘ underworld.

2. The Rise of Micropowers

According to Naim, large corporations, political parties and churches are increasingly being threatened by what he calls “micropowers.” These new start-up companies, religious movements and grassroots political parties are challenging and even supplanting established institutions like never before, the author states.

This argument would resonate with anyone familiar with the wave of small, localized criminal groups that have sprung up across Latin America in the wake of the downfall of the big cartels. Many of these “micropowers,” as Naim would describe them, are now operating independently or maintain only loose affiliations to larger, transnational criminal networks.

To extend the analogy further, some of these emergent criminal groups have managed to seize enormous amounts of power from the established cartels. Largely unknown just months ago, the Jalisco Cartel – New Generation (CJNG) has quickly become “among the most powerful drug trafficking organizations in Mexico,” according to the US government. Meanwhile, the Guerreros Unidos — a splinter cell of the once muscular Beltran Leyva Organization — gained international notoriety last year for their participation in the disappearance of 43 students in the southwest state of Guerrero.

SEE ALSO: Mexico News and Profiles

Again, these changes aren’t just occurring in Mexico and Colombia. There is growing evidence fragmentation has enabled smaller criminal outfits in countries like Costa Rica, Argentina, and Paraguay to take on a larger role in the transnational drug trade as well.

3. Power is Decaying

Perhaps the most provocative argument Naim makes is not that power is shifting, but rather that it is in fact decaying. As a result of global revolutions in technologies, attitudes and mobility, leaders of fields and institutions are seeing diminishing returns on their power, the author says. “Even as rival states, companies, political parties, social movements, and institutions or individual leaders fight for power as they have done throughout the ages, power itself — what they are fighting so desperately to get and keep — is slipping away,” Naim writes.

Likewise, criminal groups in the region find themselves fighting for dominance in a world in which their influence is shrinking. To be sure, drug traffickers are still able to wield significant power over the state by corrupting politicians, security forces and other government institutions. As recent corruption scandals in Guatemala have shown, in some cases high-level political and criminal operators are in fact two sides of the same coin.

Nonetheless, criminal groups in Latin America can no longer use brute force to hold security forces in check like they once could. In the 1980s, notorious drug lord Pablo Escobar and his Medellin Cartel waged war against the Colombian government over the issue of extradition — and won. As recently as the late 2000s, a fierce battle between the Sinaloa and Juarez cartels quickly turned Mexico‘s northern border city of Ciudad Juarez into the murder capital of the world.

Probably the closest thing to an all-out assault on law enforcement today is the escalating conflict between street gangs and security forces in El Salvador. A breakdown of the country’s 2012 gang truce has led to historic levels of violence amid increased clashes between gangs and police, resulting in a security climate resembling that of a low-intensity war.

4. End of Power Leads to Instability

Naim suggests the fall of large bureaucracies steeped in institutional knowledge, coupled with the rise of rule-breaking newcomers, has made our world increasingly unstable. “If the future of power lies in disruption and interference, not management and consolidation, can we expect ever to know stability again?” Naim asks.

That same question could be asked about Latin America’s organized crime landscape. Of course, underworlds have always been prone to seismic shifts — instability is an inherit feature of an environment in which the most dominant players can be captured or killed at any moment.

That being said, the fall of powerful criminal leaders has injected a much greater deal of uncertainty into the region’s underworld. The criminal lifespans of top bosses is now months, not years, raising questions about how the balance of criminal power may shift in the future.

Might the emerging micropowers in countries like Argentina and Paraguay assert themselves by grabbing a bigger stake in the transnational drug trade? Will the region’s last truly dominant power, Mexico‘s Sinaloa Cartel, manage to avoid the fate of its fallen counterparts? And what would be the implications for Colombia if the country’s largest guerrilla group — the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC), which is believed to make no less than $200 million from the drug trade — were to lay down their arms and sign a peace agreement with the government?

These are some of the most burning questions facing InSight Crime as Latin America’s criminal landscape transitions to the “end of power” stage.

Fuente. http://www.insightcrime.org/news-analysis/4-reasons-why-underworlds-latin-america-are-experiencing-end-of-power

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OEA pierde autoridad en diálogo hondureño, según analista

Sep 18, 2015

Ante la ruta al fracaso que está llevando el llamado “diálogo nacional”, el director del Centro de Estudios para la Democracia, Cespad, Gustavo Irías propone que el país debe apostarle al Diálogo Ciudadano que involucre a los diferentes sectores que se han movilizado y que se han declarado en indignación ciudadana.

“Son sectores que se caracterizan por una gran diversidad en sus enfoques, en sus planteamientos, y una tarea urgente y fundamental es que todos estos sectores, desde la ciudadanía, puedan sentarse, puedan dialogar sobre su imaginario de país, puedan concertar una agenda y puedan concertar un plan único de acción en contra de la corrupción y en contra de la impunidad,” expresó Irías.

La Organización de Estados Americanos, OEA, que es quién va  a la cabeza de este diálogo con su mediador John Biehl del Río, ha informado que ya hay dos fases cumplidas del diálogo. La primera fue algo así como una especie de catarsis, y en su momento así lo definió el propio mediador, en esta fase acudieron todos los sectores o la mayoría.

Luego la OEA nos dice que puso en marcha la segunda fase en la que básicamente escucharon a otros sectores con poder económico y político, aquí hablaron con los empresarios y los representantes máximos de los partidos políticos sobre todo del oficialismo. Esta segunda fase concluyó con la presentación al gobierno de la llamada propuesta encaminada a transformar el sector justicia de Honduras. Y está a punto de comenzar la llamada tercera fase de la que aún no se conocen cómo se va a desarrollar.

Radio Progreso (RP) conversó con el analista Gustavo Irías (GI) sobre el diálogo en Honduras y el rumbo que está tomando.

RP. ¿Cómo valora el diálogo que se está dando en el país?

GI. Hemos asistido a dos fases de lo que se ha llamado crear las condiciones del diálogo, un pre-diálogo, y realmente en la primera fase hubo éxitos relativos en tanto que el facilitador enviado por la OEA, John Bielh del Río, logró conversar con todos los actores involucrados en este conflicto, que en torno a un sistema más efectivo de justicia, busca reducir los niveles de corrupción e impunidad que ha planteado la ciudadanía en la calle.

RP. ¿Qué pasó en la segunda fase?

GI. En la segunda fase se esperaba que hubiera dejado como resultado una aproximación de lo que sería una ruta para el diálogo, pero la gran sorpresa desde la oposición indignada particularmente y de todos los sectores, que hubo fue una propuesta muy alineada con el mismo planteamiento gubernamental de un sistema integral de impunidad y corrupción que no es precisamente lo que se demanda desde las calles que es la instalación de una Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad.

RP. ¿Se podía esperar algo distinto?

GI. De una y otra manera había algún grado de expectativa de que este fuera un camino en el cual pudiera avanzarse hacia algunas aproximaciones y que las demandas que están en las calles pudieran encontrar un espacio en las mesas y que por lo menos pudieran ser consideradas.

RECOMENDAMOS: Diálogo Nacional: ¿Fracasó la facilitación de la OEA?

RP. Para usted, ¿en qué fase está este diálogo?

GI. Estamos en una fase de preparación hacia un diálogo pero, creo que el resultado de la segunda fase nos plantea que no avanzamos en la preparación hacia ese diálogo.

RP. ¿En qué tipo de país se está intentando este diálogo?

GI. Este es un país, que el mismo facilitador lo llegó a decir en algún momento, que es un país caracterizado por la crispación, por la falta de confianza y por los rencores entre los diversos sectores sociales y políticos.

RP. ¿Cuál es el mensaje de ese resultado?

GI. Que no encontró condiciones para el diálogo o que simplemente en función a su imaginario de esta problemática que está planteada en el país a partir de mayo, por lo menos desde que está la gente en la calle protestando y exigiendo una comisión contra la impunidad, terminó alineándose a uno de los sectores impunes, en este caso al sector gubernamental.

RP. ¿Qué piensa de la forma cómo se retiró el mediador del diálogo?

GI. Se retiró del país dándonos muestras de un perfil que se aleja de todo facilitador o mediador de un diálogo, gestionar un conflicto al interior del país. Y se retiró dando declaraciones, a mi manera de pensar, muy irresponsables sobre actores importantes tanto de la oposición social como de la oposición política.

RP. ¿Por qué estas declaraciones de un mediador?

GI. Lo que nos dice es que John Biehl del Río, en esta segunda fase, se alejó por completo de su rol de facilitador o de mediador del conflicto político. Tomó partido por el gobierno y terminó planteando una respuesta para la reforma al sector justicia que se suscriben en reformas cosméticas, no son reformas a fondo.

RP. ¿Cuál es la función principal de un mediador?

GI. Aproximar a actores que están en posiciones diferentes y poder encontrar la metodología, las maneras de que puedan sentarse, de poder conocer las posiciones de cada quién, de poder ubicarlas en una agenda y si es posible en una mesa, al final de cuentas pueden haber diversas metodologías.

RP. ¿Qué se juega la OEA con el diálogo en Honduras?

GI. Es una oportunidad para la OEA levantar ese nivel de un organismo inoperante, de un organismo ineficiente para intervenir en los conflictos sociales y políticos que se han generado en diversos países de América Latina, y que realmente los resultados entregados por la OEA han sido muy decepcionantes.

RP. La Cicih, ¿es un tema enterrado en el diálogo que impulsa la OEA?

GI. Desde el momento que nos deja esa declaración que fue muy clara, prácticamente sí podemos decir que se ha dejado de fuera la Cicih. Desde la mirada de la OEA, desde la mirada de un facilitador, de un funcionario internacional, de manera muy irresponsable se ha desconocido precisamente lo que lo trajo al país que es la demanda de la ciudadanía que ha estado y sigue estando en las calles de manera permanente.

RP. ¿Debe continuar John Biehl del Río como facilitador del diálogo?

GI. John Biehl del Río y la Organización de Estados Americanos han perdido toda credibilidad, toda confianza y lógicamente la capacidad de poder facilitar un diálogo en un país polarizado, crispado y en el cual existen alto grado de desconfianza en los diferentes actores políticos.

RP. ¿Cuál es el futuro del diálogo en Honduras?

GI. La posibilidad de un diálogo imaginado, donde estén toda esta diversidad de actores políticos y sociales en una sola mesa creo que ha quedado postergado, no podemos decir que esté enterrado pero si postergado.

RP. ¿Qué diálogo hay que impulsar?

GI. El diálogo ciudadano, es el diálogo de los diferentes sectores que se han movilizado y que se han declarado en indignación ciudadana. Son sectores que se caracterizan por una gran diversidad en sus enfoques, en sus planteamientos, y una tarea urgente y fundamental es que todos estos sectores, desde la ciudadanía, puedan sentarse, puedan dialogar sobre su imaginario de país, puedan concertar una agenda y puedan concertar un plan único de acción en contra de la corrupción y en contra de la impunidad.

Fuente: http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/noticias/item/2392-oea-pierde-autoridad-en-di%C3%A1logo-hondure%C3%B1o-seg%C3%BAn-analista

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La posibilidad de la independencia nacional

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Ahora casi todos los políticos hondureños afirman ser admiradores de los que impulsaron la independencia, se declaran  seguidores de José Cecilio del Valle, Pedro Molina, José Matías Delgado, pero también de  Mariano de Aycinena y Mariano de Beltranena, algunos de ellos firmantes del acta de independencia; viejos funcionarios coloniales, comerciantes, hacendados, admirados por actuales políticos y considerándolos por igual, sin diferencias,  como humanistas a carta cabal.
Tal admiración puede significar que son  continuadores directos de ese proceso; por si alguien duda, los gobernantes se declaran afines al humanismo cristiano en tiempos de eficacia, competividad, eficiencia, libre mercado y fuerte campaña por vender porciones del país bajo el nombre de zonas especiales de desarrollo. Es decir, en tiempos en donde la idea de humanismo suena a puro anacronismo y está desechada de la práctica de los políticos tradicionales. Aunque existe la no tan remota posibilidad de salvar ciertos elementos del humanismo renacentista que concebía a la persona como integra,  racional, emotiva, respetuosa, solidaria y tolerante. Todo ello no es tomado en cuenta por los abanderados del pensamiento neoliberal, del supuesto humanismo cristiano, que han hecho de la cultura, los valores ciudadanos y de la identidad nacional, elementos absolutos, rígidos, útiles, para uniformar las opiniones y para imponerlos desde un sistema comercial y educativo que hace tabla rasa de las ideas y de los gustos.
En septiembre es cuando más se esfuerzan por mostrar patriotismo, su  humanismo, con la mano en el pecho y al ritmo de marchas militares. Es en este mes en donde vimos la opera burlona, grotesca de la OEA con su mediador tratando de apuntalar al gobierno ladrón de Juan Hernández y desacreditando a los opositores; es el mes de las masacres en Choloma, voraces incendios en los mercados capitalinos, de los diez asesinatos de mujeres en todo el país, doce muertes violentas en Tegucigalpa y  la prohibición de portar sombrillas y otras armas de destrucción masiva en el estadio de la independencia. Es tanta la libertad que tenemos que se ocupan doce mil militares el 15 de septiembre para que algunas personas simulen que hay seguridad. Son apenas quince días de un mes en donde se hace gala de civismo, seguridad y apertura democrática. Tales son los nuevos elementos del discurso oficial con la muerte segando vidas en el territorio nacional.
Es Honduras, la de Valle, Morazán, Visitación Padilla, Manuel Flores, Margarita Murillo, Daniel González (Jerónimo) y Vanessa Zepeda; pero también es la del entreguista gobierno de Roberto Suazo Córdova, la de  Juan Hernández y su pandilla de ladrones; con la más importante instalación militar norteamericana en América Latina y la incontestable presencia económica  y política de la narcoactividad; es donde se ponen en práctica avanzados sistemas de seguridad que promueven inseguridad colectiva; donde funcionarios públicos declaran ser parte del asalto al sistema de seguridad social y se lleva a cabo una profunda operación de privatización de los sistemas de previsión con leyes recién creadas; y es aquí, en donde con mucha lentitud y paciencia, a veces con imperceptibles acciones, se van edificando sencillos elementos identitarios desde los movimientos sociales y políticos, diversas y complejas identidades que nutren la conciencia nacional, que contribuyen en la formación popular que permita la puesta en su lugar de todos los gobernantes desde el momento de la independencia. Esos y otros elementos son los componentes activos de nuestra historia, contradictorios, inseparables, dinámicos, que participan en la vida diaria y nos impactan.
El Estado nacional contiene todos esos momentos y el grupo dominante le ha inculcado un fuerte sello entreguista, servil, organizando cuerpos de seguridad eficientes para enfrentar y controlar a lo que llaman “enemigo interno”, o sea, contra los que han pugnado por formas de relaciones más democráticas en una Honduras que logre elevados grados de independencia. La posibilidad de un país más digno y justo fue indicado por algunos próceres, en tal sentido se requiere mejor comprensión de la obra de Valle y Morazán, sacarlos de los museos y bajarlos de las estatuas en donde los han congelado los grupos políticos y económicos que han dominado el país. Incluso, hay detalles que parecen muy simples pero sugerentes, puede verse en el Morazán del parque central, espada en mano, señalando el futuro. La espada es el medio, desde ella se indica el rumbo.

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El acuerdo de Honduras con el FMI incluye medidas de austeridad que podrán empeorar su situación, descubre una nueva investigación de CEPR

15 de septiembre, 2015

Contacto: Dan Beeton, This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Washington, D.C. – Mientras los gobiernos de Estados Unidos y Centroamérica continúan discutiendo cómo frenar el número de personas que dejan los países centroamericanos a través de la frontera de Estados Unidos, un nuevo trabajo de investigación del Center for Economic and Policy Research (CEPR) señala que el acuerdo de Honduras con el Fondo Monetario Internacional (FMI) puede prolongar los problemas económicos del país; como los altos niveles de pobreza, desempleo y la elevada desigualdad. El documento, «Honduras: austeridad del FMI, política macroeconómica e inversión extranjera«, del analista de CEPR, Stephan Lefebvre, explica que el acuerdo —que otorga a Honduras 189 millones de dólares en financiamiento durante tres años— incluye numerosas medidas de austeridad, a pesar de que el país tiene un mercado laboral débil y una creciente pobreza;  y además, ofrece muy poca protección a los sectores más vulnerables de la sociedad. Como condición del acuerdo, las autoridades hondureñas aceptaron implementar una consolidación fiscal que asciende al 6,5 por ciento del PIB en cuatro años, además de las llamadas «reformas estructurales», que incluyen privatizaciones, reformas de las pensiones y despidos en el sector público.

«El año pasado, miles de personas huyeron de Honduras hacia los EE.UU. debido a la inseguridad, a las instituciones rotas y al deterioro de la economía», señaló el codirector de CEPR, Mark Weisbrot. «Sin embargo, las recetas del FMI son propensas a debilitar aún más la economía y a empeorar los problemas de Honduras».

«El mercado laboral de Honduras todavía no ha vuelto a su nivel previo a la recesión global, y tanto la pobreza como la desigualdad permanecen muy altas, con pocas señales de mejora», dijo Weisbrot. «Después de un programa de austeridad —que el propio FMI parece reconocer que será muy impopular— es probable que se genere un mayor deterioro».

La investigación señala que:

• La medida más amplia de desempleo y subempleo aumentó desde el 35,5 por ciento de la fuerza laboral en 2008 al 56,4 por ciento en 2013. Es muy probable que la implementación de medidas de austeridad en este contexto haga que la situación empeore.

• Tanto el momento de ejecución como la composición de la consolidación fiscal  resultarán en que probablemente los costos de las medidas recaerán de forma desproporcionada sobre la mayoría pobre del país. Los recortes del gasto se dirigen a los trabajadores del sector público, el gasto en la capital y los gobiernos locales.

• Una parte significativa de los recortes de gastos está orientada a la masa salarial del gobierno, que se espera que disminuya en un 1,7 por ciento del PIB para el año 2017. Si se implementara por completo, el programa del FMI reorganizará fundamentalmente el sector público de Honduras a través de medidas de austeridad y un programa de reforma radical el cual resultará en una privatización de hecho de, una parte importante de la economía.

• Más de tres cuartas partes de la meta de consolidación fiscal es alcanzada para 2015, si bien el programa de consolidación abarca un periodo de 4 años. Con respecto al calendario de reformas, el acuerdo menciona la posibilidad de una «fuerte resistencia» a estas medidas de austeridad, y explícitamente apunta a realizar estos cambios mucho antes de las elecciones generales de 2017.

• El plan contiene sólo una disposición destinada a proteger a la mayoría de la población empobrecida de Honduras: un mínimo en el gasto social de un 1,6 por ciento del PIB, algo insuficiente tanto en tamaño como en alcance.

• El plan del FMI para hacer frente a los grandes y persistentes déficits en la cuenta corriente se basa principalmente en que Honduras siga recibiendo grandes ingresos netos de inversión extranjera directa (IED).

«La estrategia de dependencia de la inversión extranjera que favorece el FMI está llena de riesgos, ya que los flujos de IED pueden ser volubles y presentan una alta volatilidad», dijo Lefebvre. «Este plan macroeconómico es también un importante motor de algunos proyectos dudosos destinados a atraer la inversión extranjera, como las llamadas “ciudades modelo” o Zonas de Empleo o Desarrollo Económico (ZEDEs).

Fuente: http://www.cepr.net/en-espanol/spanish-press-releases/el-acuerdo-de-honduras-con-el-fmi-incluye-medidas-de-austeridad-que-podran-empeorar-su-situacion-descubre-una-nueva-investigacion-de-cepr

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Honduras: Lo que las calles ganaron (y lo que pierden…)

Tres meses de lucha cívica y pacífica en las calles con antorchas encendidas en mano, fueron el detonante de un diálogo que no ha sido el que esperábamos. Sin embargo, todo lo que se logre hoy en cualquier espacio se habrá logrado por la energía y la presión de las antorchas que decenas de miles de personas encendieron por todo el país al clamor de ¡Fuera JOH! y ¡Queremos la CICIH! Las antorchas dieron un giro inesperado y positivo a la coyuntura, pero no controlaron sus resultados. Ahora hay que unir a los resistentes de 2009 con los indignados de 2015.

Ismael Moreno

La vida siempre es compleja. Y en política la complejidad se extrema. Todo se puede prever y anticipar. Y todo puede ocurrir distinto a lo que se previó y anticipó. Y si es en Honduras, todo es más complejo. Lo que comenzó en la calle, con antorchas y con gritos de ¡Fuera JOH! y demandando la instalación de la CICIH, se ha trasladado ahora a una mesa de diálogo y a negociaciones de cúpulas. De la calle al palacio. Las calles continúan llenas y convocan, pero, ¿quiénes las están sabiendo aprovechar? ¿Qué han ganado las calles? ¿Qué han perdido? ¿Qué nuevos escenarios se abren?

“ESA COSA DE LAS ANTORCHAS”

Juan Orlando Hernández jamás hubiese convocado a un diálogo ni antes de las antorchas ni sin las antorchas. Las antorchas en las calles lo obligaron a llamar al diálogo. No porque crea en el diálogo o porque quiera escuchar a sus detractores para alcanzar consensos y acuerdos compartidos. Sus hechos lo delatan. Nunca llamó a dialogar antes que la Corte Suprema de Justicia reformara la Constitución y decretara, sin Congreso Nacional y sin plebiscito ni referéndum, la reelección indefinida del Presidente de la República.

Jamás se le ocurrió convocar a un diálogo para crear la Policía Militar del Orden Público ni mucho menos llamó a dialogar a los sectores de la sociedad para aprobar las Ciudades Modelo, ahora llamadas Zonas Especiales de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs). Mucho menos dialogó para conceder territorios enteros a las corporaciones para la explotación minera y de vertientes acuíferas.

Juan Orlando Hernández no es un político que dialoga. 32 días pasaron los indígenas tolupanes en huelga de hambre y ni por asomo los mencionó en ninguno de sus continuos discursos, mucho menos que se acercara a escuchar sus demandas. Multitudes se han movilizado con antorchas en mano por las calles de la capital y de las principales ciudades del interior del país y no ha hecho una sola referencia a esto.

El jefe de bancada en el Congreso de su partido, el Partido Nacional, Óscar Álvarez, sí se refirió a esto con una frase, que sin duda es la de la mafia política cuando conversa privadamente: “Esa cosa de las antorchas no puede hacernos cambiar de parecer”.

JOH NO CREE EN EL DIÁLOGO

Juan Orlando Hernández es un político de “ordeno y mando”. El diálogo nunca entró en su estilo de gobernar.

Así lo dejó establecido durante sus cuatro años como presidente del Congreso. Y así lo ha ratificado en sus casi dos años como Presidente de la República. Sus modos son los de un militar de saco y corbata, los de un dictador rodeado de gentes obedientes, serviles y aduladores que cumplen lo que él les ordena.

Cuando ya las antorchas iluminaban las calles semana tras semana, Juan Orlando Hernández tuvo que llamar al diálogo. Lo hizo el 23 de junio y a su modo y manera. Dijo que sería un diálogo social sin condiciones y con una propuesta: la creación del Sistema Integral Hondureño de Combate a la Impunidad y Corrupción (SIHCIC), jugando con la misma pronunciación de lo que la gente estaba pidiendo en las calles: la instalación de la CICIH (Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras) JOH enfatizaba lo nacional para evitar lo que llamó una intervención internacional.

Convocó un diálogo porque se tambaleó el piso de todas sus seguridades. Su recurso al diálogo respondía a su miedo y a su fracaso. Al caer en la cuenta de que, ante muchísima gente, no era el político que el mismo promocionaba, que su propuesta continuista despertaba más repulsión que adhesiones, decidió cambiar de estrategia. Pero para alcanzar el mismo objetivo. No cree en el diálogo, sigue creyendo en él y cree que está ungido por Dios para ser Presidente hasta su muerte.

Dialogará hasta donde le sea útil para ese objetivo. Su visión es utilitarista, como han evidenciado sus años en la vida política.

Hoy, la presión de las antorchas se ha trasladado a amplias oficinas de elegantes hoteles y aunque continúa en las calles, las energías se invierten ahora en pláticas entre la gente de Juan Orlando Hernández, alguna de la gente de los indignados -que JOH se vio obligado a incluir- y los consabidos representantes de la llamada sociedad civil hondureña, que no es más que unas cuantas ONG con sede en la capital y financiamientos de agencias del gobierno de Estados Unidos, de gobiernos de países europeos y de la ONU.

JUNIO, JULIO, AGOSTO: VARIAS ETAPAS DEL DIÁLOGO

La primera etapa del diálogo fue condicionada por el publicitado llamado que hizo en junio el Presidente a diversos sectores y organismos muy afines a sus intereses. Culminó con el nombramiento de los “facilitadores” del diálogo, entendidos como parte del sector oficialista. Sectores, instancias y organizaciones de los indignados quedaron fuera y rechazaron ese diálogo.

La segunda etapa del diálogo, a partir de la mitad de julio, contó con representantes de la OEA y de la ONU. La ONU había enviado antes una comisión exploradora, que habló con los diversos sectores del bloque oficialista y se negó a hablar con los sectores indignados. Los más de treinta huelguistas de hambre instalados en los alrededores de Casa Presidencial se movilizaron a la sede de la ONU para solicitar una entrevista, con los dos “exploradores”, pero les cerraron las puertas. Los de la ONU pasaron una semana en Honduras y el 31 de julio los huelguistas levantaron su ayuno sin que nadie, ni los de la oficialidad nacional ni los de la internacional escucharan sus demandas.

