Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Mari Isabel Salgado Pérez es una de las desafortunadas mujeres que por buscar el “sueño americano” para mantener a sus cinco hijos, encontró solo desgracias en el camino al país del norte.
Además de narrar la historia de su viaje, comentó que su padre desapareció cuando tenía apenas ocho años de edad, no entendía porque José Isabel Salgado Pérez (motorista) se despidió de ella con un beso en la frente el 20 de noviembre de 1984 y “jamás” volvió a sentir sus tiernas caricias.
“Nunca fue claro, no sabemos cómo fue la desaparición de mi papa, lo único es que se lo llevaron de su trabajo y no volvimos a saber nada de él, se dedicaba a hacer viajes”, recordó Salgado.
La mujer de 41 años, madre de cinco hijos, al perder la esperanza de encontrar un empleo en el país, no tuvo otra alternativa que irse y tratar de cruzar a las prometedoras tierras del norte; el cinco de noviembre del 2007 tomo su maleta y se fue rumbo a México para cruzar la frontera de “mojada” como llaman a los que llegan sin papeles.Con sus sueños y los de sus pequeños, era de su conocimiento del riesgo que corría pero “la necesidad a uno lo impulsa, esta crisis económica, nos hace tomar decisiones a la ligera, por eso no se detiene a pensar lo que nos puede pasar en el camino, uno va con mente positiva, lastimosamente la realidad es otra”, adujo la fémina.
Salgado calificó como una odisea el trayecto, desde dejar a su familia hasta en algunos casos perder la vida. Informó que “se puede sufrir asaltos, violaciones, yo fui víctima de trata en
México, me pude escapar después de dos meses, decidí seguir el viaje, porque la meta era llegar hasta Estados Unidos”.
Con sus esperanzas a flor de piel, Salgado abordó el famoso tren “la Bestia”, una tarde cuando la lluvia caía sobre sus cuerpos, había un retén en el recorrido, alguien grito que tenían que tirarse porque si no los agarraría “la migra, yo nunca tuve la idea de tirarme porque le tenía miedo al tren, pero al ver que todos lo hacían, agarre mi mochila, cuando puse el pie en la última grada me resbale y me caí”.
La “Bestia” arrancó casi de tajo las dos pierna de Mari, con tal fuerza que ella se desmayó y casi perdió el conocimiento, describió que “fue tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos, la vida le cambia a uno”.
A la joven mujer no le quedó más que “darle gracias a Dios por estar con vida” aunque esta confinada a una silla de ruedas, lo que dificulta más su sobrevivencia.
“Es dura la vida cuando a uno le falta un miembro de su cuerpo, le voy a decir que Dios a uno no lo desampara”, exclamó Salgado.
Pero eso no la detiene para conseguir el pan de cada día para sus hijos e hijas, con la ayuda del Comité de Apoyo al Migrante Retornado con Discapacidad (CONAMIREDIS) ha recibido apoyo psicológico, económico, con el capital semilla que le dieron Salgado instalo una venta de golosinas, vende pollo frito con tajaditas, “cuestiones así y de eso sobrevivo”, apuntó.
La bestia
En el tren de la muerte, también conocido como “la Bestia” y “el Tren de los Desconocidos” es una red de tren de mercancías que utilizan los inmigrantes hacia Estados Unidos para atravesar rápidamente México.
Este modo de viajar es extremadamente peligroso e ilegal. Se estima que anualmente entre 400 y 500 mil inmigrantes, la mayoría de origen centroamericano, continúan montando encima de estos trenes esforzándose por llegar a Estados Unidos.
Honduprensa 