En agosto se presentó en Honduras el nuevo Secretario General de la OEA, Luis Almagro, en compañía del facilitador propuesto, el chileno John Biehl del Río. Además de reunirse con el Presidente y con su bloque, este facilitador buscó a representantes del bloque opositor indignado. A mediados de agosto volvió a su nido en Washington, después de lograr no sólo pláticas bilaterales con diversos sectores de la sociedad de ambos bloques, sino una amplia y prolongada sesión de diálogo con la participación de sectores representativos de ambos bloques.

La comunidad internacional ha protagonizado la segunda etapa del diálogo, alcanzando el objetivo de abrir un camino para dar legitimidad al Presidente de la República sacando el diálogo del oficialismo para hacerlo aparecer como un auténtico diálogo nacional. Una de las últimas expresiones del facilitador antes de subir al avión fue: “El Presidente Juan Orlando Hernández tiene toda la voluntad de trabajar con todos los sectores. Él es víctima de falta absoluta de credibilidad”.

UN DIÁLOGO CALCADO EN LOS 5 PASOS DE UN MANUAL

Después de siete horas de una prolongada sesión de diálogo, el 13 de agosto, un importante sector de indignados lo rechazó considerando que se trata de un proceso orientado a “controlar” a los indignados como oposición, no sólo para cooptarlos, sino para sustituirlos por liderazgos de la llamada sociedad civil. La lectura política de este amplio sector de indignados ve el diálogo conducido por la OEA como una copia calcada del manual de “desactivación de los procesos ciudadanos de desobediencia civil contra un régimen en control del Estado”.

Este manual -afirman- propone cinco pasos. Primero, generar espacio para el desahogo. Esto lo logró el “facilitador” de la OEA al promover que las más de sesenta organizaciones presentes en la prolongada sesión de diálogo dijera cada una y en cinco minutos todo lo que le viniera en gana.

Segundo paso: Desprestigiar a los rivales. Esto ocurrió infiltrando personas bien identificadas, que el 14 de agosto y ante el “facilitador”, provocaron acciones vandálicas, lo que llevó a que Biehl del Río lamentara que los indignados dieran esas muestras de salvajismo. Y, aunque luego pareció retractarse, su primera declaración fue decisiva para desprestigiar las marchas de las antorchas.

Tercer paso: empantanar los reclamos ciudadanos, buscando crear confusiones, contradicciones y confrontaciones al interior de las organizaciones indignadas con el propósito de desvirtuar los contenidos de su lucha ciudadana. Cuarto paso: Penetrar y controlar el movimiento con liderazgos extraños y externos a quienes presionan en las calles. Líderes y vocerías de algunos organismos de la llamada sociedad civil, los mismos que reciben abundante financiamiento de agencias del gobierno de Estados Unidos, se prestaron a esto. Quinto paso: Convertir toda la lucha de la indignación en una auténtica, reconocida y oficializada “oposición controlada”.

DE YORO A EL PROGRESO: NUEVAS ANTORCHAS

¿Se ha avanzado en la desactivación del movimiento de indignación? Tres meses de lucha pacífica en las calles con antorchas en mano fueron el detonante del diálogo. Y nada hace prever que este movimiento se detenga porque las calles y las antorchas no tienen dueños ni nadie puede identificar los hilos que las dirigen o las conducen.

Las antorchas han seguido y no pierden su creatividad, ampliando su eco al irrumpir en zonas rurales, como ocurrió con la peregrinación de representantes de grupos juveniles católicos de la parroquia de Yoro llevando antorchas por las montañas del noreste hondureño.

Por propia iniciativa y viendo las luces de las antorchas encendidas en la capital y en otras ciudades del país, y experimentando en carne propia la corrupción y la impunidad en su zona, atestada de narcotraficantes, políticos
y funcionarios públicos coludidos con el crimen organizado, el 17 de agosto, este grupo de jóvenes salió muy temprano de la ciudad de Yoro para recorrer más de 150 kilómetros hasta llegar el 22 de agosto en la tarde a tiempo para unirse a la marcha de las antorchas en la ciudad de El Progreso.

PASTORES AL MARGEN

La iniciativa juvenil reanimó las antorchas en esta zona del valle de Sula y alentó la adhesión de sectores laicales de la Iglesia católica, no animados a la indignación por sus pastores, tan ocupados en sus agendas y para quienes la creatividad popular, en lugar de abrir puertas a sus pastorales, despiertan más sospechas y nuevos encierros. Y cuando descubren una luz como la de las antorchas, no saben sumarlas a la luz del Evangelio y sólo dan rienda suelta a más prudencias y nuevos escepticismos.

¿CÓMO MEDIATIZAR ESTO?

Las sorpresas llegan cada semana. Y cuando parece que se debilitan las antorchas en una localidad, se encienden en otra. El último fin de semana de agosto, cuando el “facilitador” anunció su segunda visita para proseguir el diálogo nacional, en comunidades rurales del valle de Sula las antorchas se convocaron para dar un rotundo NO al diálogo mientras no se garantice la instalación de la CICIH.

Son las calles las que han obligado a abrir las puertas al diálogo e incluso a negociaciones entre cúpulas. Se sabe de reuniones de ex-Presidentes que, dejando a un lado colores partidarios, y con la presencia de políticos internacionales, se han reunido para buscar respuestas al fenómeno de las antorchas. Se sabe que diversos sectores empresariales se reúnen con políticos y hasta con dirigentes populares en espacios semiclandestinos para recabar informaciones que les den pistas para definir estrategias ante los indignados. Mediatizar la fuerza de las antorchas es el objetivo.

NADA SIN LAS ANTORCHAS

A pesar de la capacidad de cooptación que tiene la mafia política en Honduras, a pesar del desgaste de la repetición de marchas semanales, y de los conflictos internos en los liderazgos de los indignados por protagonismos, nada de lo que se alcance en las mesas de diálogo, en las negociaciones bajo la mesa y en las recomposiciones en las cúpulas de poder, habría sido posible sin la presión de las antorchas en la calle.

Como bien se sabe en las organizaciones populares, en el gobierno y en la cúpula empresarial, nada se logra sin la presión y la lucha. Sabiendo esto, todo lo que se vaya alcanzando en las diversas mesas formales y no formales, oficiales y paraoficiales, visibles y subterráneas, será por la fuerza, la energía y la presión de las antorchas que decenas de miles de ciudadanos, mayoritariamente jóvenes y de clase media, han alzado a lo largo de incontables viernes y sábados en la capital, en las principales ciudades del país y en otros lugares a lo largo y ancho del territorio hondureño.

LOS DOS BLOQUES

Los contrastes son profundos. En un lado, el movimiento de indignados lucha contra la corrupción y la impunidad con la consigna de ¡Fuera JOH! porque identifica al Presidente como responsable principal y directo de la mafia que ha saqueado varias instituciones públicas y protege a los principales responsables de los saqueos.

En el otro lado, Juan Orlando Hernández y su equipo se esmeran en convertir la presión indignada en una oportunidad para aparecer dialogantes y liderar el proceso que los conduzca a su único objetivo: permanecer en el poder y protegerse a sí mismos y a los suyos de investigaciones y judicializaciones por la corrupción del Partido Nacional.

LOS “PUENTES”

Entre estos dos extremos se encuentra la comunidad internacional -gobierno de Estados Unidos, gobiernos europeos, la OEA y la ONU- y las organizaciones de la llamada sociedad civil hondureña, que se esfuerzan en ser un puente entre las demandas de la sociedad indignada y lo que quieren conseguir los representantes internacionales.

La confianza de estos “puentes” llega en escasas dosis a los sectores indignados. Es más la desconfianza, la sospecha y también el rechazo. Están a medio camino entre lo que quiere el gobierno y la comunidad internacional y lo que piensan y buscan los indignados y eso los coloca en algo así como en un limbo, lugar neutral que no existe en la política, menos en el caso de estas organizaciones. Su balanza se acaba inclinando a favor de quienes los financian.

EL RELEVO Y LA MISIÓN

Estas organizaciones juegan el papel que las quintacolumnas juegan en las guerras. Hablan de democracia y de derechos humanos, pero de la democracia y los derechos humanos que más conviene a sus patrones internacionales. Más leales a los intereses de los de afuera, torpedean los de adentro. Varios de sus miembros se acercan a los 40 años y se rumora que aspiran a ser la generación que relevará a los actuales dirigentes de los partidos políticos. Muy bien educados, tienen los mismos estilos de decidir de las cúpulas. Miran hacia el Norte y dan breves giros hacia la izquierda sólo para tomar impulso y regresar a sus compromisos de derecha ilustrada.

Estos liderazgos están al acecho para sustituir al de los indignados y asegurarse de que las calles que estremecieron al país les sirvan de escaleras para negociar en palacio y para que Juan Orlando Hernández continúe con su proyecto.

Con una oposición tan indignada como controlada cumplirán su misión. De las calles a las negociaciones entre cúpulas y de las negociaciones a una oposición aliada del gobierno y de la comunidad internacional.

LOS EXTREMISTAS

Con todo, las calles han sido decisivas para lograr algunos cambios. Las calles iluminadas con miles de antorchas crearon las condiciones para que todos se estremecieran y apuraran nuevos acuerdos. Algunos líderes de la izquierda más extrema advirtieron y cuestionaron que lo de las antorchas era sólo salir a las calles viernes y fines de semana. Exigían un paro nacional. Y los más entusiastas -quizás ilusos- pedían, en un país tan destartalado y desarticulado como Honduras, una huelga general…

ALGUNOS CONGRESISTAS

Aunque las antorchas no lograron cambios radicales como proponían algunos entre los grupos más extremistas, hicieron temblar a las mafias políticas y pusieron en movimiento a sectores prudentes, nacionales e internacionales.

Desde Estados Unidos algunos respaldan a rajatabla a Juan Orlando Hernández, pero unos veinte congresistas demócratas escribieron el 19 de agosto una carta al Secretario de Estado, John Kerry, exigiéndole la suspensión de todo tipo de apoyo financiero a las estructuras militares y policiales hondureñas, por estar muchos de sus oficiales comprometidos con el crimen, la corrupción y la impunidad.

NEGOCIACIONES TRAS BAMBALINAS

Un escenario es el del diálogo abierto, reconocido y publicitado, en el que hay voces diversas y fervores públicos. Tras ese escenario hay negociaciones que se realizan detrás del telón, en las bambalinas.

Sería impensable un escenario de diálogo abierto sin negociaciones previas en escenarios cerrados a los medios y a los mismos que se sientan, hasta con buena voluntad, en el escenario público. Aunque nada se sabe de lo que se habría negociado en las oficinas de Juan Orlando Hernández y, sobre todo, en las de su prestidigitador político, el Canciller Arturo Corrales, es muy difícil que, tanto el gobierno de Estados Unidos como la OEA y la ONU, hayan dado un respaldo a su administración sin nada a cambio.

Ya se sabe que Juan Orlando Hernández ha renunciado a sus pretensiones reeleccionistas ante la comunidad internacional. Se ha comprometido a esto en una coyuntura adversa, aunque su ambición no le permite romper aún en serio con una aspiración que concibe como un designio divino.

LA INNEGOCIABLE MINERÍA

En el diálogo todo se puede negociar menos lo innegociable: dar continuidad al modelo neoliberal.

Mientras Juan Orlando Hernández convocaba con fervor al diálogo nacional y se hacían los primeros acercamientos para la gran “sentada”, se divulgaba la nueva ley marco de seguridad social que, tras el atraco al Seguro Social -fue lo que generó la indignación antorchada-, banqueros y empresarios se apresuraron a presentar para su aprobación en el Congreso Nacional. Y los grandes inversionistas, no conformes con la aprobación de la nueva ley privatizadora de la salud, lograron que Juan Orlando Hernández incorporara al menos veinte cambios sustanciales al texto que ya había sido aprobado. Esto ocurrió mientras se realizaba el gran diálogo nacional con la facilitación de la OEA…

Y a la par de las jornadas del diálogo nacional, mientras el “facilitador” cabildeaba para ablandar posiciones, especialmente las de los indignados, se realizaba en San Pedro Sula el que llamaron Primer Cónclave Mundial
de Minería, con la participación de unos 38 países y bajo el lema “Honduras lista para la minería”. El tema de la minería nunca, ni por asomo, entró en la agenda del diálogo, porque todo se puede negociar menos la entrega del territorio y de los bienes naturales a las corporaciones transnacionales.

ACUERDOS DEL “GRAN DIÁLOGO”

Las rondas de diálogo continuarán, el “facilitador” de la OEA estará yendo y viniendo, conversando con unos y ablandando a otros. La ONU buscará tener presencia, sin meterse tan a fondo como la OEA. Y de todo este proceso se avanzará probablemente a acuerdos que se expresarán, sin duda, en el adecentamiento de algunas instituciones. Habrá decretos que raudo y veloz el Congreso aprobará y, como en los pasados recientes, se concluirá que todo debe dirimirse en el siguiente escenario electoral.

Y como siempre, para muchos ése será el mayor logro del “gran diálogo nacional… Pastores de las iglesias darán gracias al Altísimo por “el acercamiento de la gran familia hondureña” y dirán que los acuerdos expresan “la reconciliación de la patria”… Y borrón y cuenta nueva, se escuchará en espacios profanos y sagrados, civiles y militares, sociales y políticos.

SI NO TOCAN EL PODER DE JOH…

Aún cuando haya avances en los posibles acuerdos a los que llegue el gran diálogo nacional, hay tres factores que si no se tocan y a fondo, todo quedará en un maquillaje a la crisis nacional. Y peor aún: los acuerdos serán un muro que impedirá la resolución de la conflictiva e inestable situación nacional.

El primer factor es precisamente el Presidente de la República. En este país, la gente podrá ser muy pobre y sin mucha formación académica y política, pero repudia a toda persona afanada con vehemencia en concentrar poder. Y ése es Juan Orlando Hernández. Si los acuerdos de un diálogo nacional no tocan la concentración de poder en JOH, diversas expresiones de malestar volverán a manifestarse más temprano que tarde.

SI NO TOCAN LA IMPUNIDAD Y LA CORRUPCIÓN…

El segundo factor que hay que tocar es la impunidad y la corrupción. La gente ha manifestado un abierto repudio hacia funcionarios públicos muy ligados a la administración de Juan Orlando Hernández. No bastará con judicializar algunos casos. Se trata de investigar y llevar a juicio a los responsables del saqueo a las instituciones públicas, aunque sean de la más alta alcurnia política. Los acuerdos que no lleven al compromiso de JOH de solicitar a la ONU la instalación en el país de la CICIH, muy difícilmente lograrán apagar las antorchas y la indignación que en ellas arde.

Y en esto de la corrupción, si JOH no toma decisiones personales que impliquen a su propia familia, nada le quitará el membrete de corrupto y de protector de corruptos, por mucha que sea la publicidad que eleve su perfil como “perseguidor de los corruptos” y por más alianzas internacionales que acuerde en torno a la transparencia.

Mientras Juan Orlando Hernández mantenga a su hermana Hilda en uno de los puestos de mayor confianza, será muy difícil que cualquier acuerdo del diálogo suprima las antorchas que expresan el descontento, la desconfianza y la movilización de los sectores indignados de la sociedad.

SI NO TOCAN ESTE MODELO…

El tercer factor tiene que ver con el modelo neoliberal y con las expresiones radicales que hoy tiene en Honduras. La indignación más de fondo ni siquiera es contra JOH. Él encarna la implementación extremista de ese impopular modelo. La corrupción y la impunidad se remiten a un modelo que ha empobrecido a la sociedad hondureña y ha concentrado recursos y poder en una reducida élite. Juan Orlando Hernández concentra tanto poder en su persona porque el modelo ha concentrado una extrema riqueza en un grupo muy reducido de familias y lo ha hecho en proporción inversa a la pérdida de oportunidades y de dignidad de la inmensa mayoría de la sociedad hondureña.

Si los acuerdos del diálogo no tocan las concesiones a las mineras, la privatización de la salud y de otros servicios públicos, las ZEDEs o Ciudades Modelo; si se quedan en resoluciones económicas y productivas cosméticas y de carácter asistencial, la indignación se podría contener por unos días, por unas semanas, quizás por unos meses, pero volverá a aparecer y con más agresividad que como se manifestó en los tres meses de esta experiencia de lucha pacífica en la que participaron decenas de miles de personas.

¡FUERA JOH! ¡QUEREMOS LA CICIH!

En todas las marchas de antorchas se escucharon las consignas ¡Fuera JOH! y ¡Queremos la CICIH! En ambos reclamos se expresa lo que hay en el fondo de la indignación de mucha gente.

La ambición desmesurada de Juan Orlando Hernández, la corrupción e impunidad que caracterizan a los que lo rodean, la concentración de riquezas y bienes en élites que él privilegia y protege, causaron que la lucha contra la corrupción adquiriera dimensiones de lucha política, sin que la presencia de los partidos de oposición fuese relevante en ella, como ha querido hacer ver la publicidad oficialista para desprestigiar los liderazgos de las marchas.

UN PRÓXIMO PROCESO CRUCIAL

A pesar de los temores y temblores provocados por las antorchas, mantener intacto el modelo neoliberal, radicalizado por la mafia política liderada por JOH, parece un objetivo que sigue en pie. La comunidad internacional respalda a JOH y las negociaciones buscan cómo dar legitimidad al gobierno con una leve apertura a la oposición.

Mientras la OEA impulsa el papel de “facilitador” en el proceso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos aceptó la invitación de JOH para realizar su 53 sesión ordinaria en Tegucigalpa del 24 al 28 de agosto. En esos mismos días se puso en marcha el proceso de selección de los nominados a ser elegidos como nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Este proceso, aparentemente participativo, tiene desde su comienzo -en agosto- hasta su final -el 23 de enero de 2016-, cuando el Congreso Nacional elija a 15 magistrados de los 45 que presente una Junta Nominadora, el control total del partido en el gobierno, y específicamente el de Juan Orlando Hernández. En el contexto de diálogo el resultado será: Derechos humanos y aplicación de la justicia bajo estricto control del Ejecutivo y con el aval de la comunidad internacional.

EL CAMINO DE JOH

Hoy estamos ante tres caminos: El primero es el único que de hecho se está construyendo y recorriendo. Es el del proyecto que impulsa la mafia política liderada por Juan Orlando Hernández. Es el que ha despertado el repudio de la ciudadanía que levanta las antorchas. Este camino conduce al control de los poderes y las instituciones del Estado con una concepción personalista, autoritaria, dictatorial y arbitraria. Es un proyecto que hoy se sostiene sobre cinco pilares:

EMPRESARIOS Y MILITARES

El primer pilar que sostiene a JOH es la élite empresarial, socia menor de las corporaciones transnacionales. Cuentan con el aval de la comunidad internacional. Es la gente más rica de Honduras, la que le abre las puertas al capital multinacional, primordialmente al extractivista y depredador del ambiente.

El segundo pilar de JOH son los militares. En un país inestable, deteriorado y colapsado, es necesaria la fuerza militar. Las armas son el sostén de la política y de la economía. Las hondureñas son fuerzas militares que responden a la política de seguridad del gobierno de Estados Unidos, empeñado hoy en controlar las redes del crimen organizado negociando con sus principales capos para que queden bajo el liderazgo de estructuras del gobierno estadounidense.

Veinticinco años después de que las élites hondureñas apoyaran la política de Estados Unidos de disminuir el poder a los militares porque el neoliberalismo ya no los necesitaba, hoy los llaman de nuevo y elevan su perfil. Los necesitan para proteger sus intereses en tiempos de alta inseguridad y presión, tanto por la delincuencia organizada como por las demandas ciudadanas. Los militares están siendo un factor decisivo en todas las negociaciones en curso.

LOS MÁS EMPOBRECIDOS

El tercer pilar que sostiene a JOH es una base leal entre los sectores más empobrecidos, que ven al Presidente como una persona bonachona y paternalista que les “ayuda”. En el presupuesto, el rubro de “inclusión social” lo maneja personalmente JOH, con sumas un 446% superiores a las de 2014. Los programas de asistencia social y crediticia para la gente más pobre se multiplican y cada semana aparece uno nuevo. Los fondos los manejan activistas del partido en el gobierno y las ayudas las entregan selectivamente a personas y familias pobres que garanticen su adhesión
al Partido Nacional y se comprometan a respaldar al Presidente cuando se los demande.

LA PUBLICIDAD QUE MANEJA HILDA

El cuarto pilar es el enorme aparato de publicidad oficial que maneja personalmente la hermana del presidente, Hilda Hernández, en la mayoría de medios de comunicación de alcance nacional. Imágenes y textos oficiales pagados con fondos de un abultado presupuesto llenan los medios, sin necesidad de amenazar a ninguno. Así se evitan denuncias contra el gobierno.

JOH: EL PREDESTINADO

El quinto pilar en que se sostiene este proyecto es el argumento divino. Juan Orlando Hernández sostiene que impulsa su plan de gobierno en respuesta a un mandato divino. Afirma que desde niño fue predestinado por Dios para gobernar Honduras como lo está haciendo. Cambiar su manera de proceder por voluntad personal sería contravenir el mandato divino.

Este pilar divino tiene una importante base material en el apoyo que da a iglesias evangélicas y eventualmente a algunos sectores de la jerarquía católica, especialmente en el campo de la comunicación y la educación religiosa con sumas que salen del presupuesto de Casa Presidencial.

El designio divino al que alude JOH tiene el respaldo de importantes sectores religiosos. Se expresó, por ejemplo, en la acelerada presencia con que respondieron al llamado del Presidente para apoyarlo en el diálogo nacional controlado y para defenderlo con el argumento de que la figura presidencial representa la hondureñidad, por lo que no se debe pedir su renuncia, a pesar de las pruebas de su vinculación con la corrupción y la impunidad.

LA MAFIA MANTIENE LOS HILOS

Con el fenómeno de las antorchas, Juan Orlando Hernández y su mafia no han cambiado de objetivo. Sólo han cambiado de táctica. Las antorchas trastocaron la coyuntura con que JOH garantizaba su reelección. Las antorchas le dieron un giro impactante a la coyuntura. Pero no controlaron ese resultado.

Los hilos los siguen controlando y conduciendo JOH y su mafia. Y los cinco pilares de su proyecto, en lugar de debilitarse, se han reforzado. De manera muy especial, ese pilar que es la base social de los más pobres.
En los peores días de la sequía de agosto, JOH convocó una cadena nacional para decretar emergencia, destinando recursos para los trece departamentos más afectados por la falta de lluvias. Ordenó también a sus ministros salir de sus escritorios y hacerse presentes en lugares estratégicos del país para atender las necesidades de la gente.

EL CAMINO JUVENIL DE LAS ANTORCHAS

El segundo camino que tenemos hoy delante es el abierto por las antorchas, que representan a diversos sectores: juventudes universitarias, sectores medios urbanos, profesionales, mediana y pequeña empresa, académicos,
ONG y empresarios medio-altos descontentos con el servilismo oficial ante el capital transnacional.

En este camino se insertan dirigentes políticos del partido PAC, algunos sectores del Partido Liberal, del Partido Innovación y Unidad y los sectores más liberales del partido LIBRE.

Este camino lo lideran jóvenes que convocan en Tegucigalpa la marcha semanal de las antorchas, algunos más unidos a unos partidos políticos, otros independientes. En su conjunto representarían una línea política de centro derecha moderada que defendería ante Estados Unidos propuestas nacionalistas, de respeto a la soberanía nacional. Este camino podría derivar políticamente hacia propuestas electorales en una alianza que lideraría el Partido Anti Corrupción (PAC).

EL CAMINO DE LA IZQUIERDA

El tercer camino que tenemos ante nosotros es el más difuso. Es el representado por los sectores más inclinados hacia la izquierda, liderada hoy por un sector del partido Libertad y Refundación, LIBRE, fundado por Manuel Zelaya y al que se unirían ONG, campesinos, sindicatos y sectores vinculados a luchas en defensa de los bienes naturales y los territorios.

Es el camino de una propuesta democrática popular que tendría como estrategia avanzar hacia una asamblea nacional constituyente que elabore una nueva Constitución, en donde se exprese un nuevo pacto social que refunde la sociedad hondureña.

En las condiciones hondureñas este camino resulta inviable, aunque sea deseable para diversos sectores progresistas y de izquierda.

TENDER PUENTES ENTRE DOS CAMINOS

Ante un camino tan consolidado y bien trazado como el primero, el de JOH, hay voces que proponen establecer puentes entre los del segundo camino y los del tercer camino, entre el centro derecha y la izquierda democrática
y popular.

Se construiría así el camino de la resistencia indignada, se daría una alianza entre la resistencia popular que lideró la lucha contra el golpe de Estado y los indignados que irrumpieron con sus antorchas en la lucha contra la corrupción y la impunidad. Entre todas construirían una moderada propuesta de centro izquierda, la que después de una profunda reforma a la ley electoral y a la ley de partidos políticos se concretaría en una alianza entre LIBRE y el PAC.

Querer apurar alianzas electorales sin afianzar antes alianzas políticas sería un seguro fracaso y provocaría la desmovilización social, fortaleciendo el camino de la “democracia autoritaria y dictatorial” de JOH.

UNIR A INDIGNADOS Y A RESISTENTES

El peor servicio a una alianza que articule lo político popular con lo político de centro derecha es usar las marchas de las antorchas y las luchas contra la corrupción y la impunidad para organizar corrientes internas de partidos.
Eso generaría divisiones, desconfianzas, confrontaciones y disputas por espacios y por cuotas de poder.

Hay que abandonar cualquier agenda proselitista pro-electoral y promover la construcción de una amplia alianza social y política no partidaria que luche contra la corrupción y la impunidad, que demande la instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), que exija la renuncia del Fiscal General y su Adjunto, que reclame y elabore una reforma a la ley electoral y a la ley de partidos políticos y que enfrente los proyectos y decretos basados en las ZEDEs o Ciudades Modelo, la explotación minera y la depredación de los bienes naturales.

Unir a los resistentes de 2009 con los indignados de 2015 es el camino de una nueva esperanza.

CORRESPONSAL DE ENVÍO EN HONDURAS.

 

Revista Envío No. 402, septiembre 2015

 

http://www.envio.org.ni/articulo/5076

Fuente: http://voselsoberano.org/index.php?option=com_content&view=article&id=17286:honduras-lo-que-las-calles-ganaron-y-lo-que-pierden&catid=13:documentos

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Honduras ante el reto de construir una nueva patria, coinciden analistasana

Sep 11, 2015

Otra vez llegamos al mes de septiembre, mes de la patria donde se habla de soberanía, de independencia, de próceres. Pero hay sectores que consideran que se celebra una independencia inexistente. El gobierno está convocando al pueblo hondureño a participar en una fiesta cívica en honor a la patria.

“En este mes de septiembre alcanza la máxima expresión esa estrategia de comunicación del gobierno para desviar la atención de los grandes problemas nacionales y envolvernos con esa parafernalias de los desfiles, de las palillonas y todos esos discursos de un concepto de patrioterismo que no tienen nada que ver con el concepto de patria” dijo la doctora en Ciencias Sociales, Ana Ortega.

Ortega asegura que a la patria que se le celebra es “a la patria que ellos han capturado, es a la patria que no tiene nada que ver con el día a día de la gente, una patria excluyente, una patria que nos hace creer que es independiente”.

Falsa celebración

Honduras estará cumpliendo el 15 de septiembre 194 años de independencia de España, pero los analistas e historiadores coinciden que esa independencia nunca se concretó, ya que tras el saqueo que fue objeto la nación por países como España, quedó en la ruina y dependiendo de otras naciones e incluso atado, sin poder tomar sus propias decisiones.

Para el escritor y analista político, Armando García, Honduras en la actualidad es una patria sometida, que no tiene soberanía, y que realiza las acciones que le indique el departamento de Estado de los Estados Unidos.

“Es una patria mediatizada, es una patria sometida, que no tiene ciudadanía por si sola sino que apunta hacia donde indica el dedo del departamento de Estado, es una patria que no goza de nada” aseguró García.

 

 

Armando García agrega que el escudo de Honduras en vez de decir: República Libre, Soberana e Independiente debería mencionar que es una república sometida y dominada. “Es una república formalmente libre pero en la realidad debe es estar con los indignados, con los antorchados, con la resistencia, formando una nueva patria para tirar al traste todo el “estatus quo” de los explotadores que son los mismos que han estado siempre aprovechándose de los dineros del erario” reflexionó el columnista.

Una patria expulsora

Según datos de organizaciones de migrantes, en Honduras cada 15 minutos dos compatriotas deciden abandonar el país. En la actualidad, cada año, salen alrededor de 100 mil hondureños y hondureñas en busca del mal llamado “sueño americano”.

“No podemos hablar de patria porque nos hemos convertido en un país que expulsamos a nuestros propios habitantes” aseguró Marcia Martínez del Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos de El Progreso, Yoro, Cofamipro.

 

 

Soberanía

La dirigenta indígena Berta Cáceres expresa que hacer patria y matria significa, en este país, luchar por una soberanía en medio de una enorme impunidad e injusticia. “Es luchar por la autodeterminación, por identidades rebeldes, libertarias, luchar contra todas las formas de opresión, significa revelarse ante lo impuesto que es prácticamente una dictadura lo que estamos viviendo” dijo Cáceres.

 

 

“Lo que podemos hacer es comenzar hacer una auditoría y revisar si realmente nuestros gobernantes están haciendo su trabajo. Hacer una depuración de esas personas que no trabajan y solo cobran un sueldo” dijo Martínez.

Apostar a otra patria

Estas fiestas patrias cada vez tienen menos olor a patria y se vuelven shows montados por instituciones educativas privadas y también públicas.

Para la joven Heidy Alachán, del sector indignado el primer paso a realizar es desmontar el concepto de “patriotismo” que es impulsado por los sectores que mantienen sometida la nación.

“Hay que iniciar por desmontar el concepto de patriotismo que está impulsado desde las clases que son las culpables de la situación del país” aseguró Alachán.

 

 

Este es septiembre, comercialmente llamado mes de la patria, la nación se viste de azul y blanco, la bandera nacional se alza sobre los edificios públicos, los centros educativos y en muchos centros comerciales. Sin embargo hay que estar claro que así no se hace patria.

“Es una de las expresiones más perversas porque por un lado se invita a la sociedad a seguir con este consumismo voraz, pero por otro lado, las condiciones materiales de la gente para consumir son cada vez peores porque no hay empleo, no hay ingreso, y hay una tendencia a mercantilizar todo” aseguró la doctora Ana Ortega.

Ser patriota

“Ser patriota en este momento de la historia hondureña significaría estar presente en la lucha y decir yo también me indigno, yo también actúo, yo también defiendo la patria porque ahora estamos ante el reto de luchar contra el monstruo que ha creado la corrupción, que ha creado la clase oligarca del país, y hay que apostarle a liberar a la patria del secuestro en que la han tenido” expresó Alachán.

La feminista Ana Ortega agrega que la ciudadanía debe apostarle a construir en vez de patria una matria. “La matria que tiene que ver con una sociedad incluyente, tiene que ver con relaciones de responsabilidad desde el gobierno y no de dominación y de control, tiene que ver con una cultura de paz sobre todo, y tiene que ver con relaciones de horizontalidad y eso lo vemos como un gran desafío” reflexionó Ortega.

 

 

Por su parte la joven indignada Heydi Alachán expresó que cualquier proceso de lucha se va a lograr en la medida que asumamos nuestras responsabilidades. “Solo se va a lograr en la medida que cada uno de nosotros y nosotras entendamos de que ser parte de este país es también luchar por liberarlo, luchar por crear mejores condiciones de vida, sobre todo luchar por la dignidad, luchar por la justicia” concluyó Alachán.

Fuente: http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/noticias/item/2374-honduras-ante-el-reto-de-construir-una-nueva-patria-coinciden-analistas

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Existe en verdad una revolución de las rosas en Honduras?

10/09/2015
Opinión

En principio habría que establecer como concepto primario y escolar que una revolución popular no se puede calificar como asunto o tema florístico, dado que en el decurso de su misma dinámica, pareciera que el calificativo revolución de las rosas fuese más bien una especie de burla a un movimiento general que tiene sus antecedentes muy específicos, en el país, y calificar de tal manera a un movimiento popular, reprimido desde el año 2009 de manera brutal y selectiva, tiene como sentido, desde la perspectiva del imperio, aminorar su verdadera vocación transformadora.

 

En Honduras se han producido cuatro grandes movilizaciones que no tienen precedentes en la historia nacional, la insurrección de Lempira, la revolución morazanista y la huelga de los obreros bananeros del año 54, a la cual se adhiere la movilización masiva del año 2009 que es una primera parte de la movilización de los indignados, actualmente.

 

No existe ninguna revolución de las rosas, lo que existe es una indignación contra el sistema de impunidad e inmoralidad dirigida por una élite política y económica anticomunista, reaccionaria, conservadora y represora, esencialmente.

 

Han instalado con la asesoría y la intervención norteamericana un sistema que he llamado en muchas ocasiones la esfera de acero repujado sin ninguna fisura, a fin de que nada se mueva en su contra y si así fuere, la represión violenta y anticomunista debe acompañarla, con el propósito de evitar el rompimiento de sus privilegios omnímodos.

 

Los profesionales de la ideología como los llamaba L. Althusser, tratan de encontrar adjetivos a este proceso, a fin de entender este movimiento de masas, caracterizado por la reivindicación, el enojo, y el rechazo de una ciudadanía cansada ya de tanto latrocinio, tanta impunidad y tanto privilegio, protagonizados estos caracteres por los dirigentes políticos tradicionales, que saqueando las arcas del Estado, se han enriquecido para entrar a la gran mansión de los personajes millonarios escasos que manejan los hilos sistémicos de la administración del estado.

 

El asunto es que los procesos sociales y políticos de los pueblos no son de resultados inmediatos, si no que los movimientos de masa van transitando etapas, y al tiempo que van acumulando fuerza, experiencia y madurez, consumen algún espacio cíclico que solo compagina con el momento en que desborda completamente el orden establecido.

 

Los procesos pueden ser de tipo armado o de tipo pacifico, este último, basado en la posibilidad de llegar al poder político mediante procesos electorales, tal como sucede en América del Sur con sus movimientos constitucionalistas.

 

La revolución de las rosas implica el concepto de un proceso que no es revolucionario, sino un decurso light, un movimiento de emociones, sentimientos e idealismo. Y este es precisamente el movimiento que necesita Estados Unidos en la región, he allí el por qué han decidido apoyar las marchas de las antorchas en Honduras, pues, a la vista se puede observar que la mera movilización no hace temblar de pies y cabeza ni al imperio ni a su titirería gobernante y dictatorial.

 

Pues bien, si se concentra la aplicación de la lógica deductiva e inductiva, el cambio de los cuadros políticos guatemaltecos sigue su curso normalmente con la celebración de los comicios presidenciales. Necesita el imperio, nuevos rostros, nuevos alientos, nuevos impulsos.

 

Tal vez al pasar a la actividad de los paros nacionales, que es ya una práctica que se utilizó en el año 2009, pero con un plan bastante detallado, con caracteres masivos, pudiera suceder que el movimiento avanzara cualitativamente a otro estadio de la lucha.

 

Los paros hondureños no son huelgas obreras ni campesinas, si no tomas de vías importantes en la vida cotidiana del país que utiliza el transporte como medio de locomoción para la vida económica nacional.

 

Hay que tomar en cuenta que los integrantes de esta movilización general son los pobladores de las áreas ruralistas urbanizadas en derredor de la capital o de las principales ciudades hondureñas, junto a la pequeña y mediana burguesía, constituida por profesionales universitarios y empresarios de la pequeña y mediana industria, en las principales ciudades del país. En los departamentos alejados del centro político, los campesinos, los obreros y los pobladores, junto a los luchadores de las organizaciones populares, junto a la pequeña y media burguesía, son los protagonistas de tales acciones rei vindicativas.

 

Debería tomarse en cuenta que existe un grado de conciencia en el pueblo más elevado que durante todos los treinta años de democracia formal que nos instalaron los partidos tradicionales, aupados por el Departamento de Estado Norteamericano, pues, en el proceso electoral pasado, si no hubiese habido un escandaloso fraude, como el del año 2009, el partido nacional no estuviera dirigiendo las riendas del poder. El voto se inclinó por dos partidos nuevos en conjunto: LIBRE y PAC (Partido Anti Corrupción). El nuevo presidente logró su victoria malhadada con un 34 % de los votos del padrón electoral.

 

Hay en el país una nueva conciencia, un descontento y un rechazo contra el orden neoliberal instaurado, el cual se sostiene gracias al apoyo del ejército, y sobre todo, a la campaña mediática jamás concebida para desmontar en la conciencia ciudadana todo su rechazo político.

 

Pero, en medio de esta circunstancia de efervescencia (durante el Golpe de Estado del año 2009 las masas hondureñas se movilizaron seis meses continuos), hoy vamos por el tercer mes de movilizaciones de indignados portando antorchas a niveles nacional e internacional.

 

Hay claridad en que la sola movilización no obligará a Juan Orlando Hernández (JOH) a renunciar junto con su pandilla de saqueadores del fisco hondureño, al poder político, por ello, para quebrar, romper, o desmontar esta esfera de acero repujado del sistema neoliberal fascista impuesto al pueblo, se hacen necesario otras estrategias de mayor impacto social y económico.

 

He aquí que, entonces, los paros, sinónimos de tomas de carreteras de los departamentos del interior del país, junto con las tomas de vías vehiculares en las ciudades principales de la nación, habrán de jugar un rol de agudización de la lucha, como una estrategia de mayor incidencia en la vida política nacional. Después habría que establecer otras tácticas que puedan mover los cimientos de la gubernatura nacionalista.

 

Todo es un proceso dialéctico, y por ello, en el paso de la cantidad a la calidad, en la sustitución de lo viejo por lo nuevo, habría que ir estructurando un plan nacional operativo del movimiento contestatario que vaya paralelamente desarrollándose, a la vez que se pone como meta nacional histórica, la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y la refundación integral del país.

 

Supone todo este proyecto, la resistencia a la represión generalizada que habrá de combatir a la resistencia hondureña, popular y evidentemente revolucionaria. En el camino deberán desvincularse del proceso, los traidores al movimiento, los mediatiza dores del mismo y los infiltrados que ocultos en la sombra de la hipocresía, la simulación y la ambigüedad, van introduciendo la cizaña, la desconfianza, la intriga, la suspicacia, el rol de caballos de Troya, como elementos distractores y disuasivos de una meta mayor, común, la liberación nacional.

 

Y no son rosas si no antorchas, las que deben seguir iluminando el proceso, que nacido en el año 2009, con más de trescientos mártires, que hoy parecieran ser olvidados, y cuya sangre aún sigue caliente en las venas de los militantes más firmes y convictivos, el movimiento revolucionario habrá de proseguir, a veces cayendo unos metros, a veces desviado unos grados de orientación, pero, sin duda alguna, enderezando la ruta hasta lograr en el término necesario del tiempo, los objetivos fundamentales de una revolución verdadera, cuyo camino no está cubierto por pétalos rosáceos sino por espinas de sangre, sacrificio y voluntad de acero.

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Diálogo ¿Hacia y hasta dónde?

Sep 02, 2015

Aunque muchos dudan de la honestidad que anima a la Organización de Estados Americanos para posibilitar procesos de diálogo entre los hondureños, otra parte de la ciudadanía ve en ello un mecanismo válido para identificar consensos en torno a las más urgentes endemias nacionales, entre ellas la corrupción, la impunidad, la insolvencia del Estado de Derecho, la inseguridad, el desigual crecimiento económico y la inequidad social, productos de un desgastado ejercicio bipartidista de poder.

Con el ingreso de la OEA a la escena patria, en papel de mediador, las condiciones para la efectividad de un diálogo público han variado, si bien sigue siendo obvio que no existe la mínima voluntad gubernamental para impulsar, al lado del ciudadano, las reformas que la nación requiere ni para escuchar las demandas y aspiraciones expresadas con vitalidad, espontaneidad y firmeza en el movimiento indignado de las antorchas, las que iluminan calles y avenidas en búsqueda de la regeneración económica, cultural y política de nuestro país. Al contrario, desde el babilonio mando verticalista se ha querido dividir, descalificar, intimidar, confrontar y tergiversar los objetivos del pálpito político ciudadano.

Para tal efecto ha sido montada toda una estrategia de manipulación mediática signada por el miedo y el terror (el sicariato incluso) que pretende asimilar este impulso a partidos de la oposición (los que tendrían ese derecho, pues son pro-Honduras) y a los que atribuye la autoría y empuje del movimiento, el que de triunfar ––piensan el régimen y sus grupos conexos–– ocasionaría grave amenaza a la sobrevivencia del presente orden de cosas, que es decir del abusivo statu quo.

El diálogo alterno o “nacionalizado” propuesto por el presidente (con jueces por él designados) fue su desesperada respuesta ante el súbito empuje cívico antorchero, que nunca naciera si la marea de corrupción no hubiera rebasado el aro de la letrina, obligando a la gente a denunciarlo en las calles. Y ese su diálogo sustitutivo funcionó mal porque el presidente, hábil en cinismo y distorsión, ofreció una propuesta que él mismo sabía, de antemano, que sería inaceptable pues prefijaba y enllavaba las condiciones y rumbo del mismo.

La exigencia de la CICIH, como condición sine qua non del diálogo, que es básica en la petición ciudadana, jamás formó parte del plan integral del Ejecutivo, el que acabó dando publicidad a su descabellada propuesta de instancias de doble espejo, en donde los mismos juzgarían a los mismos.

El diálogo genuino, eficaz e incluyente empieza con acuerdos que posibiliten la independencia de los poderes del Estado y el fortalecimiento de la débil institucionalidad pública. Lo que se anhela y gestiona mediante el diálogo es, en suma, un Estado fuerte y una ciudadanía participativa capaz de impulsar procesos deliberativos que tengan como resultado concreto un grupo básico de entendimientos mínimos, prestos para devolver la confianza en el deteriorado sistema político, así como el predominio de un gobierno funcional, abierto y civilizador, ajeno al autoritarismo y al clientelismo, un gobierno ni corrupto ni corporativista, entendiéndose por esto último el predominio del mercado sobre el bienestar social.

La escogencia en proceso de postulantes a la Corte Suprema de Justicia, que se desea ajena a toda influencia partidista indebida, será la prueba más contundente de si pretendemos, en serio o no, transformaciones reales en el sistema de justicia del país, como igual son indispensables en el Ministerio Público, en el Consejo de la Judicatura, organismos estos hoy malamente politizados, subordinados a la voluntad del funcionario presidente y al partido en el poder. Tales temas deben ser claves y prioritarios en la agenda de diálogo.

De igual forma debe exigirse la reforma del Tribunal Supremo Electoral, a fin de convertirlo en ente de genuina praxis democrática, uno que garantice elecciones libres y transparentes en el 2017, en cualquier consulta de opinión directa o siempre para evitar que sea el organismo desde donde se burla la voluntad que expresa el ciudadano en urnas. Este es otro tema primordial de agenda.

Aspirar a dialogar con sectores cooptados y afines a líneas políticas trazadas desde el gobierno, sin la participación de los múltiples y diversos entes sociales, nacionales y regionales, que representan la indignación, el hartazgo y el cansancio del pueblo, es engañar a la república y a la comunidad mundial. Serían diálogos de mentira y más que diálogos se convertirían en monólogos, mecanismos sutiles para desvirtuar la realidad, instrumentos para ganar espacio, apagar la antorcha y volver a la oscuridad del atraso, la exclusión, la opresión y la pérdida de libertad ciudadana, maquillada con falsas estabilidades.

El diálogo que la patria demanda es uno que conduzca a acabar con cualquier vestigio de concentración de poderes en una persona, que recupere el compromiso para elevar el papel de la institucionalidad del Estado de Derecho, que genere la investigación y el enjuiciamiento de todas las personas responsables del saqueo de instituciones públicas ––por ello la condición de la CICI––, y que redefina políticas económicas, agrarias, productivas, fiscales y sociales que dejen por fuera el protagonismo central de la actual élite empresarial y de las corporaciones transnacionales extractivistas.

El diálogo debe construirse sobre un único criterio innegociable: sólo la inclusión social, económica y política da como resultado la democracia.

 

ISMAEL MORENO, sj

DARÍO EURAQUE

RODOLFO PASTOR FASQUELLE

VÍCTOR MEZA

EDUARDO BÄHR

PATRICIA MURILLO

WILFREDO MÉNDEZ

HUGO NOÉ PINO

HELEN UMAÑA

EFRAÍN DÍAZ ARRIVILLAGA

MAURICIO TORRES MOLINERO

RAMÓN ENRIQUE BARRIOS

JULIO ESCOTO

 

 

País de Indignados, Septiembre 01, 2015

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«Central American Spring»?

Monday, August 31, 2015

The Economist published an article  that provocatively asks in the headline if the 12 weeks of torchlight marches in Honduras is «A Central American Spring».

The paper quickly repudiates that idea in the body of the article. The Arab Spring was rapid and violent.  Rather than a violent uprising, the Economist quotes Central American Business Intelligence as expecting slow, gradual change in Central America.

Slow, gradual change is not what the people protesting want: they are asking for the current president to resign.

For 14 weeks in Honduras the indignados, those upset with corruption and impunity in Honduras, have taken to the streets in all the major cities, carrying bamboo torches (not unlike the patio torches one can buy here in the US), seeking a Honduran International Commission against Impunity (CICIH in Spanish) and the removal of Juan Orlando Hernandez.

While there are no official crowd estimates, the marches clearly mobilize tens of thousands of people in both Tegucigalpa and San Pedro Sula alone. Also remarkable is the range of cities and towns where marches are taking place. They are substantial and peaceful.

In an attempt to defuse the crowds, Hernandez has called for facilitators and mediators from the Organization of American States and the UN to oversee what he calls «dialogue».  This is in lieu of asking for a CICIH, which would be appointed by the UN to independently investigate corruption and impunity in Honduras.

Hernandez alleges his government’s efforts to reform the government are sufficient if people just give the institutions a chance to operate.

But the institutions he wants the Honduran people to trust aren’t operating.

A snail’s pace would be fast compared to the Public Prosecutor’s office, for example.

A trail of checks document the movement of money from the Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) through at least three front companies in Honduras into the National Party bank accounts including those of the Hernandez Presidential Campaign. When journalists made this public in May, they used copies of the checks from the actual prosecutorial case file shared with them.  Despite this financial trail, no one has been charged, and no one even questioned, about these checks, checks that implicate the leadership of the National Party in corruption.

There are actually indications that the Assistant Public Prosecutor, Rigoberto Cuellar, may himself be linked to an influence-pedaling scandal, but he is not as yet the target of any investigation.

This is the face of impunity in Honduras. It is why the indignados are marching. And they are marching for a specific remedy that exists in action in their neighbor to the north, Guatemala.

In Guatemala, people are also marching weekly. Here, there is already an International Commission against Corruption and Impunity (CICIG in Spanish), sponsored by the UN at Guatemala’s request, and funded by voluntary contributions from a number of different countries.

This unit, as noted in the Economist article, has been instrumental in uncovering and prosecuting corruption in the Guatemalan governments past and present. The transparency of these investigations served to mobilize the populace of Guatemala tired of corruption.

The CICIG has in fact, sought to bring charges against the President and Vice President of Guatemala for corruption. Over 100,000 people gathered last week in central Guatemala City to call for the President to resign. Their demands have now been endorsed by the country’s Roman Catholic bishops.

In Honduras, at least for now, President Hernandez is not only rejecting the idea of an independent CICIH, he’s actively working to discredit the idea through the public pronouncements of his advisor Ebal Diaz, who has made up «facts» to discredit the CICIG.  Officially the National Party Congressional delegation is against the proposal as well.  Mauricio Oliva, President of Congress, called it «foreign intervention».

Almost every other political party in Honduras supports the call for the CICIH. LIBRE supports it; the AntitCorruption Party (PAC) does too.

The Liberal Party recently held a «unification» meeting to align its congressional delegation with the thinking of its directorate. The idea of a CICIH was a key source of difference. The Liberals in Congress recently voted against legislation that would have put the call for a CICIH to a public referendum, legislation sponsored by LIBRE.  At the time they said they voted against it because they thought it would delay prosecution, particularly of former Zelaya government officials. The directorate of the Liberal Party was in favor of a referendum, making the defection of its Congressional delegation a major issue. In the unification meeting, the party members agreed to vote for a CICIH if it comes up again.  But it is unclear that the Congressional leadership will allow another vote.

Last Wednesday, the indignados held a national strike, calling for businesses to shut down and main traffic arteries in the country to be blocked. Roads were blocked for a time until the police broke up the protests, and some businesses shut down, but not most.

Last Friday’s march ended at the Consejo Hondureño de Empresa Privada (COHEP) building where marchers met with business leaders. Whether this will result in businessmen supporting the marchers’ goals is an open question, but the fact that talks were entertained is significant. COHEP  supports the government; any change in support here would likely destabilize it.

Slow change indeed.

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Interview: Honduras ‘Indignados’ Lacks Structural Critique

Published 25 August 2015
Karen Spring, Honduras-based coordinator of the Honduras Solidarity Network, spoke to teleSUR about Honduras’ anti-corruption movement and its potential.

teleSUR: Some, including Ariel Varela – described as a movement leader in the Honduran press – are calling what’s going on in Honduras and Guatemala a “Central American spring.” Do you think the current movements constitute a kind of “spring” in the region?

I can only really speak about the context and protests in Honduras, and not what is occurring in Guatemala. The dominant discourse of the indignados movement in Honduras attempts to give the impression that some sort of Central American «spring» is occurring in Honduras, citing that Hondurans have woken up, want change, and are demanding the resignation of Juan Orlando Hernandez. It’s unclear why the leaders of the indignados movement would call this a «spring» since Hondurans and specifically, Indigenous, Afro-Indigenous, campesinos, women, and the National Front of Popular Resistance (FNRP) have been on the streets and in their own territories demanding a transformation and refounding of Honduras through a Constitutent National Assembly since the 2009 military coup. This demand remains in some spaces but has been drowned out by the dominant and not-so-structural analysis of the indignados movement.

RELATED: Can Movements in Guatemala and Honduras Usher in Change?

Since the post-coup marches in the few years after the coup were not deemed legitimate by the U.S. and the Honduran elites, it is suspicious that the right-wing media, the oligarchs, and the U.S. are now calling the torchlight marches and actions of the indignados movement legitimate, peaceful and democratic expressions of outrage via these weekly protests.

Many in Honduras have been resisting injustice for years amid what’s been seen as a crisis of democracy in the wake of the coup. Why has has discontent boiled over at this moment, bringing thousands to the street in recent weeks, even though underlying issues of impunity have been longstanding?

This is the million dollar question. Why now?

What are the central demands of the current movement and the tactics for achieving them? Do you see these sufficient demands and effective tactics? If the demands currently being made by the “indignados” movement are met, what would be the outcome for Honduran politics and people?

The central demands of the movement are the installation of an International Commission against Impunity (CICIH), the resignation of Honduran President Juan Orlando Hernandez, and investigations into the involvement of the Assistant Attorney General and Attorney General in the looting of the Social Security Institute (IHSS). Although in the last few weeks, the latter two demands have not been as present in the discourse of the indignados movement as it has previously.

Corruption and impunity are necessary in seeing that the interests and continued domination by the Honduran elite.

I do think that small victories against impunity can be made through the installation of a International Commission against Impunity, but such a Commission is not a solution to a corrupt system that is rotten from top to bottom. Corruption is inherent to neoliberalism and impunity facilitates further perpetuation of both. Corruption and impunity are necessary in seeing that the interests and continued domination by the Honduran elite, transnational companies, the international financial institutions, and the U.S. and Canadian governments continue unabated. Unfortunately, the dominant discourse of this movement is not discussing or being critical of the neoliberal model and instead through its demands implies that corruption and impunity can be “dealt with” or resolved by a CICIH. The challenge of some sectors of the indignados movement is how to deepen the analysis to incorporate a more structural understanding of corruption and impunity, and incorporate it into their movement’s demands.

“Because every Friday we give a blow to corruption and all the corrupt.”

Although the leaders of the indignados movement have said they won’t participate in a dialogue facilitated by representatives of the Organization of American States, they did attend some of the meetings when the OAS representative was in the country last week. Months after the 2009 coup, the social movement/Resistencia/FNRP learned an important lesson about dialogue and negotiations facilitated by the OAS. They learned that the OAS served to whitewash the crimes of the Honduran government or the golpistas while facilitating the normalization of relations between Honduras and the “international community” that had rhetorically (not necessarily practically such as in the case of the United States) cut off relations with Honduras because of the coup. I have little faith or trust in the OAS’s and for that matter, the U.S.’s intentions in this dialogue process.

Who constitutes this current movement and its leadership, and how it organized itself? Does the diverse alliance of left, mainstream, and even right-wing elements undermine the movement’s potential to achieve radical reforms?

The indignados movement does not have a structural analysis that examines corruption and impunity in the context of neoliberalism, the power of the Honduran elite, and the role of the U.S. and allies in Honduras. For that reason, their demands are not «radical» enough to get to the root of the corruption problem. Because of this, they may achieve small victories, but nothing close to what the social movement after the 2009 coup were fighting for and demanding.

Unfortunately, the dominant discourse of the indignados in the mainstream media excludes the analysis of some sectors of the same movement to remove the more structural critiques of corruption.

For me, it’s crucial to analyze and contrast the current indignados movement with the post-coup social movement/Resistencia/FNRP. This current movement does not even come close to the structural, transformative demands of the post-coup movement. This may be because the social movement is at a different moment now, and/or because the «traditional» social movement (ie. post-coup movement) have been joined by sectors of the political opposition such as the right-wing and golpista Liberal Party, the anti-corruption (PAC) party, as well as the LIBRE party in the streets. Together, they seemed to have identified a clear enemy: the Juan Orlando Hernandez government.

Unfortunately, the dominant discourse of the indignados movement is being carefully controlled by sectors that are not traditional nor «radical» elements of the social movement and in fact, some have been clearly identified as being aligned with the U.S. Embassy. These elements include the State Department-funded NGOs Association for a More Just Society (ASJ) and Alliance for Peace and Justice. «Traditional» social movement groups (for a lack of a better description) view these sectors of the indignados movement with deep suspicion and mistrust, and for a good reason. http://www.tiki-toki.com/timeline/embed/491790/0042974475/

You have said that the coup consolidated political and economic power in Honduras to bring on a wave of privatization of public services, land, and resources. How is this linked to the corruption scandals recently brought to light that sparked the movement in the streets?

The corruption scandals are 100 percent linked to the consolidation of political and economic power in Honduras under neoliberalism. Take a look at what happened with the Social Security Institute (IHSS). First, it was looted by the National Party and their cronies, then while investigations of the corruption were actively ignored, it was privatized under the structural adjustments of the International Monetary Fund. Today, amidst the scandals and the protests, the IHSS and its services are being auctioned off to private companies. The same process occurred with the teachers’ pension funds in the institution IMPREMA shortly after the coup.

RELATED: Disaster Capitalism and Outrage in Post-Coup Honduras

As I said previously, corruption is inherent to neoliberalism and necessary for the further consolidation of political and economic power through privatization processes in Honduras. The dominant discourse of the movement discusses corruption as a problem but not these privatization processes that have been under way for years.

How much presence or visibility do radical resistance activists and their demands have in the movement? Does the movement at large share your analysis and make the connections between the political economic outcomes of the coup and government corruption?

I think it is one of the biggest challenges for the «radical» resistance activists. They are attempting to push the indignados movement to a deeper analysis. The hunger strike that ended on July 31 was an attempt to do this. The strong and ongoing student involvement in the indignados movement is another attempt to do this, although the students are facing what is being portrayed by the media as isolated repression and criminalization which I believe is likely related to their more radical involvement in the indignados movement.

Unfortunately, the dominant discourse of the indignados in the mainstream media excludes the analysis of some sectors of the same movement to remove the more structural critiques of corruption. This obviously serves the interests of the powers that be.

Fuente: http://www.telesurtv.net/english/opinion/Interview-Honduras-Indignados-Lacks-Structural-Critique-20150822-0009.html

 

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Honduras: Ciudadanía indignada versus la concentración de poder del Presidente

jueves, 20 de agosto de 2015

El Gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) inició su mandato el 27 de enero con una legitimidad precaria. En las elecciones de noviembre de 2013, apenas obtuvo el 36.89% de los votos válidos. Pero más allá del porcentaje de votos obtenido, la precariedad de la legitimidad de origen de JOH se debe a hechos como los siguientes:
El Gobierno ha llevado adelante políticas que han profundizado el malestar de la ciudadanía. De esta manera, de la precaria legitimidad de origen se pasó a un mayor nivel de erosión de la legitimidad de desempeño gubernamental.
Entre estas situaciones que generan descontento ciudadano se identifican los hechos siguientes:
• La remilitarización de la seguridad. Cada vez más los militares se convierten en los reales protagonistas de la seguridad y los policías adoptan una actitud de subordinación al viejo estilo de los años ochenta, lo que ha llevado a una serie de abusos de poder y violaciones de los Derechos Humanos.
• La habilitación de la reelección. Mediante un fallo de la Sala Constitucional, como respuesta a un recurso de inconstitucional presentado por un grupo de diputados nacionalistas acompañados de diputados de UD y el PDCH y otro recurso sobre el mismo tema presentado por el ex Presidente Rafael Leonardo Callejas. Además, hay que recordar que la Sala Constitucional fue impuesta ilegalmente por el Congreso Nacional de la República, en diciembre de 2012, mientras el actual Presidente de la República fungía como Presidente del Poder legislativo.
• El Presidente JOH mantiene un fuerte control y subordinación de los poderes Legislativo y Judicial al Poder Ejecutivo. Lo anterior permite afirmar que la separación y autonomía entre los poderes del Estado ha desaparecido casi por completo en el Gobierno actual.
• La prevalencia de los altos niveles de corrupción (el caso del IHSS es el caso más visible, pero no es el único) y la percepción negativa de la ciudadanía debido a que se hace muy poco o casi nada para combatir este flagelo.
• La persistencia de los altos porcentajes de hogares en situación de pobreza, la precariedad laboral y el creciente desempleo.

• Los despidos de empleados públicos. Siendo más visibles los de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y del Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).

• Existen denuncias permanentes de organizaciones de Derechos Humanos. Estas denuncias evidencian la violación sistemática de los mismos con la participación directa o indirecta por complicidad, de las autoridades gubernamentales. A todo lo anterior hay que agregar que el Presidente ha mantenido un estilo de Gobierno autoritario, excluyente y de criminalización de la oposición política y social. Toda esta situación ha llevado a que amplios sectores de la ciudadanía hondureña estén impugnando en las calles al Gobierno que encabeza JOH.
Para continuar leyendo el análisis de contexto, realizado por el Centro de Estudio para la Democracia –CESPAD-, haga clic en el siguiente enlace:

Ciudadanía indignada versus la concentración de poder del Presidente

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Indignarse no basta: cuál es la ruta…

20/08/2015
Opinión

A medida que pasan las semanas y se avecina una nueva movilización de las antorchas las contradicciones a lo interno del movimiento parecen más latentes y la percepción externa de la crisis es más que visible. La ausencia cada vez más notoria de antorcheros y antorcheras que dejaron de caminar y encender el fuego de cada viernes denota no solo el agotamiento “normal o natural”, sino cierta frustración ante las pocas victorias populares en esta etapa. La ausencia de una conducción estratégica de carácter nacional, no verticalista ni centrista aunado a la ausencia de una articulación con otros sectores de indignados e indignadas comienza a develar lo frágil que puede ser un movimiento joven desprovisto de cierta identidad de clase, -la identidad de clase necesaria para dar la pelea con el enemigo verdadero.

 

El Movimiento de las Antorchas es un movimiento joven y está conformado no solo por juventudes, también por esa juventudes acumuladas capaces de hacer la avanzada ante los barrotes de una Corte Suprema de Justicia por la liberación de un periodista perseguido y criminalizado por exponer en la pantalla de televisión la barbarie cometida por el régimen de Juan Orlando Hernández (JOH); por dar a conocer el saqueo de los recursos financieros del IHSS y la denuncia por casi 3000 personas fallecidas a causa de este flagelo político que solo puede interpretarse como la máxima expresión del nepotismo y la corrupción durante los dos recientes gobiernos nacionalistas, el de Porfirio Lobo y actualmente Juan Orlando Hernández.

 

Más de treinta días de huelga de hambre y millones de antorcheros movilizados a nivel nacional pero algo falta, algo es urgente y ese algo, ese ethos colectivo, es la victoria aún lo lograda de un pueblo rebelde que pese a tantos golpes se niega a claudicar.

 

¿Cuál es el dilema que enfrentamos entonces?

 

PRIMERO: La insistencia en la CICIH (Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras) como la única consigna ha invisibilizado otras demandas:

 

a) Salida inmediata del Fiscal General y Fiscal Adjunto

b) Juicio político en contra de JOH y demás involucrados en el saqueo al IHSS.

 

A estas demandas se sumaron a partir de la huelga de hambre nuevas demandas sectoriales, territoriales, de pueblos indígenas, del pueblo Tolupán y la demanda por una Asamblea Nacional Constituyente. Sin embargo, estas y otras demandas han dejado de ser visibles ante la única bandera que hoy se posiciona, la CICIH. (no significa que no sea de importancia la CICIH pero no reside allí toda la lucha de las y los indignados de Honduras).

 

¿Cuál es la propuesta ante este primer dilema?

 

Además de la CICIH se hace urgente levantar las dos exigencias expuestas y todas las demandas y exigencias de un pueblo indignado que defiende la tierra, su agua, su cultura, sus semillas criollas, su autodeterminación como pueblos originarios, el derecho de los pueblos a decidir sobre sus territorios, el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos, el derecho a un Estado Laico.

 

SEGUNDO: Al inicio de las movilizaciones se generó ese debate casi sin sentido pero que realmente ha servido para que exista mayor comprensión de esa categoría política de lo político y la política partidaria. El ser político y la política partidaria-electorera como dos categorías distintas. Una fuerte tendencia pujó para hacer ver que esta lucha no era política sino ciudadana, otras y otros llevaron el debate desde elementos teóricos e hicieron un buen aporte demarcando la frontera entre una y otra definición, puntualizando que la lucha de las y los indignados es una lucha eminentemente política pero no política partidaria.

 

Sin embargo, este debate de lo político y lo no político partidario trajo consigo algunas decisiones que vale mencionar:

 

1. Se acordó que ninguna bandera debía sobresalir excepto la bandera nacional, con esto evitar que el Partido Liberal, PAC y LIBRE se posicionaran de las movilizaciones con sus símbolos identitarios. Sin embargo, se impidió al FNRP y otras organizaciones ir con sus banderas al frente de la movilización, decisión que generó conflictos por las identidades, pero que al fin y con la idea de no fracturar la movilización como un espacio amplio donde los actores que durante el golpe de Estado del 2009 no se movilizaron, y sin querer entrar en contradicciones prematuras con una clase media golpeada por JOH, el FNRP y otras organizaciones sociales y populares bajaron un poco sus banderas y dejaron ir a la cabeza de la movilización a miembros de Oposición Indignada con la bandera nacional.

 

¿Cuál es el dilema hoy día?

 

La ausencia de una conducción estratégica hace de la movilización y del movimiento un sujeto vulnerable ante la avalancha de la derecha y de JOH. La trama mediática de los periodistas Renato Álvarez y Rodrigo Wong Árevalo son la máxima expresión de cómo la derecha utiliza e instrumentaliza el movimiento o ciertas acciones para los interés de su clase o de la clase que representan.

 

Ante esta envestida, se hace urgente que todas las organizaciones sociales y populares indignadas en contra del régimen de JOH, levanten en cada movilización de los 18 departamentos y en el departamento 19 la identidad de sus organizaciones y articulaciones de lucha, A LEVANTAR BANDERAS: Organizaciones campesinas, indígenas, feministas, artistas, estudiantes, colectivos de base, organizaciones obreras, defensoras de DDHH, etc.

 

TERCERO: Oposición Indignada es una organización, una manifestación orgánica y representa el colectivo que dio los primeros pasos y tiene el reconocimiento popular por haber encendido las primeras antorchas de indignados e indignadas. Sin embargo, cada ciudad o pueblo ha buscado su manera muy propia de organizarse incluso, existe hoy día una Plataforma de indignados, una mesa nacional de indignados compuesta por mesas de cada ciudad y, éstas y otras formas de organización no son solamente válidas sino necesarias.

 

¿Cuál es el dilema?, el dilema es que no existe una articulación de las luchas nacionales, territoriales o sectoriales, más existe una disputa de hegemonía del movimiento que fragmenta y vuelve esta posibilidad de acumulación de fuerza nacional en pequeños ejercicios de rebeldía que sin la constancia debida fragmenta y en vez de fortalecer el movimiento nacional lo debilita.

 

En tal sentido, se hace más que urgente una articulación nacional de las luchas de indignados e indignadas. Una articulación que pasa por el consenso y la horizontalidad en la toma de decisiones cuando estas sean de carácter nacional e involucran a otros movimientos y organizaciones que hoy forman parte del Movimiento Nacional de indignados. (Diferenciar un movimiento nacional de indignados e indignadas con las otras manifestaciones: Oposición indignada, mesas de indignados, plataforma de indignados, artistas indignados, médicos indignados etc.).

 

CUARTO: Este numeral cuatro no voy a desarrollarlo solamente poner en la discusión el dilema, mismo que está vinculado al agotamiento del sistema de representación partidaria. El escenario de hoy es por la demanda de una CICIH y las demás exigencias pero en un año o año y medio el escenario será otro, serán aspirantes, candidatos a Alcaldes, diputados y presidenciables que estarán prometiendo quizá, una CICIH, la que JOH negó al pueblo, candidatos ofreciendo Juicio Político para JOH, candidatos ofreciendo cárcel para quienes saquearon el IHSS, etc. Y quizá más discurso de lo mismo.

 

¿Cuál es el dilema entonces?, seguirá el pueblo indignado de pega afiches, de escalera para quienes históricamente ven en el Estado un Estado botín, un Estado paraguas, benefactor de intereses personales y familiares, un Estado secuestrado, descuartizado como si de una res se tratase. Ese es el dilema, o se salva ese Estado secuestrado y se reconfigura desde una nueva concepción, un nuevo Estado, popular, humano, anticapitalista, antiimperialista y anti patriarcal o, se cae en la trampa de cada 4 años de verbo y más verbo pero sin cambios, sin transformaciones, sin verdaderas revoluciones. ¿Se repetirá la historia de cada 4 años? O el pueblo indignado será capaz plantearse otras formas de recuperar el Estado.

 

Finalmente ni la OEA ni la ONU son la salida a la crisis. Son expertos en neutralizar crisis a favor de los intereses del imperio norteamericano. Está más que demostrado que la OEA responde a los intereses de gobiernos y no de los pueblos. El caso de Inzulsa para el golpe de Estado del 2009, quien solo fraguó la transición de un régimen a otro, de Michelleti Baín a Porfirio Lobo y de éste a Juan Orlando. (Acuerdo de San José y Acuerdo de Cartagena). Las fraudulentas elecciones pasadas para citar.

 

Agosto, 18, 2015

 

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EDITORIAL: La crisis nacional y la torcida mirada gubernamental

Monday, 10 August 2015 01:32 Written by  Consejo Editorial Published in Editorial Read 121 times

No hay duda alguna que el presidente Juan Orlando Hernández, desde la primera hora y meses antes de ser investido como  jefe del Poder Ejecutivo, propició el escenario para convertir los dos principales poderes del Estado en una total anarquía. Meses antes de las elecciones y en el desarrollo del mismo ya era, muy mal cuestionado y no se diga del resultado posterior que concretó su triunfo electorero bajo las puercadas proselitistas  que van, desde su acompañamiento  de los más influyentes capos de la  droga, con quienes el ser gobernante aparece muchas veces abrazados con los cabecillas de dicha mafia –ver la prensa nacional de esa época .

A partir de esa noche dominical, en noviembre de 2013, Honduras y sus habitantes no conocen la paz, por el contrario han acondicionado mental y emocionalmente a las y los hondureños que la muerte y el descuartizamiento de seres humanos es parte del gobierno para imponer la paz. Existen sectores clave que pasan bajo la mira de la muerte, es más, son preparados bajo el argumento de defender la patria, desde niños con el famoso y triste programa gubernamental “Guardianes de la Patria”, la remilitarización de país ha sido un trabajo silencioso del bipartidismo hondureño, he aquí sus consecuencias.

El gobernante Hernández, a un año y meses de su legislatura afirmó  que había llegado  a la presidencia de la República para quedarse, constitucionalmente, y construir un proyecto político por 50 años; afirmación que cumplió al concentrar los demás poderes (Judicial y Legislativo), en uno solo para que obedezcan sus órdenes. No es nada extraño que un grupo de diputados de su partido presentaran un recurso ante la ciega Corte Suprema de Justicia a fin de que se despenalice el hablar de reelección. Entre otras cosas, el ocupante del sillón presidencial sigue la linea de la empresa privada y bajo  el pretexto de modernizar y de agilizar la economía nacional, misma que está en crisis, puso en venta el territorio nacional en flagrante violación a los artículos 2, 12 y el 19  de la ley primaria de la República de Honduras.

El señor presidente Hernández, tomó posesión del mandato presidencial untado hasta el pelo del latrocinio más grande de la historia hondureña de la época moderna como lo es el robo de más de 7 mil millones de dólares del Instituto Hondureño de seguridad Social (IHSS), acto propio del hampa de la mafia al estilo de Al capone.

Este latrocinio es supuestamente cometido por sus más cercanos colaboradores de su campaña y algunos fungen hoy como secretarios de Estado, así mismo por parientes cercanísimos como son su hermana Hilda Hernández, encargada de la estrategia de la comunicación de casa presidencial, hasta untar a su señora esposa, quien se ha comprado una millonaria mansión en un lugar selectivo en Miami, Estados Unidos de Norte América, de acuerdo a publicaciones de medios nacionales.

Este escenario nos trajo a nuestra vista un proceso de indignación en la ciudadanía hondureña, misma que se ve concretada en las 11 movilizaciones bajo el símbolo de las antorchas. Este movimiento de “Indignados e indignadas”, conformado por sectores de clase media y en su mayoría NO organizados y organizadas responden al estímulo de la revelación de cheques por parte de miembros de Radio Globo y su televisora Globo TV.

La yunta presidencial, Lobo Sosa-Hernández Alvarado, en la gestión del primero se trazó y le dejó al actual gobernante la privatización de la salud, la educación, los Institutos de jubilaciones y pensiones, y hasta cobrar impuesto a toda aquella persona que tenga una mediana o pequeña empresa…al grado que van las cosas del gobierno se cobrará a las trabajadoras del sexo por ejercer su oficio y tributaremos hasta por circular de una ciudad a  otra como ya se está institucionalizando a través de los peajes.

Al interior del país tenemos campesinos y campesinas sin tierra, asesinato de sus principales dirigentes, y los operadores de justicia ni siquiera responden de manera preliminar con un proceso de investigación que lleve con los responsables.

Continuamos los y las periodistas, los comunicadores y los comunicadores sociales bajo la lluvia tenebrosa de ataques hacia el ejercicio de la comunicación de parte del aparato gubernamental y de quienes en realidad mandan en este país, los poderes fácticos que se escudan en las bayonetas y en los negocios privados. Más de 50 asesinatos, el 91 por ciento de ellos impunes según el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH).

Algunos de nuestros pueblos indígenas son condenados al letargo sueño anestésico de los miembros de la estrella solitaria en el poder. Los hermanos y hermanas tolupanes cuentan con medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), otorgadas en 2013; sin embargo continúan siendo objeto de amenazas en sus territorios sobre todo después de la valiente participación en la huelga de hambre contra la corrupción y la impunidad aquí en Tegucigalpa por más de 30 días.

En este panorama caminamos a diario en los últimos meses por una capital presa del miedo, la demagogia y el circo nacionalista. En donde se vocifera un diálogo convertido en monólogo a puertas cerradas en Casa Presidencial; a la víspera del resultado de la visita del alto representante de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la cual nos hace pensar en la tonada del cantautor popular cubano Carlos Puebla, quien nos recuerda que “La OEA es cosa de risa”.

A manera de conclusión diremos que el gobernante Hernández Alvarado ha rebasado la tolerancia ciudadana, al llegar a odiar la libertad por su incapacidad de amarla y darla a la ciudadanía; ha llegado a fanatizar a cierto  sector de las masas, específicamente las de su partido para sus mezquinos intereses. Ha degradado hasta la indignidad todo lo que tenga el genio de la libertad, por momentos se detecta un odio a la mujer y a la diversidad sexual así mismo a la juventud. He allí su grande error, se equívoco de generaciones, la juventud actual y actuante ya perdió o le robaron todo, hasta el miedo, que ya perdió el temor de o en desafiar al poder militar en el que descansa y  se sostiene el señor Hernández Alvarado a grado tal que, se le nota su desajuste mental y emocional. Esto se debe a que  ya siente PASOS DE ANIMAL GRANDE.

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PORTADA Y EDITORIAL EL LIBERTADOR IMPRESO /AGOSTO 2015: “LAS CINCO O NINGUNA”

Publicado: 08 Agosto 2015

Los ratones deberían saber que después de la fiesta del queso sigue el sacrificio; bueno sería recuerden cuantos expresidentes endulzados en maldad por EE.UU. mas tardaron en entregar la banda presidencial para salir del tribunal a un avión que los llevó directo a la cárcel; algunos cuando ya eran insalvables fueron tirados a las aguas violentas.  

 

Editorial

 

“LAS CINCO O NINGUNA”

 

El fértil descontento social y político frente a la flojera del Gobierno y el reino de pobreza negado por la “radiante economía oficial” en América Central y, puntual en Honduras, es incomprensible si se descarta que en nuestra zona la codicia de Estados Unidos y la vendimia de traidores son las raíces que sueltan la desgracia y atan la autonomía nacional.

 

¿Por qué el Departamento de Estado despliega una intensa campaña diplomática para posicionar la idea –expresada por el consejero Thomas Shannon en Madrid- de que es preciso “construir un nuevo tipo de Centroamérica”, y la responsabilidad de esa tarea por obra y gracia del destino manifiesto, recae en Estados Unidos?

 

Ahí están las respuestas a las dudas del pueblo hondureño, mientras el hambre cual azote cae sobre el lomo de las familias en el campo y la ciudad, el FMI caído en trance afirma que este año Honduras registra el mayor crecimiento de la producción en la región. Y el mismo confeti multicolor lanza al aire la embajada de EE.UU. cuando de temas internos comenta la inflación, gasto público, seguridad, derechos humanos, inversiones, confort ciudadano, etc. Nealon repite hasta el éxtasis que las relaciones entre ambos países son como “Nunca Jamás”, un lugar imaginario donde los niños no crecen y sólo existen la diversión y la felicidad.

 

Ellos saben que mienten y nosotros debemos saber que a ellos no les importa si nosotros como sociedad caemos o no en su farsa. Honduras es hoy un laboratorio ideológico del Pentágono, se afina un modelo de dictadura y se mide la reacción social.

Los ratones deberían saber que después de la fiesta del queso sigue el sacrificio; bueno sería recuerden cuantos expresidentes endulzados en maldad por EE.UU. mas tardaron en entregar la banda presidencial para salir del tribunal a un avión que los llevó directo a la cárcel; algunos cuando ya eran insalvables fueron tirados a las aguas violentas.

 

Washington –expone el intelectual costarricense Andrés Mora— actualiza sus lecturas geopolíticas y reconoce, con alto realismo, la confluencia de otros competidores en el istmo, incluso, en el Caribe.- El proyecto del Gran Canal de Nicaragua, que concita el interés de China y Rusia en la eventual nueva ruta transoceánica; la continuidad de relaciones China-Costa Rica y la profundización de la diplomacia asiática de inversión en infraestructura; la edificación de foros de unión latinoamericana y caribeña como CELAC para articular posturas como bloque ante otros actores globales (Unión Europea, África, los BRICS); además, la llegada tardía de Estados Unidos al proceso de normalidad en las relaciones con Cuba, cuando ya América Latina, China y Rusia han avanzado en acuerdos de inversión y cooperación con la isla, han obligado al Departamento de Estado a replantear sus movimientos en el ajedrez del poder en el sistema internacional.

 

“Five or none” (las cinco o ninguna): este era el lema que ondeaba en las banderas de ejércitos de filibusteros que servían al proyecto esclavista de oligarcas del sur de EE.UU. y de la expansión del incipiente imperio. Ha pasado más de un siglo y medio y, desde entonces, mucho ha cambiado el mundo, pero aquella funesta máxima –al decir de José Martí- sigue vigente como proclama de voracidad insatisfecha en las entrañas del norte revuelto y brutal.

Fuente: http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/384-portada-y-editorial-el-libertador-impreso-agosto-2015-las-cinco-o-ninguna

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El alma y el corazón indignados

05/08/2015
Opinión

Huelga de hambre

 

La dignidad histórica de la vida de nuestros pueblos no solo se logra al protestar caminando sino a través de la organización y movilización de la conciencia del ser social por la defensa de nuestros territorios, la soberanía económica, política y cultural y por la lucha solidaria mediante la unidad de todos los pueblos contra el patriarcado, clasismo, el racismo, el sexismo y la hegemonía de la mundialización del capitalismo

 

Nuestra realidad como pueblo contrasta brutalmente con la ficción del coloniaje de nuestra propia historia. Quinientos años de sufrimiento han pretendido borrar la memoria del ser social. Sin embargo las heridas están sangrantes y los gritos de dolor y protesta nunca podrán ser acallados por el uso de las armas cuyo costo se refleja en los cuerpos famélicos de los niños y niñas.

 

La manipulación mediática, e ideológica nunca podrá ocultar los crímenes de lesa humanidad, la tortura y la sevicia del poder de la acumulación del capital que fractura la vida y fortalece las fuerzas hegemónicas mundializadoras del capital transnacional que han herido la historia de la autodeterminación y la soberanía territorial, cultural, alimentaria y política de la dignidad histórica de nuestros pueblos

 

Frente a este ultraje, está el coraje y dignidad histórica de las fuerzas que luchan unidas por la verdad, justicia, libertad y emancipación social.

 

En el siglo XXI, el 28 de junio del 2009, se produce en Honduras el golpe de Estado Militar Multinacional; grave retroceso en las conquistas sociales y en los procesos escabrosos de la democratización. Marchas multitudinarias de resistencia contra el golpe militar son reprimidas, mientras marchas minoritarias a favor del golpe son protegidas. El pueblo aprendió la protesta del caminar.

 

En el último quinquenio después del golpe más de cuarenta mil personas han sido asesinadas y los crímenes permanecen impunes. El narcotráfico ha sido el texto, el contexto y el pretexto para militarizar toda la sociedad y justificar la presencia del Comando Sur e incrementar las bases militares estadounidenses. Una guerra no declarada se instauró en forma progresiva. Se empobrecieron más los pobres y las capas medias sociales

 

La corrupción legislativa y judicial aprobó leyes perversas como el trabajo horario, explotación minera, facilitación de la corrupción, la venta de Honduras (Marca de País) y la creación de las ciudades modelo (Zonas especiales de desarrollo).

 

El modelo extractivo minero, petrolero y agro exportador, monocultivos de  agro combustibles, transgénicos y el proceso de privatización de la economía se reflejen  salarios mínimos injustos y  reducción de los gastos sociales  del Estado en salud, educación y el incremento de los gastos militares  lo cual acrecentó las condiciones paupérrimas   de la vida y en consecuencia de la salud . La realidad miserable y corrupta fue gestora de la fragmentación social.

 

Un acontecimiento de corrupción estatal de más de 330 millones de dólares en el Instituto de Seguridad Social(IHSS), evento al cual se le atribuye la responsabilidad de la muerte de 3000 personas; situación que escandaliza la comunidad nacional e internacional y gesta a finales de mayo 2015 el “movimiento de los indignados” donde jóvenes hombres, mujeres  se unen para  simbolizar la protesta a través de las Marcha de las Antorchas cuyo movilización llega a ser   más de un millón de personas en diferentes lugares del país para exigir la intervención de Comisión Internacional Contra la impunidad(CICI) y el juicio político a los gobernantes y al Ministerio Publico.

 

La propuesta presidencial de un Sistema Integral Hondureño de Combate a la Impunidad y a la Corrupción y un Dialogo Nacional son rechazados por el Movimiento de los Indignados quienes plantean la necesidad de la independencia que debe tener la CICI y consideran que el dialogo propuesto por el gobierno no es horizontal, ni participativo con agendas impuestas

 

Ante este golpe artero a la salud del pueblo se va estructurando en el marco de la compleja realidad represiva y violación de los derechos humanos; ante la cual se desarrolla una Huelga de Hambre que se inicia el 22 de junio con dos jóvenes y culmina el 30 de julio del presente año con 18 héroes y heroínas.  (No entrare en los detalles de esta gesta hermosa que será objeto posterior de un análisis más profundo).

 

“El corazón de los indignados” tomó como principio rector en la lucha contra la corrupción: “La verdad os hará libres” (Juan 8:32).

 

Recordaron el método de la “No violencia” de Gandhi al insistir en la verdad (Satyagraha) y en el amor como la fuerza más poderosa del mundo y con la sabiduría del realismo del Mahatma reflexionaron: “No se nos ocurriría pensar que el ratón es clemente por dejarse devorar por el gato”.

 

Nos invitaron a hacer memoria de las huelgas de hambre: indígenas, campesinas, obreras, garífunas, jueces, fiscales, estudiantiles; la huelga del Movimiento Cívico Cristiano que dirigía el Comité de Mujeres por la Paz Visitación Padilla presidido Alba de Mejía contra el Servicio Militar Obligatorio y la Huelga de Señora Elvia Zelaya Madre de Roger González que fue suspendida a los 23 días por la gravedad de Doña Elvia. Lloramos todos y todas de coraje e indignación porque el cuerpo de aquel mártir nunca apareció. Sin embargo el eco de la voz de Roger todavía se escucha en las marchas «Nos podrán quitar todo pero menos la alegría”

 

Todas las almas y corazones indignados que participaron en la “Huelga de Hambre” contribuyeron sustancialmente a mover la conciencia de nuestro pueblo.

 

 Indígenas Tolupanes

 

Seis hombres y una mujer  bajaron de la Montana para defender sus derechos ancestrales, segregados por el racismo y la explotación. Desalojados históricamente en forma violenta de sus tierras.  Hace una década, la decapitación de un tulipán costaba 1000 lempiras. La tierra era para el ganado y no para los seres humanos. Algunas familias tuvieron que emigrar y el asesinato estaba la orden del día

 

José María Pineda expreso durante la huelga: “Aguantar hambre para nosotros no significa nada porque lo hacemos todos los días, es mejor morir aquí, que nos mire todo el pueblo y no allá en nuestras tierras”.

 

 Indígenas Lencas

 

Cristian Castro Coordinador Indígena del Poder Popular de Intibuc y miembro de la Mesa de Indignados expresión genuina de la juventud lenca de la sangre de Lempira, luchadores por la defensa de los derechos territoriales de Honduras

 

 Plataforma Agraria del Aguán

 

Vitalino Álvarez representante de la Plataforma Agraria del Aguan, perseguido, torturado, defensor de los derechos territoriales: luchador ejemplar de la unidad campesina.

 

 Juventudes Indignadas

 

Aidé Paz, líder de las juventudes Indignadas de Progreso Yoro, defensora de los derechos humanos y la no exclusión de la educación y solidaria con la lucha de los estudiantes universitarios quienes por estar en contra de la privatización han sido objeto de criminalización de la protesta.

 

 Pueblo Misquito

 

Nimilio Smith defensor de los derechos del pueblo misquito avasallado por la explotación petrolera del imperio británico.

 

Defensor de los Derechos Humanos

 

Wilfredo Méndez defensor auténtico de los derechos humanos, quien al igual que sus hermanos y hermanas huelguistas sacrificaron y han puesto sus vidas en riesgo. Méndez logró al apoyo en esta decisión personal de todas las organizaciones consecuentes con la lucha por los derechos humanos.

 

Desde luego,  todos y todas las participantes en la Huelga de Hambre desde su inicio hasta su finalización tanto los nombrados como los que no están incluidos en este artículo merecen nuestro respeto y admiración.

 

La Huelga de Hambre es la demostración del coraje de la protesta de privarse de alimentos para desafiar la irracionalidad y la deshumanización del sistema del poder.

 

La Huelga nos enseñó que la corrupción es síntoma de un sistema estructural histórico endógeno y exógeno que resulta de la articulación del poder oligárquico y capitalista transnacional al cual no le importa las consecuencias y el sufrimiento de los seres humanos.

 

Lo más relevante de esta huelga es: “La condena moral a la corrupción”.  Este fenómeno inmoral no solo es financiero sino legislativo y jurídico, que penetra por todos los poros y estructuras del poder corporal de un Estado militarizado y subalterno al poder hegemónico internacional.

 

El alma solidaria de los huelguistas por los derechos humanos desafío al sistema al caminar frente a la Casa de Gobierno; por lo cual fueron golpeados, torturados psicológicamente por la fuerza policial y militar.

 

Ante la el deterioro de las condiciones de salud y el estrés ocasionado por las fuerzas represivas del Estado, tanto el Equipo solidario de derechos humanos, como el cuerpo médico y de terapeutas recomendaros la suspensión de la Huelga de Hambre

 

Saludamos a nuestros héroes y heroínas que son valores éticos que han levantado la moral y la conciencia social por la justicia y dignidad de Honduras.

 

Tegucigalpa 31 de julio 2015.

 

Foto: Luis Méndez

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Fuera JOH! Antorchas indignadas contra la mafia política

Desde que se destapó la corrupción en el Seguro Social, el gobierno de Juan Orlando Hernández no ha tenido respiro. Poco después estalló la indignación. ¿Qué ha irrumpido en este país? ¿Una primavera de cambios políticos de fondo o una indignada juventud que busca relevo a las mafias políticas corruptas? He aquí algunos apuntes con algunas claves para entender el trasfondo de la Honduras indignada.

Ismael Moreno

Tras un duro invierno político, una depresión colectiva, una epidemia de encierro social, ¿irrumpió la primavera en la devastada, violenta y políticamente árida realidad hondureña? Asaltan las dudas, sobran las preguntas, es tan corto el tiempo del cambio que es aventurado atreverse a perfilar escenarios. Mejor ensayar con apuntes.

SALIR DEL LETARGO

A partir del mes de mayo amplios y diversos sectores de la población, especialmente sectores medios, se indignaron, dándole un giro dramático a la coyuntura. La indignación, expresada en las caminatas de las antorchas conducidas por contingentes juveniles, despertó de su letargo a mucha gente. Asombró a los partidos políticos. Asustó a los grupos fácticos de poder.

Rebasó a las organizaciones de izquierda, confirmando que el Frente Nacional de Resistencia Popular, nacido del golpe de Estado de 2009 y matrimoniado con el partido LIBRE de Manuel Zelaya, había quedado reducido a unos cuantos líderes de la izquierda y del movimiento popular tradicional. También ellos despertaron y salieron tras la fuerza emergente de las jóvenes generaciones antorcheras para no quedarse como meros observadores que aplauden, sonríen y tiran consignas.

ASÍ EMPEZÓ ESTO

Gracias a las investigaciones del periodista David Romero Ellner, divulgadas a lo largo del mes de abril, supimos que 7 mil millones de lempiras, unos 300 millones de dólares, habían sido saqueados del Seguro Social y que un porcentaje del saqueo se había destinado a financiar la campaña electoral que llevó a la Presidencia de la República a Juan Orlando Hernández. Proyecciones estadísticas lograron establecer que el dinero robado en medicamentos, en equipos médicos y en falta de atención a enfermos habría provocado unas tres mil muertes. Las noticias encendieron la indignación. El 29 de mayo hubo una primera marcha con antorchas en Tegucigalpa. El 30 fue en San Pedro Sula.

Todavía un asomo de lo que sucedería. La del 5 de junio en la capital y la del 6 en San Pedro ya fueron extraordinarias: quince cuadras de gente indignada en San Pedro. Esos días hubo también marchas en El Progreso, La Ceiba, Tocoa, Choluteca y Juticalpa. Y así han seguido viernes tras viernes. La movilización masiva mostró a miles de gentes decididas a salir del encierro depresivo en que parecían estar postradas después de la resistencia contra el golpe de Estado seis años atrás. La indignación de entonces no se había apagado, estaba agazapada y la habían frustrado algunos dirigentes. Esperaba el momento oportuno. Llegó con la rabia colectiva que desató la constatación
del saqueo del Seguro Social.

UN ÍDOLO CON PIES DE BARRO

En muy pocas semanas el país descubrió asombrado que el proyecto autoritario de Juan Orlando Hernández (JOH) no era lo fuerte que él lo hacía aparecer. Y él se descubrió tan impopular como para encabezar a los presidentes más repudiados en la historia hondureña, incluyendo a los de los regímenes militares y al del régimen de facto instaurado tras el golpe de Estado, que ya es decir mucho. JOH y sus más cercanos colaboradores están experimentando hoy las consecuencias de su desmesurada ambición de poder. En la coyuntura de esta indignación, JOH atrae el repudio contra la mafia política que ha hecho del Estado un fabuloso negocio. Todo iba viento en popa para JOH en sus planes reeleccionistas y en sus alianzas con el capital nacional y el capital transnacional extractivista hasta que aparecieron las antorchas en manos de miles de personas, mayoritariamente jóvenes. Mostraron que el ídolo tenía los pies de barro.

MUCHO PUS
EN UN CUERPO PODRIDO

JOH creía tener el control de todo, incluso creía controlar la corrupción de su propio grupo. Incluso creyó poder esconder el latrocinio de más de 300 millones de dólares al Seguro Social. Imposible. Después que David Romero destapó el caso y mostró las pruebas, se comenzaron a filtrar otros casos ejecutados por la mafia que lidera JOH. Habló así quien fuera un fiscal del Ministerio Público: “Esa mafia es un cuerpo podrido. Por donde quiera que lo toques sale pus. Lo del Seguro Social es sólo un grano. Falta lo de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, lo del Ministerio de Obras Públicas, lo del Instituto Nacional de Formación Profesional… Todo lo que se toque hará salir incontrolables corrientes de pus. Y todos los responsables son protegidos por Juan Orlando Hernández. Y en varios de esos casos están implicados sus propios familiares”.

JOH SE EMPEQUEÑECE

Asistimos a movilizaciones que tienen su sustento en una lucha ética con enormes consecuencias políticas. Después de varias masivas caminatas de antorchas, tanto en Tegucigalpa y San Pedro Sula, como en unas cuarenta ciudades medianas y pequeñas, exigiendo castigo para los saqueadores del Instituto Hondureño del Seguro Social y demandando la renuncia de JOH, él y su equipo se enfrentan a una crisis que se afanan en disimular. JOH convoca a cadenas nacionales para hablar sobre sus éxitos resaltando el respaldo internacional a su gestión y el bien que hace a través de programas asistencialistas. Dice que la gente que marcha es la que ha sido afectada económicamente por las capturas y extradiciones de narcotraficantes. Se esfuerza en disimular. No pestañeó para asistir muy devoto a la beatificación de Monseñor Romero. Lanza a las calles a gente pagada para contrarrestar la luz de las antorchas. Nada le ha resultado. Cada comparecencia en los medios, nacionales o internacionales, enardece más los ánimos de los indignados.

SE DESMORONA
EL PROYECTO DE JOH

También ha hecho JOH un llamado a un “diálogo social sin condiciones”. Y como en las marchas se demanda
que se instale en Honduras la CICIH -una comisión internacional contra la impunidad, como la CICIG
de Guatemala, la que con sus informaciones sobre un escandaloso caso de corrupción levantó en el país vecino la indignación popular- propone JOH otra comisión, que discutiría cómo enjuiciar a los corruptos, pero estaría conformada por las cúpulas responsables de la corrupción. En la cadena nacional del 23 de junio su llamado al diálogo permitió identificar el actual mapa de la polarización. Un sector del empresariado y de sus medios de comunicación, líderes de una llamada “sociedad civil” estrechamente cercana a la embajada de Estados Unidos, algunos liderazgos de iglesias y burócratas políticos fueron quienes respondieron al llamado de JOH. En el otro extremo, la población indignada preparó sus antorchas y el viernes 26 de junio triplicó la presencia en la marcha. Varios jóvenes se sumaron ese día a la huelga de hambre que dos muchachos habían comenzado el 22 de junio.

El rostro de JOH luce desencajado, su permanente sonrisa es ahora un rictus de amargura. Aunque en este año
y medio se apertrechó con municiones del poder político, económico y religioso para una larga vida en la silla presidencial, ha comenzado a experimentar una derrota anunciada. Llegó al gobierno en enero de 2014 afirmando, con sonrisa de triunfador, que ahí seguiría por los próximos cincuenta años. Y en pocas semanas
ha comenzado a convencerse de lo que le gritan miles de personas: que no lo quieren en el gobierno ni por los cuatro años para los que fue juramentado. Ahora, su desafío es lograr quedarse por esos cuatro años.

“LA BULLA NACIONALISTA”

La corrupta mafia política ha tratado de sacudirse del susto inesperado y ha puesto en marcha contraofensivas.
Para equilibrar las calles, a las marchas de las antorchas respondió con lo que llamaron la marcha de “la bulla nacionalista”. ¡A mí no me pagaron, yo vine porque quise! gritaron los antorcheros frente a los marchistas azules a quienes se les paga el equivalente a un poco más de 2 dólares, el transporte y de comida, una “burrita”.

El “equilibrio” se busca también en el terreno judicial. A cada denuncia y acusación judicial contra un corrupto del Seguro Social le sigue de inmediato una denuncia y acusación contra uno de los que la mafia coloca entre los indignados. JOH juega con ventaja por el control que tiene sobre los fiscales y el Poder Judicial. Ante la huelga
de hambre de la juventud indignada frente a casa presidencial la mafia política cierra las calles de alrededor.

ESTADOS UNIDOS Y EUROPA

En este escenario, la mafia que lidera JOH ha logrado respaldo del gobierno de Estados Unidos a cambio de que JOH renunciara a la idea con la que llegó al gobierno: quedarse indefinidamente. Su renuncia a la reelección habría sido el objetivo de la intempestiva visita que hizo JOH a Washington a mediados de junio. Más de eso no quieren en el Norte. Ven a JOH como una pieza importante para su estrategia de seguridad. Así, a la presión política interna se contrapone el respaldo internacional, aunque ni estadounidenses ni europeos tienen claro qué hacer en esta Honduras convulsionada. De momento, aunque la legitimidad de JOH esté socavada prefieren mantener la alianza con él.

EL “EQUILIBRIO CATASTRÓFICO”

El “equilibrio catastrófico” es un concepto acuñado por el pensador italiano Antonio Gramsci para explicar
el incierto equilibrio que hay entre fuerzas políticas adversarias que buscan imponer su agenda en momentos
de crisis. Alcanzar ese equilibrio en esta coyuntura es a lo que apuesta ahora la mafia política. JOH se esfuerza en evitar que la oposición indignada tenga capacidad de iniciativa y en evitar que sus iniciativas tengan éxito. Eso explica la movilización de unos 500 efectivos militares y policiales frente a la huelga de hambre que iniciaron varios jóvenes de la oposición indignada de Tegucigalpa el 22 de junio. Y eso explica la presencia desproporcionada de militares y policías en las diversas caminatas que se realizan a lo largo de todo el país.

La peligrosa actitud que un contingente militar exhibió en una ciudad de la costa norte no trae buenos presagios.
Cuando un indignado les gritó que por qué no buscaban a los verdaderos delincuentes, en lugar de amenazar
a la gente en las marchas, el jefe militar dio la orden y unos doce efectivos se bajaron del jeep con su M-16 y bala en boca apuntaron al que les había gritado. Todo mundo rodeó al joven, lo que logró neutralizar la decisión de dispararle que parecían traer los militares. Un hecho que nos trajo de golpe a la memoria los tiempos aciagos del golpe de Estado o los sangrientos tiempos de la seguridad nacional en la década de los años 80.

UNA RENDIJA ENTRE
LOS INCONDICIONALES

La mafia política que lidera JOH se reduce. De contar con el firme respaldo de los sectores del llamado “lado oscuro” del Partido Nacional y de toda la élite empresarial, JOH se está quedando más solo. Su ambición de poder le ha llevado a controlar el partido y a exigir obediencias ciegas sin que él corresponda con idéntica lealtad. Viendo las masivas marchas de antorchas poderosos empresarios de los medios de comunicación se han distanciado de JOH. No están dispuestos a jugar en esta coyuntura el papel de complicidad con que participaron en la del golpe de Estado.

El prestigioso periodista Renato Álvarez, de la poderosa cadena Televicentro, con sede en la capital, propiedad
del empresario Rafael Ferrari, anunció su renuncia a los noticieros por las amenazas de JOH de retirarle publicidad al canal por el papel crítico que asumió el noticiero hacia la política oficial y por su apertura hacia los indignados. Álvarez y Televicentro se decantaron a favor del sector golpista en 2009, contribuyendo a exacerbar la polarización de la sociedad hondureña. En esta ocasión no están dispuestos a repetir una apuesta que tanto daño provocó a la imagen del periodista. Y el propietario de la televisora parece pensar igual. Es apenas una de las rendijas que se le han abierto a JOH. Hay más.

OTRAS RENDIJAS

Schucry Kafie Larach es uno de los diez más poderosos empresarios de Honduras. Al decir de muchos, con una sola orden podría dejar a oscuras todo el país o suspender el suministro de medicamentos a toda la red farmacéutica del país. Pues bien, en busca del equilibrio que necesita, y más por revanchas causadas por controversias previas, JOH decidió entregarlo a la justicia acusado de estafa al Estado por la venta fraudulenta de fármacos a través de una de las empresas acusadas de haberse fundado para saquear el Seguro Social. Según los conocedores del caso, Kafie habría blindado legalmente la empresa y su encarcelamiento sería por breve tiempo. Pero la enemistad con JOH se habría sembrado para siempre, arrastrando a esa enemistad al más poderoso sector empresarial del país.

En el contexto de las antorchas encendidas, JOH se desmarcó también de su Vicepresidente, Ricardo Álvarez, ex-alcalde de la capital, presidente del Partido Nacional y su principal contrincante al aspirar a la Presidencia en las pasadas elecciones. JOH decidió abandonarlo y podría ser uno de los sacrificados en el proceso judicial contra
los atracadores del Seguro Social. De acuerdo a los entendidos, Álvarez es quien cuenta con más bases nacionalistas en la capital y en otros puntos del país. El desmarque de JOH significaría que todas esas bases retirarán su apoyo al Presidente, lo que reduciría las movilizaciones de apoyo a JOH cuando más las necesita.

MÁS ABANDONOS

Habría también una ruptura entre JOH y Óscar Álvarez, jefe de bancada del Partido Nacional en el Congreso,
el diputado más votado del departamento de Francisco Morazán y de su cabecera, Tegucigalpa, y uno de los defensores más radicales de JOH ante los indignados por su fanatismo militar y anticomunista. Álvarez habría tomado distancia de JOH tras la reprimenda que le habría hecho después de la humillación que sufrió en un debate televisado con el ex-candidato presidencial y presidente del Partido AntiCorrupción (PAC), Salvador Nasralla, a propósito de la acusación que sobre Álvarez recae de ser uno de los responsables del robo al Seguro Social para depositar recursos en el Partido Nacional. Álvarez fue jefe de campaña del partido y hasta el distanciamiento actual con JOH era un importante aspirante a la Presidencia de la República.

OTRO FRENTE ABIERTO

Otro frente de enemistad abierto es el del predecesor de JOH en la Presidencia, Porfirio (Pepe) Lobo. Voces acreditadas dicen que JOH decidió abandonarlo a su suerte, aun habiendo sido su padrino en la campaña que lo llevó a la silla presidencial. Pepe Lobo tiene un acervo importante en el Partido Nacional y su distancia de JOH es evidente.

La inmensa mayoría de investigados y enjuiciados por el caso del Seguro Social son del grupo de Pepe Lobo. En mayo, JOH decidió entregar a la DEA a Porfirio Lobo, hijo mayor de Pepe, acusado de ser narcotraficante y miembro del cártel de Los Cachiros. Se rumora a voces que JOH no sólo estaría dispuesto a entregar también a Ricardo Álvarez y a la hasta ahora poderosa Lena Gutiérrez, Vicepresidenta del Congreso Nacional y mujer de confianza de Pepe Lobo, una de las principales acusadas de estafa al Seguro Social a través de las farmacéuticas. También podría entregar a “mi Rosa”, como llama Pepe Lobo a su esposa.

“Su” Rosa está señalada como una de las principales aliadas de Mario Zelaya, director del Instituto Hondureño del Seguro Social y principal responsable del saqueo, quien hoy guarda prisión en uno de los batallones del Ejército. Hay voces que aventuran que JOH tendría en su agenda entregar al propio ex-Presidente Lobo si cree que eso pondría a salvo su proyecto.

DESLEALTAD QUE NO PERDONAN

Los aliados de JOH están comprobando en esta crisis que él no les es leal. El círculo de quienes no perdonan esa deslealtad se estaría ampliando en proporción inversa al círculo de apoyo a JOH. Sus aliados de ayer podrían terminar entregándolo hoy a sus adversarios. Parece haber llegado el momento en que la prioridad de JOH no es buscar aliados para su reelección en nuevos períodos sino recuperar aliados que le apoyen para culminar sus cuatro años de gobierno.

JOH parece estar dándose cuenta demasiado tarde que su ambición rompió el saco y que la lealtad de la mafia política no es con personas sino con el sistema que los protege. Tal vez JOH se sintió con tanto poder que confundió el sistema mafioso con su persona. Hoy, la mafia entiende que proteger el sistema podría pasar por prescindir de JOH. Y si él está entregando a varios de sus más importantes aliados, ¿por qué sus aliados en la mafia, que siguen teniendo un inmenso poder, no prescindirían de él?

LA PIEDRA ANGULAR:
UN SISTEMA DE IMPUNIDAD

La mafia política perfiló a JOH con un liderazgo de largo plazo. Esa mafia está unida, más que por una mentalidad
de extrema derecha, por su comprobada pericia para delinquir desde el Estado.

Rafael Leonardo Callejas, el mayor de los tigres rayados de la política hondureña, “gurú” de la corrupción de más alto vuelo, vio venir la debacle porque conoce al dedillo a sus pupilos y, más temprano que tarde, descubrió que el joven al que formó políticamente no había superado la etapa de “muchacho malcriado”. Así se entiende que Callejas lanzara su campaña para ser reelecto en paralelo a la campaña presidencial de JOH.

Entre todos los sectores del Partido Nacional, sólo él y otro ex-Presidente, Ricardo Maduro, se han mantenido viendo los toros desde la barrera o al menos así lo han querido hacer ver para no quedar chamuscados. Las antorchas le advierten a Callejas, zorro de la política y por eso zorro de la corrupción, que ha llegado el momento de capitalizar esta crisis con su liderazgo. Los nacionalistas así lo ven y así lo esperan. La auténtica mafia política, la encarnada en Callejas y Maduro, ya no necesitaría de novatos, tendrían el sartén por el mango con todo el juego de cintura que han sabido jugar a lo largo de varias décadas de democracia “estilo Honduras”.

LA PRIORIDAD
DE ESTADOS UNIDOS

El gobierno de Estados Unidos, varios de los gobiernos europeos y los organismos multilaterales no le retirarán su apoyo a un gobierno formalmente elegido en las urnas mientras no vean agotarse todos los recursos. Podrían poner condiciones y aumentar presiones y advertencias, pero sobre la base de un respaldo irrestricto. Así se vio el 29 de junio, al anunciar la ONU y la OEA su disposición a servir de mediadores en el “diálogo social” convocado por JOH. Para Washington, que un gobierno como el de JOH tenga una dosis grande o mediana de corrupción y proteja con impunidad a los corruptos es secundario mientras el hombre les sea efectivo para su estrategia de seguridad.
Para Estados Unidos la prioridad es proteger sus fronteras en México y Centroamérica de las mafias de narcotraficantes con las que no tiene interés en negociar. Y JOH ha dado muestras de colaborar a esa prioridad a cambio de gozar él y los suyos de la protección de Washington. Los gobiernos europeos no se van a desmarcar de la política de Estados Unidos.

LA SOCIEDAD CIVIL
QUE APOYA A JOH

Otro aliado importante de JOH, aunque secundario, es un grupo de organismos hondureños denominados “de la sociedad civil”, que promueven derechos humanos y hacen incidencia social y política con fondos y asesoría de instancias del gobierno estadounidense, que son contrapartes de organismos civiles de Estados Unidos y que realizan “lobby” en diversas dependencias del gobierno de Estados Unidos cuestionando las políticas de JOH, aunque sin desmarcarse de esas políticas cuando están en Honduras. Estos organismos “civiles” juegan un papel decisivo adecentando la política y los programas asistencialistas de Estados Unidos en Centroamérica, hoy particularmente el Programa para la Prosperidad de los Países del Triángulo Norte con el que Washington pretende influir en los factores que en estos tres países provocan violencia y migraciones masivas hacia el Norte. Pero, ¿podría servir ese Plan cuando ha sido concebido para que lo lideren los gobiernos y las élites empresariales que hoy están siendo cuestionadas y denunciadas por avalanchas populares y juveniles en Guatemala y Honduras?

EL APOYO
DE LAS TRANSNACIONALES

Otro apoyo fundamental de JOH son las corporaciones transnacionales que han encontrado en él el mejor aliado de sus inversiones en Honduras. Se trata de corporaciones de la telecomunicación, farmacéuticas, distribuidoras de combustible, generadoras de energía térmica, comidas rápidas, industria maquiladora, empresas turísticas, hoteleras y comerciales. Son de especial relevancia las corporaciones de la industria minera y las interesadas en las ZEDEs o Ciudades Modelo. Para todas estas corporaciones la inestabilidad política del gobierno de JOH representa un problema y un atraso. Y todas temen que sus socios hondureños, las élites empresariales, entren en conflicto con JOH y le retiren su respaldo. Hacia las élites empresariales, y no hacia el gobierno, se decantará siempre su apoyo.

LA “POBRETERÍA”
CON LA MANO EXTENDIDA

Otro sector que apoya a JOH son las bases del Partido Nacional y, sobre todo, las comunidades beneficiadas con los programas asistencialistas del gobierno más “regalón” de la historia nacional. En un país con un desempleo tan generalizado, con poblaciones juveniles abandonadas a su suerte, con la grave situación de inseguridad y violencia,
que afecta más a la gente más empobrecida, esos programas consolidan apoyo y con esa gente se podrían organizar fuerzas de choque contra la población indignada. Los programas de empleo temporal, el llamado “Con chamba vivís mejor”, las hornillas para pequeñas productoras de tortillas, el programa Para una Vida Mejor, el bono diez mil, los créditos populares, podrían también incrementarse en la medida en que crezca el repudio y la movilización con la demanda de ¡Fuera JOH! Contar con bases entre la gente más miserable y con niveles escolares muy bajos, que a cambio de recibir ayudas para la sobrevivencia están dispuestas a movilizarse, es estratégico para un gobierno como éste.

¿Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS?

JOH cuenta no sólo con la cúpula mafiosa de su Partido Nacional. También con el sector tradicional y de extrema derecha del Partido Liberal. También cuenta con los “partidos bisagra”, la Democracia Cristiana y Unificación Democrática. JOH ha demostrado también ser un experto en comprar diputados del partido LIBRE y del PAC. Sin embargo, por la gelatinosa situación en la que se mueven hoy todos los partidos políticos, especialmente
los dos nuevos, LIBRE y PAC, JOH no las tiene todas consigo.

LAS FUERZAS ARMADAS

La mayor confianza la tiene puesta JOH en las Fuerzas Armadas, la instancia nacional que más gana en la convulsa coyuntura que vive el país. Los militares eran ya el factor decisivo para el proyecto autoritario con el cual soñó Juan Orlando Hernández. Pero nunca como en esta coyuntura resbaladiza y peligrosa para la estabilidad de su gobierno, los militares resultan cruciales. JOH ha colocado a altos oficiales en puestos clave de su gobierno, ha reforzado el respaldo personal y pecuniario a cada uno de ellos, les ha trasladado responsabilidades para el manejo de la seguridad en todas las dependencias severamente cuestionadas como el Seguro Social, los hospitales, las telecomunicaciones, escuelas y colegios, y los barrios con más altos niveles de presencia de pandillas. Especialmente, ha llenado de militares las calles por donde transitan las marchas de la población indignada. Cuanto más cuestionada es su administración más se refuerza militarmente, de manera que esta coyuntura abre las puertas a un Estado y una sociedad militarizados.

JOH llega a esta coyuntura con una alianza entre los altos oficiales del Ejército y los altos oficiales de la Policía después de las sospechas, distancias y desconfianzas que a comienzos de 2015 despertó en militares y policías la creación de la Policía Militar del Orden Público.

Una vez que JOH perdió la batalla para elevar a rango constitucional a esa Policía Militar buscó recuperar la relación deteriorada con oficiales militares y policiales. Con prebendas, cargos y garantía de impunidad para los que han cometido actos reñidos con la ley recuperó una alianza que hoy tiene bastante asegurada. La represión principal contra la población indignada vendrá de la Policía Militar del Orden Público, aunque siempre combinada con la del Ejército y la de la Policía.

LA POBLACIÓN INDIGNADA

La población antorchera necesita saber situarse con firmeza y advertir por dónde vendrá el contraataque. La mafia política seguirá invirtiendo infinitos recursos en las “marchas de los obligados” para equilibrar las calles. Y evitará a toda costa que la población indignada mantenga la iniciativa. En los primeros momentos el sector indignado ha tenido más capacidad de iniciativa obligando a la mafia a reaccionar. El llamado al “diálogo social” hecho por JOH revirtió en su contra. La población indignada redobló su número en las calles y el grito de ¡Fuera JOH! superó en ardor al anterior, que era ¡Cárcel para los corruptos! Pero, después de estos primeros avances, la población indignada deberá debatir y buscar propuestas para que todo no quede en euforia.

REFRESCANDO LA MEMORIA

Unos jóvenes, entusiastas y sin experiencia política, decidieron el 22 de junio iniciar una huelga de hambre indefinida demandando la presencia en Honduras de una nueva institución, la CICIH, similar a la CICIG guatemalteca. Reforzaron con su opción las caminatas de las antorchas.

Entre abril y mayo del año 2008 la huelga de los fiscales hizo historia en Honduras. Iniciada con cuatro fiscales, convocó a muchas personas más, duró 38 días y logró movilizar a decenas de miles de personas en pie de lucha contra la corrupción. En aquel momento el régimen estaba fraccionado. Eran dos poderes del Estado en íntima alianza con la élite oligárquica y los otros órganos del Estado, incluidas las Fuerzas Armadas, en contra del Poder Ejecutivo.

Los huelguistas se situaron en aquel torbellino político en contra de los corruptos del Estado y de la empresa privada. Contaron con el respaldo del Ejecutivo, quien contribuyó a que se lograran decretos que incluían demandas de los huelguistas. Al término de la huelga la conciencia anticorrupción había calado en el país, pero los logros objetivos fueron tan magros que en días se redujeron a la nada.

LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE

Los jóvenes huelguistas exigen la renuncia de JOH, que hoy, a diferencia de entonces, es respaldado por la oligarquía, las Fuerzas Armadas y el gobierno de Estados Unidos. Si en aquella ocasión los logros se hicieron añicos tan pronto, a pesar de contar con la simpatía del entonces Presidente Manuel Zelaya y de su equipo, ¿podrá hoy una huelga de hambre lograr la renuncia de JOH, blindado por todos los poderes fácticos?

La huelga sí puede contribuir a desestabilizar el proyecto autoritario de JOH. La indignación masiva ante el latrocinio llevado a cabo en el Seguro Social es un factor que no existía en 2008. La indignación popular por la corrupción no tenía aquel año el nivel que ha alcanzado hoy. Y las movilizaciones de las antorchas superan con mucho, no sólo las acciones que vimos en 2008, sino también la resistencia que enfrentó el golpe de Estado de 2009. Otro factor que no había en 2008 es el descarado personalismo de JOH, cada vez más repudiado por la población.

EL PAC DE NASRALLA

Sin dejarse arrebatar la creatividad demostrada, la población indignada y la juventud antorchera, deberán reflexionar bien sus demandas y ampliar sus alianzas. La relación con los partidos políticos es importante, porque
su presencia en las acciones que se decidan puede ser definidora. Aunque existe una tendencia significativa entre la gente joven indignada a rechazar la presencia de dirigentes de los partidos políticos en las caminatas y en los nuevos espacios de lucha, no se puede negar el papel que ha desempeñado un dirigente tan atractivo para la juventud despolitizada como el comentarista deportivo Salvador Nasralla, ex-candidato presidencial del nuevo Partido AntiCorrupción (PAC). Su discurso ha sido abiertamente contra JOH, ha denunciado con firmeza el saqueo del Seguro Social y también ha demandado con firmeza la llegada a Honduras de la CICIH. Ha estado presente en las caminatas antorcheras, lo que induce a pensar en una nueva candidatura presidencial con enormes posibilidades de triunfo.

EL PARTIDO DE ZELAYA

El partido Libertad y Refundación (LIBRE) ha estado presente en este proceso e incide en él, pero con menos atractivo que el PAC. La presencia de Manuel Zelaya ha sido cuestionada en ocasiones y es evidente el reducido arrastre que tiene entre las juventudes indignadas. Lo mismo ocurre con otros liderazgos menores de LIBRE y con los del Frente Nacional de Resistencia Popular, instancias que no guardan entre ambas ninguna diferencia más que el nombre.

EL PARTIDO LIBERAL

El Partido Liberal ha tenido una presencia, aún menor, aunque su presidente, el ex-candidato Mauricio Villeda, ha tenido una de las presencias de contenido crítico más claras e iluminadoras entre las de todos los liderazgos políticos. Ha sido constante su llamado a los dirigentes de los partidos políticos a no interferir en el fenómeno antorchero. Hay opiniones que indican que está en un profundo conflicto con la extrema derecha de su partido, liderada por el ex-Presidente Carlos Flores Facussé y por Roberto Micheletti.

El desplazamiento de Villeda de la presidencia del Partido Liberal podría ser inminente. En momentos como el que hoy enfrenta la clase política hondureña se evidencian los estrechos vínculos que existen entre los liberales y el “lado oscuro” del Partido Nacional.

LAS TRES DEMANDAS FUNDAMENTALES

Analizando el mapa partidario, es claro que los liderazgos juveniles indignados han de fortalecer alianzas con el PAC y con LIBRE y en menor medida con el sector “indignado” del Partido Liberal, evitando que la lucha de hoy se contamine con intereses electorales.

Las demandas de los antorcheros son fundamentalmente tres: cárcel para los corruptos que saquearon el Seguro Social, instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH) y el inicio de un proceso que conduzca a una nueva institucionalidad.

LA ALIANZA QUE FALTA

Hay alianzas que faltan y son decisivas. Sin duda, las calles de la capital, de San Pedro Sula y de otras ciudades
y localidades del país, se nutren y se llenan con una población indignada muy diversa, aunque predominan las juventudes y los sectores medios, universitarios, profesionales, comerciantes. Tienen menor peso las organizaciones sociales, obreras, campesinas, étnicas y gremiales.

La indignación debe ampliar sus demandas y asumir las de las comunidades y organizaciones insertas en territorios amenazados por la industria extractivista, por las compañías mineras, por las Ciudades Modelo. Levantar las antorchas en esos sectores y contar con esas poblaciones tocaría el nervio, la columna vertebral, de la mafia política que representa JOH y el gran capital.

Si las antorchas se encendieran y caminaran en el Valle del Aguán, en la zona Atlántida y en la zona de Locomapa en las profundidades montañosas de Yoro, en el noreste hondureño, en la zona occidental y en la costa atlántica, en donde centenares de comunidades originarias de lencas, tolupanes, garífunas y campesinas están siendo amenazadas por los proyectos mineros, hidroeléctricos, turísticos y por ese gran proyecto que son las Ciudades Modelo, el avance estratégico de la indignación sería mayor.

LA AMENAZA

Esta creativa e indignada lucha pacífica y ciudadana tiene potencialidad para quebrar el proyecto autoritario y corrupto que domina Honduras. La amenaza más seria es el recurso a la represión al que JOH recurrirá indefectiblemente. El régimen provocará a los indignados para que actúen con violencia, para que traspasen los límites de la no violencia activa. La no violencia es el mayor capital que tiene esta protesta de indignación esperanzada. Es su carta de presentación. Es lo que da mayor credibilidad a sus demandas y desmorona la capacidad de reacción de la mafia política.

EL CAMINO

Superar el espontaneísmo y la improvisación del primer momento para evitar la anarquía, saber combinar el protagonismo de la juventud indignada con la experiencia de liderazgos de otras generaciones, saber articular los aportes y las demandas de liderazgos sociales y políticos honestos y mirar más allá del “fuera JOH”… Por ahí va el camino. La población antorchada ha identificado la lucha contra la corrupción y la impunidad como los quehaceres centrales de las movilizaciones. Pero la corrupción y la impunidad no se reducen ni al Seguro Social ni a la administración de JOH. Identificado el caso de corrupción que despertó esta indignación salieron otros y otros… La corrupción y la impunidad parecen infinitas. En miradas de mediano y largo plazo está el camino.

CORRESPONSAL DE ENVÍO EN HONDURAS.

Fuente: http://www.envio.org.ni/articulo/5046

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Juan Almendares: “El pueblo tiene que marchar con los pies, pero también con la conciencia”

23/07/2015
Opinión

Dr. Juan Almendares Bonilla. Fotografía: http://conexihon.hn

 

El siguiente artículo, está redactado literalmente, de una reciente entrevista que efectúe en mi estadía en Honduras, con el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el Dr. Juan Almendares, quien también es un reconocido científico de la salud a nivel internacional, y defensor de derechos humanos y de la tierra. En la entrevista, Almendares plantea una lectura profunda de la realidad que mantiene convulsionado, al país latinoamericano de Honduras.

 

Washington DC 22 de julio. Ante la crisis de Honduras puede existir una visión reduccionista en el sentido filosófico, político e ideológico, porque aquí, se centra toda la situación en las figuras políticas y los partidos políticos, pero nosotros tenemos que analizar que la corrupción es un resultado de un proceso histórico que tiene que ver profundamente en la agresión capitalista, que ha tenido Honduras.

 

Honduras ha sido golpeada históricamente por las empresas bananeras o las empresas mineras, y ahora con la Monsanto, cuyo negocio internacional son los transgénicos que se imponen sobre las soberanías de los países del sur.

 

Por otro lado, también está el negocio del agro combustible. Todas esas políticas son parte de las políticas multinacionales de los estados supranacionales, de las fuerzas hegemónicas económicas que han ido acompañadas de golpes de Estado.

 

El golpe de Estado de 2009 en Honduras, no fue únicamente un problema interno, si no que fue un problema generado también por el pentágono, y este proceso debe de entenderse que era un golpe de Estado Multinacional contra el país, porque se suponía que Honduras se abría un espacio hacia los países del sur.

 

En ese sentido se da el golpe de Estado, y realmente es inexplicable porque seda el golpe, porque el ex presidente Manuel Zelaya, tenía en contra el Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Nacional de Elecciones, el Ministerio Público, la empresa privada, los sectores fundamentalistas de la iglesia, y los medios de comunicación.

 

Indudablemente se da el golpe porque hay un proceso de movilización social del pueblo, el ex presidente Zelaya, abre el espacio para que incluso aumente el salario mínimo y todo esto crea una situación de intranquilidad para las empresas, y el capital transnacional.

 

Basado en este proceso, Honduras entra de nuevo a una crisis que tiene su expresión en el gobierno actual, y el asunto se agrava.

 

La agravación de este asunto, se enfoca en el tema de la corrupción, sobre todo la que existe en los sectores de salud y cobra su mayor fuerza con el desfalco de 350 millones de dólares (7 mil millones de lempiras) en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), y cuyo resultado se irradia en la muerte de 3 mil hondureños, que murieron por falta de atención médica, debido al descalabro financiero del IHSS.

 

Bajo este panorama, si nosotros analizamos a mayor profundidad, nos vamos a dar cuenta que el problema de la corrupción es un fenómeno interno, endógeno, pero también articulado a lo exógeno, es decir el capitalismo también es corrupto y las políticas que genera el capitalismo en Honduras, como la presencia de bases militares, como el incremento de un estado militar policial y la sumisión total del país a las políticas capitalistas, nos pone como un país subordinado, a los intereses de un estado trasnacional.

 

Lo que ocurre es que en este proceso que se ha llamado transparencia, rendición de cuentas, se olvida algo muy importante, puesto que solo se ven los resultados y no los mecanismos de acción política.

 

Los mecanismos de decisión política son claves para generar la corrupción. A mi juicio es corrupción una política que privilegia las armas en vez de la salud y la educación.

 

Nosotros en realidad estamos obligados por las políticas del Pentágono a comprar armas en un país con una población con hambre, miseria y explotación, pero también los mecanismos de decisión política han golpeado la clase trabajadora, los campesinos y los pueblos indígenas.

 

Si nosotros observamos la ley de trabajo por hora, la violación de todos los derechos y las conquistas laborales de la clase trabajadora, la invasión tecnológica militar de los territorios, los desalojos violentos de las comunidades de los pueblos originarios y afro descendientes, todo esto está afianzado por la ley.

 

La creación de leyes perversas que en realidad afectan a los sectores más desposeídos del país.

 

Todo esto va generando una situación de miseria, terror, violación de los derechos humanos, y además también en ese marco de violación de los derechos humanos se va creando una reacción del pueblo.

 

Con el golpe de Estado militar el pueblo salió a las calles y las movilizaciones fueron enormes, llegaron a más de un millón de personas, y desde luego un rechazo total de violación de los derechos del pueblo.

 

Sin embargo, en este proceso, han existido toda una especie de guerra mediática, una especie de fundamentalismo religioso que están aliados con los sectores del golpe y la oligarquía.

 

Está variable sociológica, afecta al movimiento social, se golpea muy duro al magisterio que era la columna vertebral de la resistencia hondureña, y para eso, se utilizan campañas de desprestigio, y se olvida que el Estado no lo he dado prioridad a la educación y lo mismo ocurre en salud.

 

En este caso el Congreso Nacional se convierte como algo más significativo que establece las políticas, y en las cuales en realidad, este congreso establece una militarización completa del Estado de Honduras.

 

Y la militarización no solamente es hondureña, puesto que también es estadounidense. Ejemplo de ello, son las visitas frecuentes del comando sur de los Estados Unidos a Honduras, utilizando como pretexto la guerra contra las drogas.

 

En consecuencia de eso, nosotros tenemos en realidad, una guerra no declarada en el país, lleva más de 4 mil personas asesinadas en cuatro años, y todo ello está en la impunidad.

 

Esto indica que en Honduras, hay una impunidad con más del 90 por ciento, pero en ese proceso muchos dirigentes opositores han sido asesinados, torturados y perseguidos. Esto significa la ausencia de la libertad que también se refleja en las muertes de periodistas y abogados. Todas son muertes inexplicables.

 

Se comienza a operar la doctrina de la seguridad nacional con una cuestión diferente a lo que ocurrió en la década de los ochentas. Pero esencialmente está doctrina es enemigo de los que están en contra del sistema neoliberal, los que están en contra de la militarización del país. Y es así que comienza la persecución contra los dirigentes de derechos humanos.

 

Los sectores más golpeados desde luego son las comunidades indígenas, lencas, tolupanes, pech, es decir toda la mayor parte de las comunidades indígenas y garífunas que han sido segregados violentamente de sus territorios.

 

El eje central de todo esto, son las violaciones de derechos territoriales de las comunidades de los pueblos ancestrales, ya que con el desalojo se crean proyectos trasnacionales que reflejan el racismo, con lo que son tratados estas comunidades.

 

Esto nos lleva a una situación de mayor crisis y pobreza, Honduras es uno de los países más pobres del hemisferio latinoamericano después de Haití.

 

Honduras es el país que tiene mayor cantidad de inmigrantes en el extranjero de América Central, y además también calificado como uno de los países más violentos del mundo, calificación que yo cuestionó, porque no es que el hondureño sea violento, si no que el sistema capitalista es de los más violentos en América Latina y considero que Honduras es un experimento ideológico, político, militarista y sobre todo del Pentágono y de otras fuerzas aliadas, con la oligarquía local, que implantan con mayor firmeza el capitalismo.

 

En consecuencia, lo que despierta de nuevo al pueblo es la lucha contra la corrupción, la cual el partido de gobierno es acusado de estar involucrado en la corrupción del país en el caso del Seguro Social de Honduras.

 

Como respuesta de esto, se desarrollan movilizaciones de carácter pacífico en las cuales básicamente, la idea es caminar, salir en la noche con las antorchas y las manifestaciones indudablemente que tienen su mérito, porque han movido a las personas a nivel personal.

 

Lo que hay que considerar es que la gente espontáneamente va a marchar y personas de diferentes tendencias políticas, sin embargo sin analizar a profundidad el contexto que mantiene enclaustrada a Honduras en la miseria, ellos únicamente marchan contra la corrupción.

 

De nuevo,  tenemos un reduccionismo filosófico e ideológico, político, porque las marchas inicialmente estuvieron alimentadas precisamente por los sectores de poder, sin embargo después esto se vuelve un poco molesto al sistema, porque empiezan a plantear otros derechos y se suman a estas marchas de la fuerza opositora, y le van dando otro carácter.

 

Después de esto, se forma la huelga de hambre, quienes se suman los indígenas tolupanes y también es acuerpada de forma simbólica por el pueblo originario lenca, las comunidades garífunas y por supuesto la participación activa de los defensores de los derechos humanos, en su mayoría pertenecientes a organismos no gubernamentales.

 

Sin embargo la represión que ha sufrido está huelga de hambre pacifica así como también el desalojo violento de los universitarios de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), son políticas fascistas.

 

Aquí vemos tres aspectos, el aspecto ontológico, el aspecto de realidad concreta y el aspecto estructural.

 

Hay una estructura de realidad objetiva que es represiva contra el pueblo, que es represiva contra los jóvenes, es decir hay una guerra no declarada que está inspirada bajo las ideas de Carl Schmitt, un teórico político hitleriano que habla de la guerra total.

 

Una guerra, no sólo es militar, porque están todas las fuerzas coludidas como ser la fundamentalista religiosa, las fuerzas del Estado mismo, así como también la fuerza mediática y desde luego las fuerzas que puedan surgir en los valores conservadores cotidianos de la sociedad.

 

En ese sentido es la realidad. Y en otro sentido, el hambre la miseria, no hay exceso a la salud a la educación y trabajo. Pero el pueblo esta distraído también en otra lucha y la reduce sólo a la corrupción.

 

La posición epistemológica, es decir la lucha de las ideas. En la idea de la reelección electoral del sistema. Pero la gente está luchando por la corrupción, pero el problema concreto sigue, a la gente la siguen asesinando, sigue la violación a los derechos humanos, siguen las bases militares norteamericanas y también la existencia de las bases militares colombianas, mexicanas, y esto nos lleva a una situación extremadamente grave en el país.

 

Sumado a eso, nos parece a nosotros, que por un lado, toda la orientación está en la parte epistemológica y se descuida la parte oncológica.

 

Los medios se centran en los problemas de información, menos en el aspecto epistemológico. Y en el enfoque político, hay una falacia política al no articular la realidad con el conocimiento, al no articular estos dos elementos.

 

El gobierno plantea el dialogo, sin embargo responde con represión militar.

 

No hay dialogo. La creación de una Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH) con la dirigencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y el financiamiento del gobierno estadounidense, cuyo senado aprobó 200 millones de dólares recientemente para brindar apoyo a la CICIH, comprueba quien realmente manipulara esta comisión.

 

El problema es que no se trata solo de una comisión. Porque se necesita un mejoramiento en lo problemas reales de Honduras como la miseria y los demás señalados.

 

En el plan de la prosperidad del triángulo norte, los Estados Unidos están planteando defender sus intereses.

 

El pueblo no solamente tiene que marchar con los pies, tiene que marchar con la conciencia. Y esto significa que las organizaciones de derechos humanos (DDHH), deben plantear la realidad, a manera que nosotros movamos la conciencia frente al militarismo. Debemos de exigir que se desmantelen las bases militares norteamericanas en Honduras, para que seamos un país más soberano.

 

Segundo, que la cooperación internacional no sólo se centre en el apoyo de un Estado, si no que en un apoyo a un pueblo, y que también el pueblo vaya pensando en crear sus propios tribunales que contribuyan a la creación de una verdadera justicia y soberanía del país.

 

La situación de Honduras requiere mucho de la solidaridad internacional.

 

El modelo que está utilizando el modelo neoliberal imperialista, es la hondureñización de América Latina.

 

La situación de Honduras es la de un país aislado, pero hace falta más conciencia del ser social del ser material.

 

Por tal motivo existe un pueblo que está luchando por su emancipación, su libertad y nosotros queremos la solidaridad internacional y la ternura revolucionaria.

 

En el marco del reduccionismo filosófico, la CICIH será reducida en la cuestión de la corrupción financiera, pero no en la cuestión política nacional e internacional, puesto que los actores intelectuales, nunca serán enjuiciados bajo ese contexto de CICIH.

 

Para llevar a cabo esto, hay que realizar el análisis profundo y partir que una política corrupta, que tenga las fuerzas hegemónicas internacionales, es corrupta y es inmoral, cuando apoya la utilización de las armas, la compra de los instrumentos de guerra y menoscaba realmente el desarrollo de la salud.

 

Todas estas políticas corruptas ligadas a la oligarquía resultan inmorales cuando permiten la instalación de empresas transnacionales, como la Monsanto en Honduras, cuando se desarrollan políticas de agro combustibles y mineras, que vulneran la vida de los indígenas, y colocan a los hondureños como desechos humanos.

 

Ejemplo de ello, son las «ciudades modelo» conocidas como zonas de empleo y desarrollo económico (ZEDE), pero que realmente solo representan un capital trasnacional dentro de Honduras y esto representa una evidente traición a la vida de los pueblos.

 

Ronnie Huete

Periodista y activista de derechos humanos
El autor de este artículo ejerce la corresponsalía voluntaria de http://conexihon.hn , de la revista Caros Amigos editada en São Paulo, Brasil para Centroamérica, de la organización Casa Mafalda São Paulo, Brasil, de la Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, de Kaos en la red y del portal http://desacato.info editado en Florianópolis, Brasil. Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras o sus invasores.

 

 

 

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“Honduras avanza a cambios políticos y sociales inevitables”: sociólogo Armando Orellana

martes, 21 de julio de 2015

La incorporación de actores como los jóvenes y la empobrecida clase media, ha reforzado la protesta social, analiza el sociólogo Armando Orellana, y concluye, “de este movimiento saldrá un frente amplio que combatirá al bipartidismo”.
Redacción Central / 
EL LIBERTADOR  /  21 de Julio 2015.

 Tegucigalpa. El golpe de Estado del 28 de junio de 2009 transformó para siempre la protesta social en Honduras.- Más de 200 días continuos de movilizaciones populares, fueron la base para que el movimiento de “indignados” se tome hoy las calles para exigir la dimisión del gobierno, el cese de la impunidad y corrupción en el país y, puntualmente, se demanda castigar el megafraude contra el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Con este preámbulo, EL LIBERTADOR ha dialogado con el sociólogo hondureño y docente universitario, Armando Orellana, para comprender el grado de conciencia y movilización ciudadana, actitud del Gobierno y los desafíos de la protesta social.

MEDIA EMPOBRECIDA

No lo sorprende que la sociedad se movilice, menos que la clase media salga a la calle, porque se ha venido empobreciendo hace décadas, y todavía más “por las últimas medidas aplicadas por el Gobierno”.-En la medida que la gente tenga clara su conciencia de clase –sigue– podrá mantener el movimiento que será en el futuro una plataforma política que dé pelea al bipartidismo, en especial, al Partido Nacional.- De esta forma ahondamos en el dialogo.

-¿Hubo en el pasado marchas multipartidarias que condenaran la corrupción en Honduras? 

– Lo que vemos hoy es inédito. Esta coyuntura política y social que está viviendo Honduras reúne un nivel de participación ciudadana que ha tomado conciencia de manera individual; plantean y participa frente a la atrocidad que ha cometido la élite gobernante. Es interesante ver movilizada a la clase media y de otros estratos sociales, y lo considero inédito.

-¿Cómo valora esta recomposición de fuerzas populares?

– Es increíble lo que está ocurriendo al ver a miles de personas que salen a la calle sin color de bandera política, sólo con la consigna de rescatar la dignidad del país, sometido por la corrupción, el pillaje de los políticos, la violencia, y todo apunta a la constitución de un frente amplio, de defensa de la patria y constructor de un modelo alternativo.

-¿Este fenómeno desgasta la élite política tradicional?

– Es un desgaste de los partidos tradicionales y, ante eso, la recomposición de las fuerzas políticas que se alinean a los intereses populares. Hay una comunidad de intereses que está generando el proyecto común; alternativo ante el desgaste de las últimas décadas de la élite que ha gobernado Honduras. Hay que sumar la conformación del bloque contra hegemónico, ya que aquí hay fuerzas que no han tenido partido político hasta personajes considerados “outsiders” como Nasralla y otras fuerzas políticas que levantan bandera dentro del Partido Nacional y Pinu.

-¿Está marchas las integra el “hombre masa”?

-No vemos un hombre masa, sino un nivel de conciencia bastante fuerte, que se mantiene firme, que va creciendo dentro del pueblo; además refleja el rompimiento del temor en la población y de proseguir esto, puede surgir una fuerza política alternativa.

-¿Qué causó esta fuerte inflexión que condujo al hondureño a salir masivamente a la calle a exigir el cese del Gobierno?

– Esto lo agradecemos a la reacción del pueblo al golpe de Estado de 2009, lo que conocemos como Frente Nacional de Resistencia Popular. Es novedoso que nunca habíamos tenido un elevado ánimo ante el decaimiento de la clase política tradicional; estamos viendo bastante energía.- La juventud ha recogido la bandera hondureña y sigue el legado de Morazán; recoge elementos como el uso de redes sociales para realizar estas iniciativas, aun cuando la derecha ha tratado de contrarrestar las movilizaciones.

– ¿se puede hablar de una “primavera árabe” en Honduras?

– Es un quiebre en la historia política y social de Honduras, que por la atrocidad y la campante impunidad del poder ha hecho que el pueblo se levante, y es difícil hacerlo retroceder. Avanzamos a cambios inevitables. Es una nueva forma de lucha, es la combinación de actores y la indignación de los actores, les hace tener un valor moral incuestionable con esta lucha.

-¿Qué secuelas dejarán estas marchas populares?

-Es algo nuevo y valdría la pena analizar el impacto que va tener a futuro, lo que vamos a tener es que los procesos políticos suban la presión social para desmontar la estructura de dominación social del actual gobernante, que ha controlado los poderes Legislativo y Judicial. Ahora que la ciudadanía tiene este salto cualitativo, se puede cambiar la historia de Honduras.

-¿Usará el gobierno la manipulación y el desprestigio para acallar las protestas?

– Queda al desnudo la acción que hizo el gobierno durante las elecciones, como actos de fraude, el pueblo tiene las evidencias y rechaza este tipo de gobiernos. Claro, vamos a ver mecanismos estatales como el desprestigio y manipulación, es un recurso que utilizarán frente al debilitamiento. También hay que añadir que el crimen organizado ha permeado esta élite, hay diputados, alcaldes y el propio presidente ha tenido relaciones, las relaciones serán complejas en este proceso, el gobierno pierde credibilidad, al cuestionar las marchas.

http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/308-honduras-avanza-a-cambios-politicos-y-sociales-inevitables-sociologo-armando-orellana

Publicado por Américo Roca Dalton en 17:17

Fuente: http://www.hondurastierralibre.com/2015/07/honduras-avanza-cambios-politicos-y.html

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La educación traicionada, el Ministro y la Rectora

Rodolfo Pastor Fasquelle

Ambos estaban preparados. Eran candidatos idóneos y personas de calidad. Ambos eran (son) educadores profesionales. Aun estuve de acuerdo (pago el costo de seguirlo diciendo) con sus exigencias a los educadores que habían caído en su propia corrupción y anarquía.  En un principio, me entusiasmó incluso la gestión del actual Ministro Escoto. Del mismo modo me pareció alentadora la dirección y la disciplina que le imprimió a la Educación Superior la Rectora Castellanos. Aun hoy defendería muchas cosas que hicieron bien e inspiraron. Enfrentaron la necesidad de reformar, lo que siempre es difícil.

 

Ambos supieron plantearle la reforma a la clase política, de tal manera que los dejaran actuar en forma consistente. Y como consecuencia, ambos tuvieron logros importantes. El principal de los cuales, en el caso de Escoto, fueron el inicio de una evaluación sistémica obligada, la limpieza de muchas corruptelas y la disciplina de los 200 días de clase que deben incrementarse en el futuro próximo a 222. (Otros treinta días hábiles deben de consagrar los maestros a su propia actualización continuada, a la preparación y a la consecución de mejores condiciones y recursos para su trabajo en el aula.)  La Rectora tuvo visión para aprovechar oportunidades de colaboración externa, recuperó cierto liderazgo gremial. En Tegucigalpa, modernizó la infraestructura de la UNAH, que sigue siendo la más importante y abrió nuevas carreras para completar la oferta universitaria. Ambos hicieron supremos esfuerzos por enriquecer sus respectivas instituciones y  servir. Pensé que pudiera ser algo más.

 

A Julieta Castellanos hace apenas unos meses la congratulaba incluso en privado por asumir la responsabilidad de apoyo a la Cultura, después que el actual gobierno la abandonara del todo, traicionara a los agentes culturales a los que ya habían desestimado los anteriores y desconociera la obligación del Estado de proporcionarle a su pueblo, desprovisto de otros alcances, servicios culturales, espacios para la cultura, estímulos para la creación, el pensamiento y la reflexión humanista, aunque también ha sido una labor aislada, a profundizar.

 

Ni la rectora ni el ministro consiguieron resolver los problemas de fondo, de calidad de los servicios que prestan sus instituciones. Aun la Educación pública no rebasa el ámbito de la enseñanza memorística. La Universidad continua, en casi todos los campos, siendo una escuela técnica que transfiere conocimientos convencionales. Por ende, el rendimiento en ambos casos sigue siendo bajo. Ni una ni el otro vencieron o escaparon a su respectiva burocracia. Entiendo que es un proceso.

 

Aun recién, en el entendido de que su situación era compleja y requería de disciplina y rigor, me sentí obligado a respetar decisiones que ya me parecían polémicas de ambos funcionarios. Pero finalmente ambos han estropeado sus gestiones, por aislarse y someterse a las presiones políticas previsibles del gobierno.

 

Protesté primero de que Escoto asumiera el autoritarismo de régimen para prohibir las manifestaciones políticas disidentes de los maestros y alumnos, muchos de los cuales simpatizaban con la oposición. No tenía derecho a negarles ese derecho. La Libertad de expresión es consustancial a la educación de calidad, que enseña pensar en forma crítica. Era el momento de recobrar su libertad enfrentada con la contradicción final. De poner su cargo a disposición, explicando su razón de fondo. No pudo.

 

 

Ambos Castellanos y Escoto han terminado por desvirtuar su propia gestión, contagiados por el estado autoritario en que tuvieron que trabajar y ante el cual no supieron mantener una autonomía técnica e intelectual. Julieta mi amiga (y me duele) ha terminado justificando actuaciones criminales de sus subordinados en aras de protegerlos como instrumentos. Que es lo que hicieron los jefes policiales luego del asesinato de su hijo. Y el colmo, cuando precisamente su labor era protegerlos porque no tiene función sin ellos, acabó por criminalizar la libre expresión de profesores y estudiantes, y por ponerlos en manos de un sistema de justicia que sabe que es perverso.

 

Ambos son profesionales capaces que pudieron ganarse el pan de cada día en cualquier lado y aspirar a más. ¿Por qué se sometieron sin protesta a las exigencias despóticas de la dictadura? Lo que al final del día no es aceptable ni tuvo sentido es que le vendieran el alma al diablo a cambio de una perspectiva de continuidad. El problema de fondo del sistema educativo es que esta sometido a un poder central al que incomoda y que lo desvirtúa.

 

Hay que sacar una lección práctica y una moraleja. Ningún funcionario aguanta (en el vacío del subdesarrollo) en Honduras, más de cinco años consecutivos al mando supremo de una institución. Y por otro lado cuando se reúne tanto poder en la cabeza sobre una diversidad de grandes problemas, hace falta apoyarlo con un órgano colegiado funcional. Así ha funcionado mejor desde inmemorial tiempo el gobierno universitario. Pero en nuestro medio de recursos enrarecidos, esa moraleja aplica para cualquier ejecutivo. Quizás los consejos de ministros, gabinetes ministeriales y consejos universitarios deben condicionar el mando superior y cogobernar y no ser simples órganos cuasi legislativos y consultivos.

 

Eso lo debe establecer una ley primaria, así como el derecho efectivo de las juventudes a ser educadas con calidad y eficacia, para la participación social y cívica, para el éxito económico y para la realización cultural de todos y cada uno. La nueva Constitución debe reforzar la autonomía  colegiada a la que se podrá exigir ese derecho.Escoto_mano_dura

Fuente: http://voselsoberano.org/index.php?option=com_content&view=article&id=17260:la-educacion-traicionada-el-ministro-y-la-rectora&catid=2:opinion

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Del Golpe a las Antorchas: tras la indignación ¿Qué sigue?

13/07/2015
Opinión

Antorchas fuego que destruye y renueva, antorchas energía que mueve y da alegría, antorchas luz que disipa las sombras, antorchas calor que genera trabajo y color, antorchas amenaza de prender la inmensa y reseca estepa hondureña. Antorchas. ¡Qué símbolo más brillante y a la vez poderoso!

 

Contenido

 

A. Antecedentes

B. 2015: hay mayor conciencia que en 2009

C. “Estábamos dormidos, pero despertamos”. Las antorchas de la indignación.

D. La Ruta Crítica del periodo 2009 – 2015

E. El factor LIBRE

F. El carácter de clase de la Asamblea Nacional Constituyente

G. ¿Cuál es una alternativa a la violencia del Estado?

H. La CICI, el diálogo y la huelga general

 

A. Antecedentes

 

El 29 de noviembre de 2009, el imperialismo estadounidense y la oligarquía hondureña lograron celebrar un fraudulento proceso electoral a favor del Partido Nacional, como un intento de salida ante el estallido revolucionario que desató el Golpe de Estado del 28 de junio 2009, contra Manuel Zelaya Rosales quien tras haber sido exiliado, reingresó a Honduras resguardándose temporalmente en la embajada brasileña en Tegucigalpa.

 

El golpe se inscribió en la aproximación de Zelaya al radio de influencia del fermento revolucionario en Sudamérica y en concreto de la revolución bolivariana en Venezuela, con la inserción de Honduras a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), y el establecimiento previo de una serie de concesiones favorables al pueblo hondureño en salarios, educación, tenencia de la tierra, rompimiento del monopolio energético y farmacéutico, etc.1 Esto provocó la ira de la oligarquía expresándose en una serie de maniobras para frenar a Zelaya y sin embargo, estúpidamente decidieron dar el golpe porque calcularon que apagarían rápidamente cualquier respuesta y que las relaciones de explotación seguirían su curso habitual. El Golpe de Estado fue un “accidente” que la “necesidad” de la opresión acumulada de las masas usó para expresarse. Si la oligarquía hubiese esperado unos meses dándole cause a las acciones de Zelaya dentro de las instituciones burguesas, el estallido de la situación revolucionaria se habría pospuesto esperando algún otro accidente que hiciera uso de la necesidad. Pero no fue así.

 

El golpe detonó una fuerza social colosal desde lo más profundo del pueblo explotado —asombrando a propios y extraños—, estableciendo una jornada de manifestaciones en las calles que se prolongó por más de cinco meses a pesar de la brutal represión.

 

Al vapor de los acontecimientos se fue conformando una expresión del movimiento que aunque la mayor parte se mantuvo a la ofensiva, dio en llamarse Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), conformada por una heterogénea diversidad pluriclasista en la dirección pero con una base netamente proletaria y campesina pobre.

 

* Documento completo en PDF

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Honduras: Tesis sobre la «Oposición Indignada»

jueves, 9 de julio de 2015

Víctor Meza

I – Las manifestaciones masivas de protesta y descontento que hacen los ciudadanos desde el recién pasado mes de junio del 2015 en todo el territorio nacional, son la prueba más contundente de que los hondureños hemos llegado a un punto tan alto de hastío y hartazgo social, que estamos ya en el límite mismo de la rebeldía y el repudio activo contra el abuso, la impunidad y la corrupción generalizadas.
Las llamadas “marchas de las antorchas”, expresión ciudadana de la protesta colectiva, son la mejor demostración de que el Estado y el gobierno han sucumbido a una especie de “ruina moral” y pérdida casi total de la legitimidad política y social. Están en un franco proceso de desintegración ética y disolución institucional.

La gradual evaporación de la institucionalidad pública deriva en erosión y deterioro acelerado del Estado de derecho. La falta de credibilidad en las instituciones se alimenta y reproduce en el descontento social y el llamado “desencanto democrático”. La gente pierde la confianza y la sustituye por escepticismo y desconfianza ante el desempeño del Estado. El aparato estatal deja de ser percibido como un instrumento para la buena gobernabilidad y pasa a convertirse en un obstáculo para la misma. La paciencia colectiva se acaba y la explosión social aparece cada vez como más inevitable.
Las marchas han despejado las últimas dudas, siempre teñidas de un discreto escepticismo, que todavía algunos tenían sobre la capacidad de reacción del pueblo hondureño ante los abusos y la arbitrariedad. Se demuestra que todo tiene un límite, un punto de llegada que no admite retorno hacia la antigua complacencia.
II – ¿Por qué desfilan los ciudadanos? ¿Cuál es la razón última que los impulsa a salir a las calles y caminar kilómetros enteros enarbolando sus antorchas y coreando las más variadas consignas?
No es una sola razón, son varias, pero todas tienen un denominador común: el rechazo ante el abuso, la impunidad y la corrupción. La gente marcha porque está harta de tanta podredumbre, siente hastío social frente al descaro, el cinismo y la impunidad de los que corrompen el tejido social y roban los recursos y dineros del Estado. La gente simplemente ha decidido decir ¡basta ya!, ¡hasta aquí nomás!, ¡no lo toleramos más!
Este es el punto del peligroso agotamiento de la tolerancia social. El momento en que la indiferencia se vuelve impaciencia y, al final, se traduce en rebeldía colectiva. Es el punto al que ha llegado ya nuestra sociedad. Así lo demuestran las multitudinarias marchas de las antorchas.
III – ¿Cuál es la naturaleza del “movimiento” que se autodenomina “oposición indignada”? ¿Cuáles son sus rasgos principales, sus características básicas?
Al igual que con las razones que impulsan la indignación, también en este caso no basta una sola respuesta; son varias:

  1. Más que un movimiento social, la oposición de los llamados indignados es algo así como la “ciudadanía en acción”, la “sociedad en movimiento”. Ni siquiera es la suma de varios sectores sociales, es más bien la sociedad entera la que se desplaza y manifiesta.
  1. No es de naturaleza clasista, es decir representativa de una clase social específica y concreta. Es policlasista, múltiple, amplia, variada y, por lo tanto, deviene obligada a ser tolerante y plural, incluyente y democrática. En ella cabemos todos, sin distingos de clase social, origen, situación o posición de clase, a pesar de las diferencias de opiniones partidarias o simpatías ideológicas. Es un conglomerado social en su sentido más amplio y abarcador.
  1. Sus demandas giran en torno a las virtudes que la ciudadanía espera y exige, como antípodas necesarias, ante los defectos y vicios del poder político que se ejerce de manera autoritaria e ilegal. La gente reclama lo que espera de un Estado democrático y respetuoso de los derechos ciudadanos. Repudia lo que considera abusivo e ilegal.

La variedad en el reclamo no refleja otra cosa que no sea la naturaleza plural de la masa protestante.

  1. Rechaza el autoritarismo y acepta la autoridad, a condición de que esté basada en la ley y en el respeto al Estado de derecho.
  1. Exige justicia y rechaza la impunidad. Reclama con vehemencia el castigo a los corruptos y el cese de su acción depredadora.
  1. Repudia la opacidad y pide transparencia. Aboga por el desmantelamiento de las redes mafiosas que, desde el interior y desde el exterior, se han apoderado y secuestrado los eslabones clave del Estado.
  1. Está en contra de la represión y los abusos del poder, por lo que defiende y exige el respeto de los derechos humanos. Condena la vocación autoritaria e intolerante del actual gobierno, que desnaturaliza la verdadera función del Estado, intimida a la población y niega los derechos básicos de la ciudadanía.
  1. Es espontánea y, por lo mismo, no responde a lineamientos partidarios. Su naturaleza libre la pone a salvo de los dogmas y le estimula positivamente su imaginación creadora. El espontaneísmo, sin olvidar sus debilidades y flaquezas, contribuye, al menos en esta fase de su desarrollo, a fortalecer la autonomía y la libertad de acción y pensamiento. Es positivo, al menos por ahora.
  1. No rechaza ni desprecia la política, pero no permite que sean los políticos quienes dirijan la protesta ciudadana. Su calculada distancia con respecto a los políticos no debe convertirse en un rechazo y negación de la política. Su amplio poder de convocatoria no nace de su supuesto carácter apolítico, sino de la gran dimensión que ha adquirido el cansancio y el hastío social frente a la corrupción y la impunidad, del hartazgo colectivo ante el deterioro e ineficiencia de las instituciones y el desprestigio de la mayoría de los dirigentes políticos. La política no es el problema; el núcleo del asunto está en la desintegración moral de la mal llamada “clase política”.
  1. Su espontaneísmo es una fortaleza al momento de ejercer el poder de convocatoria y diseñar su agenda múltiple, pero puede convertirse en una debilidad más tarde o más temprano al momento de asegurar la organización y la sostenibilidad del esfuerzo a mediano y largo plazo. Lo que hoy es positivo y movilizador, mañana puede volverse negativo y desmovilizador. Hay que tener en cuenta esta lógica dialéctica de todas las manifestaciones populares.

IV – ¿Cuál es el futuro de la oposición de los indignados?
Eso dependerá de varios factores. Veamos algunos de ellos:

  1. Su capacidad y voluntad para construir redes básicas de organización y movilización planificada. Posiblemente la organización reduzca la masividad de la convocatoria, pero, sin duda, aumentará su fuerza y capacidad de presión y propuesta. Todo dependerá de la mayor o menor habilidad e inteligencia para saber gestionar la diversidad y el pluralismo.
  1. La coherencia y viabilidad de sus demandas, es decir la apuesta real entre la utopía posible y la imposible. Si las demandas carecen de posibilidad práctica, pierden sustento y se evaporan en la frustración y el desencanto. Y al revés: si las demandas responden a “lo posible”, adquieren nueva energía y, asumidas por todos como propias, se vuelven fuerza material.
  1. La vocación democrática de los convocantes y del eventual liderazgo de las marchas. La pluralidad, la tolerancia y la inclusión, deben ser condiciones permanentes e inmanentes a la “ciudadanía en movimiento”. Si su carácter democrático se debilita o disuelve en medio de la dispersión de liderazgos sectoriales y “asambleísmo” inútil, la movilización pierde su rumbo y ritmo de crecimiento.
  2. Para evitar la dispersión de los reclamos, será preciso diseñar propuestas más concentradas y puntuales, que tengan la viabilidad requerida y, sobre todo, que apunten al rediseño del esquema institucional del país y al debilitamiento o erradicación de las tendencias autoritarias y dictatoriales del poder estatal. Hay que evitar la propuesta aislada y sustituirla por la demanda consensuada.
  1. La reacción del gobierno, que puede ser hábil e inteligente o, por el contrario, represiva e intolerante. En el primer caso, habrá que prepararse para buscar y negociar soluciones viables, pero, en el segundo, la preparación debe ser para resistir y contraponer. La opción, en este caso concreto, está en manos del gobierno.

Estas son algunas reflexiones en torno a la llamada “oposición indignada”, la misma que se expresa a través de la movilización masiva y constante en las “marchas de las antorchas”. Es un fenómeno social y político absolutamente novedoso en la práctica diaria de nuestro país y, precisamente por eso, se impone la necesidad de analizarlo, estudiarlo con detenimiento y tratar de entenderlo, para aprender del mismo, de sus falencias, de sus tropiezos y, por supuesto, de su indudable y sorprendente éxito.
El objetivo de este ejercicio de interpretación no es otro que el de contribuir, desde la experiencia y objetivos del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), a un debate más coherente y sostenido sobre lo que está aconteciendo actualmente en nuestro país. Es una forma de generar valores y conceptos para consolidar nuestra incipiente cultura política democrática.
Tegucigalpa, julio de 2015

I – Las manifestaciones masivas de protesta y descontento que hacen los ciudadanos desde el recién pasado mes de junio del 2015 en todo el territorio nacional, son la prueba más contundente de que los hondureños hemos llegado a un punto tan alto de hastío y hartazgo social, que estamos ya en el límite mismo de la rebeldía y el repudio activo contra el abuso, la impunidad y la corrupción generalizadas.
Las llamadas “marchas de las antorchas”, expresión ciudadana de la protesta colectiva, son la mejor demostración de que el Estado y el gobierno han sucumbido a una especie de “ruina moral” y pérdida casi total de la legitimidad política y social. Están en un franco proceso de desintegración ética y disolución institucional.
La gradual evaporación de la institucionalidad pública deriva en erosión y deterioro acelerado del Estado de derecho. La falta de credibilidad en las instituciones se alimenta y reproduce en el descontento social y el llamado “desencanto democrático”. La gente pierde la confianza y la sustituye por escepticismo y desconfianza ante el desempeño del Estado. El aparato estatal deja de ser percibido como un instrumento para la buena gobernabilidad y pasa a convertirse en un obstáculo para la misma. La paciencia colectiva se acaba y la explosión social aparece cada vez como más inevitable.
Las marchas han despejado las últimas dudas, siempre teñidas de un discreto escepticismo, que todavía algunos tenían sobre la capacidad de reacción del pueblo hondureño ante los abusos y la arbitrariedad. Se demuestra que todo tiene un límite, un punto de llegada que no admite retorno hacia la antigua complacencia.
II – ¿Por qué desfilan los ciudadanos? ¿Cuál es la razón última que los impulsa a salir a las calles y caminar kilómetros enteros enarbolando sus antorchas y coreando las más variadas consignas?
No es una sola razón, son varias, pero todas tienen un denominador común: el rechazo ante el abuso, la impunidad y la corrupción. La gente marcha porque está harta de tanta podredumbre, siente hastío social frente al descaro, el cinismo y la impunidad de los que corrompen el tejido social y roban los recursos y dineros del Estado. La gente simplemente ha decidido decir ¡basta ya!, ¡hasta aquí nomás!, ¡no lo toleramos más!
Este es el punto del peligroso agotamiento de la tolerancia social. El momento en que la indiferencia se vuelve impaciencia y, al final, se traduce en rebeldía colectiva. Es el punto al que ha llegado ya nuestra sociedad. Así lo demuestran las multitudinarias marchas de las antorchas.
III – ¿Cuál es la naturaleza del “movimiento” que se autodenomina “oposición indignada”? ¿Cuáles son sus rasgos principales, sus características básicas?
Al igual que con las razones que impulsan la indignación, también en este caso no basta una sola respuesta; son varias:

  1. Más que un movimiento social, la oposición de los llamados indignados es algo así como la “ciudadanía en acción”, la “sociedad en movimiento”. Ni siquiera es la suma de varios sectores sociales, es más bien la sociedad entera la que se desplaza y manifiesta.
  1. No es de naturaleza clasista, es decir representativa de una clase social específica y concreta. Es policlasista, múltiple, amplia, variada y, por lo tanto, deviene obligada a ser tolerante y plural, incluyente y democrática. En ella cabemos todos, sin distingos de clase social, origen, situación o posición de clase, a pesar de las diferencias de opiniones partidarias o simpatías ideológicas. Es un conglomerado social en su sentido más amplio y abarcador.
  1. Sus demandas giran en torno a las virtudes que la ciudadanía espera y exige, como antípodas necesarias, ante los defectos y vicios del poder político que se ejerce de manera autoritaria e ilegal. La gente reclama lo que espera de un Estado democrático y respetuoso de los derechos ciudadanos. Repudia lo que considera abusivo e ilegal.

La variedad en el reclamo no refleja otra cosa que no sea la naturaleza plural de la masa protestante.

  1. Rechaza el autoritarismo y acepta la autoridad, a condición de que esté basada en la ley y en el respeto al Estado de derecho.
  1. Exige justicia y rechaza la impunidad. Reclama con vehemencia el castigo a los corruptos y el cese de su acción depredadora.
  1. Repudia la opacidad y pide transparencia. Aboga por el desmantelamiento de las redes mafiosas que, desde el interior y desde el exterior, se han apoderado y secuestrado los eslabones clave del Estado.
  1. Está en contra de la represión y los abusos del poder, por lo que defiende y exige el respeto de los derechos humanos. Condena la vocación autoritaria e intolerante del actual gobierno, que desnaturaliza la verdadera función del Estado, intimida a la población y niega los derechos básicos de la ciudadanía.
  1. Es espontánea y, por lo mismo, no responde a lineamientos partidarios. Su naturaleza libre la pone a salvo de los dogmas y le estimula positivamente su imaginación creadora. El espontaneísmo, sin olvidar sus debilidades y flaquezas, contribuye, al menos en esta fase de su desarrollo, a fortalecer la autonomía y la libertad de acción y pensamiento. Es positivo, al menos por ahora.
  1. No rechaza ni desprecia la política, pero no permite que sean los políticos quienes dirijan la protesta ciudadana. Su calculada distancia con respecto a los políticos no debe convertirse en un rechazo y negación de la política. Su amplio poder de convocatoria no nace de su supuesto carácter apolítico, sino de la gran dimensión que ha adquirido el cansancio y el hastío social frente a la corrupción y la impunidad, del hartazgo colectivo ante el deterioro e ineficiencia de las instituciones y el desprestigio de la mayoría de los dirigentes políticos. La política no es el problema; el núcleo del asunto está en la desintegración moral de la mal llamada “clase política”.
  1. Su espontaneísmo es una fortaleza al momento de ejercer el poder de convocatoria y diseñar su agenda múltiple, pero puede convertirse en una debilidad más tarde o más temprano al momento de asegurar la organización y la sostenibilidad del esfuerzo a mediano y largo plazo. Lo que hoy es positivo y movilizador, mañana puede volverse negativo y desmovilizador. Hay que tener en cuenta esta lógica dialéctica de todas las manifestaciones populares.

IV – ¿Cuál es el futuro de la oposición de los indignados?
Eso dependerá de varios factores. Veamos algunos de ellos:

  1. Su capacidad y voluntad para construir redes básicas de organización y movilización planificada. Posiblemente la organización reduzca la masividad de la convocatoria, pero, sin duda, aumentará su fuerza y capacidad de presión y propuesta. Todo dependerá de la mayor o menor habilidad e inteligencia para saber gestionar la diversidad y el pluralismo.
  1. La coherencia y viabilidad de sus demandas, es decir la apuesta real entre la utopía posible y la imposible. Si las demandas carecen de posibilidad práctica, pierden sustento y se evaporan en la frustración y el desencanto. Y al revés: si las demandas responden a “lo posible”, adquieren nueva energía y, asumidas por todos como propias, se vuelven fuerza material.
  1. La vocación democrática de los convocantes y del eventual liderazgo de las marchas. La pluralidad, la tolerancia y la inclusión, deben ser condiciones permanentes e inmanentes a la “ciudadanía en movimiento”. Si su carácter democrático se debilita o disuelve en medio de la dispersión de liderazgos sectoriales y “asambleísmo” inútil, la movilización pierde su rumbo y ritmo de crecimiento.
  2. Para evitar la dispersión de los reclamos, será preciso diseñar propuestas más concentradas y puntuales, que tengan la viabilidad requerida y, sobre todo, que apunten al rediseño del esquema institucional del país y al debilitamiento o erradicación de las tendencias autoritarias y dictatoriales del poder estatal. Hay que evitar la propuesta aislada y sustituirla por la demanda consensuada.
  1. La reacción del gobierno, que puede ser hábil e inteligente o, por el contrario, represiva e intolerante. En el primer caso, habrá que prepararse para buscar y negociar soluciones viables, pero, en el segundo, la preparación debe ser para resistir y contraponer. La opción, en este caso concreto, está en manos del gobierno.

Estas son algunas reflexiones en torno a la llamada “oposición indignada”, la misma que se expresa a través de la movilización masiva y constante en las “marchas de las antorchas”. Es un fenómeno social y político absolutamente novedoso en la práctica diaria de nuestro país y, precisamente por eso, se impone la necesidad de analizarlo, estudiarlo con detenimiento y tratar de entenderlo, para aprender del mismo, de sus falencias, de sus tropiezos y, por supuesto, de su indudable y sorprendente éxito.
El objetivo de este ejercicio de interpretación no es otro que el de contribuir, desde la experiencia y objetivos del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), a un debate más coherente y sostenido sobre lo que está aconteciendo actualmente en nuestro país. Es una forma de generar valores y conceptos para consolidar nuestra incipiente cultura política democrática.

Tegucigalpa, julio de 2015

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Corrupción, protesta social e institucionalidad en Honduras

Jul 08, 2015

“Seguimos siendo como decía Morazán una “patria” vacilante e incierta”.

 Ramon Oquelí Garay

La corrupción parece un mal endémico de toda formación histórico-social. Desde las más remotas formaciones sociales hay registro de actos barbáricos  y que erosionan la configuración sana de una sociedad determinada.  Desde el descubrimiento de la Ley en el mundo antiguo, las sociedades pasaron a crear mecanismos o figuras normativas en torno a las ciudades Estado como lo era en la antigua Grecia y Roma.  El hombre en el trascurrir del tiempo histórico, siempre ha buscado las formas de superar los mecanismos que destruyen la ciudad, país, Estado o nación.

Son pocos los trabajos historiográficos que han detallado sobre la trayectoria de la corrupción en Honduras en su historia contemporánea, rastreando la corrupción desde la confederación centroamericana 1824-1838, hasta la Reforma liberal, y de esta a nuestros días, con el retorno a las democracias formales, a la Tercera Ola como decía el politólogo norteamericano Samuel Huntington.

La historia, la sociología, la ciencia política, la filosofía y demás ciencias humanas en Honduras tienen demasiado material para teorizar, los posibles escenarios del actual movimiento de cosas en nuestro país.  Recordemos que la  ciencia sin compromiso social es una ciencia muerta, y una ciencia que no ayude a mejorar las condiciones de vida de los sujetos sociales, cosa que sería y es una verdadera tragedia. Sería una muerte deshumanizante y epistemológica de la ciencia.

Honduras se ha convertido en una verdadera bomba sociológica de tiempo, una bomba que tiene sus raíces en la historia antigua y reciente de nuestro Estado Nación. Los términos corrupción, falta de institucionalidad y protesta social podrían definir muy bien los actuales acontecimientos del país, donde cada vez decenas de personas salen a denunciar a las calles y a través de medios de comunicación independientes los actos de corrupción del Partido Nacional. El desfalco al Seguro Social perpetrado desde el anterior gobierno  y que ha estallado en el actual gobierno, producto del hallazgo de pruebas que involucran a este partido político directamente, y haber sacado la monstruosa cantidad de 2000 mil millones de lempiras, dejando sin el acceso a la salud a miles de hondureños que habrían muerto producto de la negación al acceso a la salud.

Todo esto aunado a la severa descomposición social que el país está viviendo. Según las cifras de algunos organismos internacionales en Honduras mueren 100 por cada 100 mil habitantes, una cifra de las más altas en América Latina, seguida por Venezuela con 50 por cada Mil, que sería una cifra alta.  El severo debilitamiento de la institucionalidad se aceleró luego del golpe de Estado en 2009, que rompió el orden constitucional, el cual no se rompía desde los años 70s, desde 1975 para ser exactos, año que hubo el último golpe de Estado.

La corrupción en Honduras es ya un problema endémico, y un problema sistémico, ya que es un asunto que subyace en las entrañas del mismo modo de producción, y no hablamos de otra cosa que del modo de producción capitalista, que aunque sea un capitalismo subdesarrollado es el dominante en el país, y domina a otras formaciones sociales, como en el campo.

El problema de Honduras parece ser, y de forma  clara y taxativa: Tener una élite gobernante totalmente apátrida, antidemocrática, antiética y totalmente alejada de los verdaderos y profundos problemas que aquejan y obstaculizan el desarrollo del país. Como decía André Gunder Frank, con lumpen en burguesías, es casi imposible crear economías estables e independientes, y por ende, casi imposible crear una cultura democrática y pletórica de institucionalidad democrática. La corrupción en el país se ha exacerbado que parece que la misma democracia formal, está por desaparecer, lo cual podría ser un indicador para la configuración de otra formación social, ya podría ser populista o más democrática, o, en el peor de los caso, y es algo que no queremos, la dictadura.

El gobierno actual ha dado rastros de bonapartismo, que fue un término acuñado por Marx analizando en Francia a Luis Bonaparte y que el marxismo del siglo XX popularizó y usó para distinguir los regímenes dictatoriales de los bonapartistas. Aquí se usa de forma ligera el término Dictadura para caracterizar toda inventona autoritaria de un gobierno, incluso usan el término Fascismo, que es un caso social y político muy específico de Europa.  Evidentemente estamos en un régimen bonapartista de derecha, con elementos simples de populismo, demagogia extrema, donde el hombre a caballo se cree un salvador, en este caso el salvador de la élite hondureña.  Un parlamento controlado, un Ministerio Público controlado,  una Corte Suprema controlada, y casi todos los órganos del Estado controlados, que casi hace imposible cualquier intento de maniobrar a nivel institucional.

La corrupción ya no es como se ha visto de forma simple, como un problema meramente ético o moral, es un problema que ha devenido en estructural, que afecta a toda una formación social, ya que la corrupción imposibilita la construcción de la misma democracia.  En Honduras la corrupción es un asunto social-ético-moral, que está presente de forma profunda en el diario vivir de los hondureños. Donde la ausencia de instituciones que hagan bien su trabajo y hagan valer las leyes, hacer pagar el delito, es el A-B-C de una sociedad que ya está en el abismo sistémico. La corrupción rebasó los límites de lo moral para devenir en un catalizador de los procesos sociales, jurídicos y políticos, y obstaculizar la profundización de la democracia. Desde el golpe de Estado en 2009 se ha visto en los imaginarios sociales, un fortalecimiento de las conciencias colectivas y del pensar de los hondureños sobre su papel en la cosa pública, la idea de que el hondureño promedio es apático, e indiferente con sus propias necesidades, con la política y la percepción de lo social, ha cambiado. Se ha roto el cerco mediático con la irrupción de medios de comunicaciones no oficiales. También se ha roto el viejo bipartidismo, o al menos ha comenzado a desquebrajarse, ya que uno de los partidos históricos aún gobierna.

La extrema y endémica capacidad de corruptibilidad de los partidos tradicionales y la empresa privada, han erosionado los mismos cimientos de la democracia formal-burguesa y desquebrajando el antiguo sistema republicano que ellos mismos dicen defender. En este sentido la protesta social ha irrumpido como fenómeno sociológico de masas, las cuales han estado contenidas por diversos sectores de la sociedad civil, partidos políticos de oposición, ciudadanos de a pie, estudiantes, amas de casa y sectores que históricamente han sido apáticos a ser partícipes   en asuntos  de política y la cosa pública. El cansancio y el desgaste de la sociedad hondureña por tantos años de explotación, saqueo y múltiples engaños de los partidos vernáculos es evidente tanto así que tales protestas han convertido a Honduras en el ojo del huracán a nivel mundial y la atención pública.

Los futuros acontecimientos y las posibilidades de cambio social, institucional y político del país, dependerá, estrictamente de las fuerzas opositoras, y de la capacidad de ésta para devenir en una fuerza de cambio. Quedó claro que la luda parlamentaria es necesaria, pero ésta es insuficiente, ya que a veces parece que es una extensión de los poderes instituidos y fácticos de siempre. La protesta social tendrá que resurgir, y hasta la misma constitución lo ampara, que todo gobierno ilegitimo y despótico, violador de los derechos humanos, deberá ser derrocado y sustituido. La sociedad hondureña está pidiendo a gritos democratizar y depurar todas sus instituciones y se requerirá una reforma y revolución que haga cambiar los cimientos de forma radical el actual estado de cosas.

 

 

Autor: Rossel Montes, historiador hondureño. 

Fuente: http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/coberturaespecial/indignados-e-indignadas/item/2220-corrupci%C3%B3n-protesta-social-e-institucionalidad-en-honduras

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Why CentAm Social Security Agencies Generate Corruption, Crime

Juan de Dios Rodriguez (right) with Guatemalan President Otto Perez Molina

A series of corruption scandals implicating high-level government officials have rocked Honduras and Guatemala in recent months. In both countries, the governments’ social security agences are at the forefront of the crisis, a product of fundamental traits of these agencies making them vulnerable to malfeasance, corruption, and crime.

Guatemala’s current series of corruption scandals began in April, when authorities arrested officials from the country’s trade authority (SAT) on charges of participation in a customs fraud ring known as “La Linea.” The alleged leader of this network is the former private secretary of ex-Vice President Roxana Baldetti. Baldetti resigned in May as a result of the scandal, but she has consistently denied any wrongdoing.

Soon after Baldetti’s resignation, Guatemalan authorities arrested the head of the country’s Social Security Institute (IGSS), Juan de Dios Rodriguez, along with at least 15 other suspects, for fraud. The allegations resulted from irregularities in a $15 million contract IGSS awarded in October 2014 to the pharmaceutical company Pisa. The participants in the scam are believed to have pocketed 15 to 16 percent of the contract’s value — around $2.27 million.

The two scandals have put Guatemalan President Otto Perez Molina under increasing pressure. On June 30, Guatemala’s Constitutional Court rejected an injunction submitted by Perez to halt a congressional corruption probe into his activities.

In neighboring Honduras, a corruption scandal in that country’s Social Security Institute (IHSS) first broke in 2014. Mario Zelaya Rojas, the former director of the IHSS, stands accused of embezzling as much as $330 million from the institution; other IHSS officials are suspected of accepting bribes from medical providers and making false purchases.

The IHSS debacle gained new momentum in early June after President Juan Orlando Hernandez admitted his 2013 election campaign received money from businesses implicated in the scandal. On June 30, the Honduran Supreme Court ordered the arrest for 16 people suspected of colluding with the IHSS’ corrupt activities. This included Lena Gutierrez, the Vice President of the Honduran Congress.

On the whole, Guatemala and Honduras are notoriously corrupt. Nonetheless, that the countries’ social security agencies are at the center of investigations and public scrutiny is in part due to at least five key attributes of these institutions. Together, these attributes have resulted in susceptibility to corruption and exploitation by government officials, who have repeatedly used these agencies as vehicles for personal enrichment.

1. They are Huge.

The budget for Guatemala’s IGSS in 2015 is slightly over $2 billion: a significant chunk of the Guatemalan government’s total estimated 2015 budget of $9.2 billion. The approved 2015 budget for Honduras’ IHSS is around $300 million; Honduras’ total government budget for 2015 is nearly $8.5 billion. Both are amongst the largest businesses in their respective countries.

A large operating budget in itself does not mean an agency is destined to become corrupt. Nonetheless, rampant corruption and a culture of impunity in both Honduras and Guatemala provide ample opportunities for officials in both agencies to skim money off the top without creating much (if any) suspicion.

This is especially true in Guatemala. The IGSS’ substantial resources have allowed the agency — and its top officials — to become an important political actor. The IGSS has even been referred to as the “petty cash” department, in that its money is used to buy favors from government officials and politicians.

Political and personal favors bought by the IGSS, however, frequently take the form of investments, medicine purchases, and the issuing of contracts for services. This leads to the second attribute of these agencies that makes them susceptible to corruption…

2. So Many Contracts.

In order to complete their basic functions providing for the wellbeing of Hondurans and Guatemalans, the IHSS and IGSS issue contracts to various private companies and providers of goods and services. Contracts, however, create opportunities for graft and fraud in the form of kickbacks and bribes.

For instance, Mario Zelaya Rojas — in addition to embezzling large sums of money from the IHSS when he led the agency — allegedly received over $2 million in bribes to facilitate payments to a company contracted to digitalize the IHSS’ registry system. At least 320 people formed the network facilitating IHSS’ corrupt transactions, including IHSS employees and relatives of top officials. The wives of Jose Alberto Zelaya — the former head of IHSS acquisitions and supply — and Jose Ramon Betetty — the former IHSS financial chief — helped launder the money their husbands stole by making false purchases from phony companies.

SEE ALSO: Coverage of Money Laundering

In Guatemala, the majority of the IGSS’ money is spent via no-bid contracts. (In the first months of 2015, the IGSS awarded no less than 1,000 no-bid contracts). For example, in September 2014, the IGSS awarded a contract worth over $22 million for the digitization of forms to the company Nextec, S.A., even though few details about the company were known, and it had never before serviced a government contract. Additionally, Nextec was the only company to participate in the bidding process (which lasted one week), easily winning the exorbitantly over-priced contract.

This, however, is just one of a series of IGSS contract irregularities in recent years. In March, the IGSS gave a $1.66 million contract to the company Grupo MC2 S.A. for furniture, office paper, and the rental of printers, a photocopier, a fax machine, and a scanner. The company, however, submitted the second lowest bid, which the IGSS could select due to a legal exception allowing them to do so when renting materials. IGSS purchases under this exception rose from $12.2 million in 2012 to $68 million in 2013 — the same year Juan de Dios Rodriguez became IGSS director.

3. Conflicts of Interest.

A reason the IGSS and IHSS have been able to unscrupulously award shady contracts with minimal repercussions is that many politicians and government officials have personal business interests at stake.

SEE ALSO: Coverage of Elites and Organized Crime

For example, Lena Gutierrez — the Vice President of the Honduran Congress whose arrest was ordered on June 30 — and members of her family are accused of defrauding the IHSS by selling it poor quality medicine at inflated prices, potentially embezzling as much as $120 million from the IHSS. The medicine sales were made through AstroPharma, a pharmaceutical company to which her family has been linked and may have even created with the express purpose of defrauding Honduras’ health system.

4. The Medicine Lobby.

Completing this nefarious circle of corruption and underhanded contracting is the power of the medicine lobby, which is one of the largest political campaign financers in Guatemala.

In Honduras, part of the money AstroPharma made from its IHSS contracts allegedly helped fund President Hernandez’s 2013 presidential campaign, which Hernandez himself acknowledged received at least $145,000 in contributions from businesses linked to the IHSS corruption scandal.

In return for providing political financing, medical companies receive lucrative government contracts for medicine purchases and other related services. Honduran and Guatemalan politicians are also in a position to impede investigations or court proceedings challenging the validity and legality of questionable contracts.

5. Corruption and Impunity.

Finally, the IHSS and IGSS exist and operate within a broader context of rampant institutional corruption and impunity in Honduras and Guatemala. As a result, entrenched political and economic elites have been able to manipulate the two agencies for personal financial and political benefit free of scrutiny and legal prosecution. With so much money at stake, it is not suprising that the result is a government body that often acts more like a mafia than a public service institution.

SEE ALSO: The War for Guatemala’s Courts

Change may be on the horizon. The scandals have provoked widespread protests in both countries that are unprecedented in recent memory. Ordinary Hondurans and Guatemalans appear to be fed up with corruption among the political class and are demanding change — leading some to wonder if we are witnessing a “Central American Spring

The factors giving rise to corruption in the Honduran and Guatemalan social security agencies will not be reversed overnight. But the recent arrest of Honduran Congressional Vice President Gutierrez, and the denial of Guatemalan President Perez Molina’s injunction to halt corruption investigations by Congress, suggests lawmakers and politicians in both countries are feeling pressure from public outcry over the scandals, and that they may begin more significant steps towards serious reform.

Fuente: http://www.insightcrime.org/news-analysis/why-central-american-social-security-agencies-generate-corruption

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